Los fondos cotizados de inversión (ETFs) pueden ser un valioso componente de la cartera de valores de cualquier inversor, desde el más sofisticado administrador de fondos institucionales al inversor novato que acaba de empezar. Algunos inversores utilizan los ETFs como único objetivo de su cartera de valores y son capaces de crear una cartera bien diversificada con tan solo unos pocos ETFs. Otros emplean los ETFs como complemento de su cartera ya existente y se apoyan en ellos para implementar sofisticadas estrategias de inversión. Como ocurre con cualquier otro vehículo de inversión, para beneficiarse verdaderamente de los ETFs, los inversores deben entenderlos y usarlos de forma apropiada.

La mayoría de los ETFs son fáciles de comprender. Un ETF se negocia como si fuera una acción en una compraventa de acciones y se parece a un fondo mutuo. Su rendimiento realiza un seguimiento a un índice subyacente, estando el ETF diseñado para replicarlo. La diferencia de estructura entre los ETFs y los fondos mutuos explica en parte la diferencia en sus características de inversión. Las otras diferencias vienen determinadas por ser distinto su estilo de gestión. Ya que los ETFs están diseñados para replicar un índice, se consideran de gestión pasiva; la mayoría de los fondos mutuos se consideran de gestión activa.

Desde la perspectiva de un inversor, una inversión en un fondo índice y en un ETF que replica el mismo índice serían inversiones equivalentes. Por ejemplo, el rendimiento del SPDR S&P 500 ETF y el de un fondo índice de bajo coste basado en el S&P 500 estarían muy cerca del índice S&P 500 en cuanto a rendimiento.

Aunque los fondos índice disponibles abarcan la mayoría de los índices principales, los ETFs cubren un espectro de índices más amplio, proporcionando más opciones de inversión al inversor en ETFs que al inversor en fondos índice.

Origen

Comparados con los fondos índice, los ETFs son relativamente nuevos. Los primeros ETFs estadounidenses fueron creados por State Street Global Advisors con el lanzamiento de los certificados de depósito S&P 500, también llamados SPDRs (“spiders”, es decir, “arañas”). Aunque los primeros ETFs tendían a replicar índices del mercado en general, más recientemente se han desarrollado ETFs que replican sectores, renta fija, inversiones globales, materias primas y divisas.

Los ETFs representan participaciones en un fondo común de inversión (UIT, por sus siglas en inglés), que posee carteras de acciones, bonos, divisas o materias primas. Los ETFs a menudo se comparan con los fondos mutuos:

Al igual que un fondo mutuo, un ETF es una estructura de inversión que junta los activos de sus inversores y emplea gestores profesionales para invertir el dinero con el fin de alcanzar objetivos claramente definidos, como ingresos corrientes o apreciación de capital. Además, como el fondo mutuo, también incluye un prospecto. Un ETF provee al comprador minorista de un prospecto o proporciona a los inversores un documento denominado “descripción del producto”, que contiene la información esencial sobre el ETF.

Un inversor de un fondo mutuo compra o rescata directamente desde el fondo, por el valor neto de los activos (NAV, por sus siglas en inglés) del fondo, que se calcula al final de cada día bursátil. Un inversor que compra un ETF adquiere las acciones en una bolsa de valores, siendo el proceso idéntico a la compra o venta de cualquier otro valor listado. Aunque la mayoría de los fondos mutuos se gestionan de forma activa, hay un número significativo de fondos índice disponibles. A pesar de que los ETFs se gestionan pasivamente —están diseñados para replicar índices específicos—, se han introducido algunos ETFs de gestión activa.

El proceso de creación y rescate de las participaciones de un ETF es casi opuesto al de las participaciones de un fondo mutuo. Al invertir en fondos mutuos, los inversores envían efectivo a la compañía de fondos, que usa ese dinero para adquirir valores y emitir participaciones adicionales del fondo. Cuando los inversores quieren canjear sus participaciones del fondo mutuo, estas se devuelven a la compañía de fondos mutuos a cambio de efectivo. No obstante, la creación de un ETF no implica efectivo.

Creación

Los ETFs son certificados de seguridad que declaran el derecho legal de propiedad sobre una parte de una cesta de títulos de acciones individuales. La creación de un ETF en EE. UU. requiere primeramente que un gestor de fondos entregue un plan detallado a la Comisión de Valores y Bolsa (SEC). El plan describe un conjunto de procedimientos y la composición del ETF.

