La Autoridad de Competencia francesa (FCA, por sus siglas en inglés) ha impuesto a Google una multa de 220 millones de euros. De acuerdo con el organismo, Google ha sido sancionado por abusar de su posición dominante en el mercado de la publicidad colocada en sitios web y aplicaciones móviles.
De acuerdo con la FCA, Google, en detrimento de sus competidores, ha otorgado privilegios a su servicio Google Ad Manager, incluyendo su servidor de anuncios DFP integrado en este (brinda a los editores de sitios web y aplicaciones la oportunidad de vender espacio publicitario), y la plataforma SSP AdX, en la que se realizan subastas para la venta de espacios publicitarios.
La FCA ha destacado que los periódicos se vieron particularmente afectados por las acciones de Google, ya que sus ingresos han disminuido debido a la disminución de las suscripciones en papel y la reducción de los ingresos publicitarios.
La FCA asegura que Google no ha negado las afirmaciones y ha llegado a un acuerdo con la autoridad antimonopolio, prometiendo mejorar la interacción de Google Ad Manager con servidores de anuncios y plataformas de terceros para vender espacios publicitarios, eliminando los beneficios de los productos de Google.