Entender la fluctuación de los precios de los bonos es probablemente la parte más confusa. De hecho, muchos de los nuevos inversores se sorprenden al saber que el precio de los bonos cambia a diario, al igual que el de cualquier otro valor cotizado en bolsa.

Hasta este punto, hemos hablado de bonos como si todos los inversores los mantuvieran hasta su vencimiento. Es cierto que si se hace esto, tiene la garantía de obtener de nuevo su capital. Sin embargo, un bono no tiene por qué mantenerse hasta su vencimiento.

En cualquier momento, un bono se puede vender en el mercado abierto, donde el precio puede variar, a veces de manera espectacular. Más adelante explicaremos cómo cambian los precios, pero primero hablemos del concepto de rendimiento.

Medir el rendimiento con el beneficio

El rendimiento es un dato que muestra lo que se obtiene de un bono. La versión más simple del rendimiento se calcula utilizando la siguiente fórmula: rendimiento = cantidad cupón/precio. Cuando compra un bono a la par, el rendimiento es igual al tipo de interés. Cuando el precio cambia, también lo hace el rendimiento.

Veamos esto con un ejemplo. Si compra un bono con un cupón del 10% en su valor de 1.000 $, el rendimiento es del 10% (100 $/1.000 $). Esto es simple. No obstante, si el precio baja a 800 $, entonces el rendimiento sube hasta el 12,5%. Esto sucede porque está recibiendo la misma cantidad garantizada de 100 $ en un activo de un valor de 800 $ (100 $/800 $). Por el contrario, si el bono sube de precio hasta 1.200 $, el rendimiento se reduce al 8,33% (100 $/1.200 $).

Rendimiento al vencimiento

Por supuesto, estas cuestiones son siempre más complicadas en la vida real. Cuando los inversores de bonos hablan de rendimiento, por lo general se refieren al rendimiento al vencimiento. Se trata de un cálculo más avanzado que muestra el rendimiento total que recibirá si se mantiene el bono hasta su vencimiento. Es igual a todos los pagos de intereses que recibirá (y se supone que va a reinvertir el pago de intereses al mismo ritmo que el rendimiento actual del bono) más cualquier ganancia (en caso de que lo adquiriera con descuento) o pérdida (si lo adquirió con prima).

Saber cómo calcular este dato no es importante en este momento. De hecho, el cálculo es bastante sofisticado y se encuentra más allá del alcance de este tutorial. El punto clave aquí es que se trata de un dato más preciso y permite comparar bonos con diferentes vencimientos y cupones.

La relación de rendimiento a precio se puede resumir de la siguiente manera: cuando el precio sube, el rendimiento disminuye y viceversa. Técnicamente, se podría decir que el precio del bono y su rendimiento están inversamente relacionados.

Esta es una de las preguntas que surge con más frecuencia: ¿Cómo pueden los altos rendimientos y altos precios ser buenos cuando no pueden ocurrir al mismo tiempo? La respuesta depende de su punto de vista. Si es comprador de bonos, desea altos rendimientos. Un comprador quiere pagar 800 $ por el bono de 1.000 $, lo que le da el bono un alto rendimiento del 12,5%. Por otro lado, si ya dispone de un bono, ya ha fijado el tipo de interés, por lo que espera que el precio del bono suba. De esta manera usted puede ganar por la venta de su bono en el futuro.

Precio en el mercado

Hasta ahora hemos hablado de los factores de valor nominal, cupón, vencimiento, emisores y rendimiento. Todas estas características influyen en el precio del bono. Sin embargo, el más decisivo es el nivel de tipos de interés prevalecientes en la economía.

Cuando los tipos de interés suben, los precios de los bonos en el mercado caen, por lo que aumenta el rendimiento de los bonos más antiguos y los pone al mismo nivel que los bonos nuevos que se emiten con cupones más altos. Cuando los tipos de interés bajan, los precios de los bonos aumentan en el mercado, lo que produce el efecto contrario.

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