Normalmente, solo las empresas más grandes de gestión de dinero, que cuentan con experiencia en indexación, pueden crear y gestionar ETFs. Estas empresas están en contacto con grandes inversores, fondos de pensiones y gestores de dinero de todo el mundo, que tienen el conjunto de acciones necesarias para la creación de un ETF. Las empresas también crean demanda obteniendo clientes, ya sean institucionales o minoristas, que quieran comprar un ETF que haya sido introducido recientemente.

La creación de un ETF comienza oficialmente con un participante autorizado, también llamado creador de mercado o especialista. Se trata de un intermediario que recopila la cesta de acciones apropiada, normalmente lo suficiente para adquirir de 10.000 a 50.000 participaciones del ETF. La cesta de acciones se envía a un banco custodio designado, que a su vez reenvía las participaciones ETF al creador de mercado para su custodia. El tamaño mínimo de la cesta se llama unidad de creación.

Rescate

Para rescatar las participaciones, un participante autorizado compra un paquete grande de ETFs, las reenvía al banco custodio y recibe una cesta equivalente de acciones individuales. Estas acciones se pueden entonces vender en una bolsa de valores, aunque normalmente se devuelven a la institución que prestó las participaciones.

En teoría, un inversor puede deshacerse de un ETF de dos maneras:

  • rescatando el ETF, entregando las participaciones al fondo ETF a cambio de las participaciones subyacentes o
  • vendiendo el ETF en el mercado secundario.

En la práctica, los inversores individuales hacen lo último. Debido a las limitaciones establecidas en el rescate de las participaciones ETFs, no pueden llamarse fondos mutuos.

Arbitraje

Una característica importante de un ETF es la posibilidad del arbitraje. Cuando el precio de un ETF comienza a desviarse del valor neto de los activos (NAV) subyacente de las acciones que lo componen, los participantes pueden intervenir y obtener un beneficio de las diferencias. Si las participaciones del ETF se negocian a precio reducido con respecto a los valores subyacentes (a un precio más bajo que el NAV), los arbitrajistas compran participaciones ETF en el mercado abierto. Los arbitrajistas formarán entonces unidades de creación, las rescatarán del banco custodio, recibirán los valores subyacentes y los venderán obteniendo un beneficio. Si las participaciones ETF se negocian con una prima respecto a los valores subyacentes (a un precio más alto que el NAV), los arbitrajistas comprarán los valores subyacentes en el mercado abierto, los rescatarán a cambio de unidades de creación y después venderán las participaciones ETF obteniendo un beneficio.

Los movimientos de los arbitrajistas tendrán como consecuencia unos precios de ETF muy cercanos al NAV de los valores subyacentes.

Tipos de ETFs más conocidos

​SPDRs

Los fondos Standard & Poor's Depositary Receipts (SPDRs) son gestionados por State Street Global Advisors (SSgA). El SPDR más conocido es el SPDR S&P 500 EDF (SPY), pero State Street Global Advisors tiene también una serie de ETFs que replican los sectores S&P 500 más importantes. Se llaman Select Sector SPDRs.

iShares

El grupo de ETFs llamado iShares está comercializado y gestionado por Barclays Global Investors. Según Morgan Stanley, Barclays es el mayor proveedor de ETFs del mundo, proporcionando una oferta diversa de ETFs que cubre desde los de base amplia de EE. UU., internacionales, sectores de la industria, renta fija y materias primas.

VIPERs

Los ETFs VIPERS son emitidos por Vanguard, más conocido por su diversa selección de fondos índice. Los fondos Vanguard Index Participation Receipts (VIPERs) ofrecen diferentes ETFs, que abarcan desde los de base amplia al sector de la industria, así como internacionales y bonos.

PowerShares

El grupo de fondos cotizados de inversión PowerShares es un proveedor relativamente nuevo que ofrece ETFs de acciones que representan el mercado general, sectores industriales e índices internacionales, así como renta fija, divisas y materias primas. Este grupo, que ofrece el muy popular QQQQ o Nasdaq 100 ETF, oferta también algunos ETFs basados en análisis cuantitativo desarrollados mediante el uso de la “indexación dinámica” que busca constantemente las acciones con mayor rendimiento dentro de cada índice.

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