El nuevo smartwatch de Samsung realiza llamadas sin necesidad de un teléfono.
Hace apenas unas semanas Samsung lanzó un nuevo smartwatch al final del evento de lanzamiento del Galaxy Edge S6 Plus y el Galaxy Note 5. Los detalles fueron escasos, pero su estética elegante parecía prometedora: un frontal circular, un bisel giratorio para su control, y, contando con la conectividad 3G del Gear S del año pasado, posiblemente pueda utilizarse para realizar llamadas de voz y enviar mensajes sin necesidad de estar conectado a un teléfono.
Parece que Samsung ha cumplido todas las expectativas. El nuevo Samsung Gear S2 es de hecho redondo, el bisel gira como un pequeño volante para navegar entre las aplicaciones, y una versión del reloj tiene su propia tarjeta 3G e-SIM integrada, lo que le permite realizar llamadas y usar datos sin un teléfono. También hay otra versión del Gear S2 sin conectividad 3G. Ambas opciones incluyen Wi-Fi, Bluetooth 4.1, NFC y la posibilidad de utilizarlo como una tarjeta de crédito de muñeca a través de Samsung Pay.
Tal vez la parte más impresionante del nuevo reloj es las dimensiones de su frontal. Cuenta con una pantalla AMOLED de 1,2 pulgadas de diámetro que, con una resolución de 360 × 360 píxeles, es significativamente más pequeña que la del Moto 360. Es más del tamaño del LG G Watch R, lo que debería darle un poco más el aspecto y tamaño de un «reloj normal». Además, las dos versiones del reloj cuentan con una calificación IP68 de resistencia al polvo y al agua, lo que significa que se debería poder utilizar sin problemas en la ducha.
Dicho esto, la versión sin 3G del reloj tiene 11,5 mm de grosor, que es el mismo grosor que el del Moto 360 y un milímetro más grueso que el Apple Watch. Si quiere la versión con 3G, su grosor aumenta hasta los 13.4 mm. Ambas versiones cuentan con una pantalla con una densidad de píxeles de 302ppp, un poco inferior a la del Apple Watch (326ppp).
Pero puede que la clave de la duración de su batería se encuentre en ese grosor extra. La compañía afirma que la versión sin 3G del Gear S2 puede utilizarse durante 2 o 3 días con una sola carga. Por otra parte, la versión 3G del reloj, que cuenta con una batería de 300mAh en lugar de los 250mAh de la versión sin 3G, supuestamente puede utilizarse durante 2 días, ya que el uso de datos reduce la duración de la batería. Ambas versiones permiten la carga del reloj de forma inalámbrica, según Samsung.
Bajo el capó de cada reloj nos encontramos con un procesador de doble núcleo a 1 GHz de velocidad con 512 MB de RAM, unos míseros 4GB de almacenamiento, un acelerómetro, un monitor de frecuencia cardiaca, un giroscopio y un barómetro. Estos relojes tampoco forman parte de la familia Android Wear: Ambos funcionan con Tizen, lo que significa que lo más probable es que solo funcionen bien con los nuevos teléfonos Samsung Galaxy. Ofrecen control por voz, pero funcionarán con el sistema S Voice de Samsung en vez de con Google Now.
Así que estamos un poco más cerca de los relojes de los cómics de espías, aunque probablemente tendremos que pagar un par de facturas de teléfono para usarlos. De momento, Samsung no ha anunciado ni el precio, ni el tipo de correa que llevará ni la fecha de lanzamiento. Teniendo en cuenta que la IFA de Berlín tendrá lugar más avanzada la semana, es probable que pronto dispongamos de esta información.