En el marco del proyecto especial conjunto con el Prime Bróker EXANTE compartimos la opinión de Sergio Golubitskiy sobre los mejores fondos para los inversores.
Los fondos de inversión mutua, a día de hoy, son la línea de inversión más popular. Estos son los más cómodos para las personas modestas y ocupadas, la inmensa mayoría del planeta.
Para elegir acciones ventajosas de manera independiente en la Bolsa, se necesitan muchos conocimientos. Y para obtener esos conocimientos se necesita mucho tiempo. Lo uno y lo otro es un gran déficit para el homo laborant - la persona que trabaja ocho horas al día, cinco días a la semana, y los fines de semana descansa con una cerveza, una barbacoa y fútbol.
Hoy en día, el 99% de los activos de los fondos de pensiones, al igual que los activos de los ahorros de pensión personales, se pasan a fondos de inversión, los cuales - como la mayoría piensa - son los únicos que garantizan un crecimiento estable de las inversiones. El resultado directo de la popularidad de los fondos de inversión fue un crecimiento descontrolado de su capitalización que los convirtió en verdaderos monstruos del mercado de valores.
A día de hoy hay en el mundo 79.669 fondos de inversiones, los cuales manejan inversiones por una cantidad de 31,38 billones de dólares. Particularmente, el mayor fondo, Vanguard, decide la suerte de 1,989 billones de dólares.
Las cotizaciones de uno de los grupos de fondos de inversiones, Vanguard Group - Vanguard Total International Bond ETF (NASDAQ: BNDX). Los recursos de este fondo están invertidos en valores con ingreso fijo, emitidos fuera de EE. UU. Este fondo en sí mismo es un valor que se puede comprar y vender en Bolsa. Por eso, los fondos de ese tipo se llaman ETF (Exchange Traded Fund o fondos cotizados)
Los fondos norteamericanos son sin duda los líderes: estos controlan el 90% de las inversiones mundiales. Y la razón de eso es clara: precisamente los norteamericanos cuentan con los mayores recursos financieros libres, lo que se combina con la falta de tiempo libre para planear las inversiones.
Durante mucho tiempo la mayoría de los fondos de inversiones eran seleccionados por especialistas profesionales - gestores de carteras. Ellos decidían qué valores invertir en el fondo y cuáles no. Estos fondos se llaman Managed Funds. Su lema siempre ha sido «beat the market» - «ganarle al mercado», es decir, dar a los inversores una rentabilidad superior a la media del mercado. Por norma general, los organizadores de fondos aseguraban que habían logrado conseguir este objetivo. Pero en la década de 1970, las carteras seleccionadas de forma artificial se fueron haciendo cada vez más críticas.
Los fondos de inversión mutua fueron criticados por golpear el mercado por primera vez por Burton Malkiel en su libro «Un paseo aleatorio por Wall Street» (1973). Luego aparecieron los artículos de Paul Samuelson en The Journal of Portfolio Management (1974) y Charley Ellis en el Financial Analysts Journal (1975). El mito sobre la genialidad de los gestores de carteras de El Erbar fue desmentido en las páginas de la revista Fortune (1975). Analizó una gran cantidad de datos estadísticos y llegó a la conclusión de que:
«Históricamente, el impacto de los fondos de inversión mutua es claramente inferior a la evolución del mercado, medido por el comportamiento de un amplio índice como el S&P 500».
¡Resultó que cientos de miles de gestores de carteras que recibían un sueldo impresionante en fondos de inversión, y conseguían la rentabilidad, que es inferior a la que muestra un simple índice de mercado! La política de los fondos tuvo la necesidad de cambiar. En el decisivo año 1975 John Bogle creó el First Index Investment Trust — un nuevo tipo de fondo de inversión en el que todo el dinero se invierte en valores del índice S&P 500. Y no solo se invierte en los mismos valores, sino exactamente en la misma proporción en la que están representados en el índice.
Al principio, esta idea parecía descabellada. Para burlarse de la Fundación Bogle, Shuffle Profesional acuñó la frase Bogle's Folly («las locuras de Bogle»). Pero pronto se hizo evidente que la rentabilidad de sus iniciativas eran efectivamente más altas que la mayoría de los fondos «artificiales». Los fondos gestionados o managed funds empezaron a perder popularidad. Después del First Index Investment Trust, aparecieron nuevos fondos que seguían el rendimiento del índice. A diferencia de los Managed Funds, que llegaron a ser conocidos como Index Funds.
Hasta la fecha, los Index Funds se han convertido en la herramienta más popular para la inversión pasiva en todo el mundo. En particular, la mayoría de los fondos de pensiones estadounidenses invierten su dinero concretamente en fondos de índice (activos totales en fondos de pensiones del gobierno de Estados Unidos - 9 billones de dólares, en fondos privados - 15,5).
En cuanto al fondo de Bogle, los activos iniciales del First Index Investment Trust (rebautizado como Vanguard 500 Index Fund) por una cantidad de 11 millones de dólares se han convertido hoy en día en 195 mil millones de dólares. The Vanguard Group se ha convertido en el fondo de inversión más grande del mundo (14 mil. Empleados y 3 billones de dólares bajo gestión).
Otra ETF de Vanguard Group es Vanguard Long-Term Government Bond (NASDAQ: VGLT): este fondo está invertido en obligaciones de deuda a largo plazo del Tesoro de Estados Unidos y otra deuda pública
El mal servicio de los Managed Funds se debe no solo a sus propias malas estadísticas (que solo reflejan la situación media, a pesar de que también existen Managed Funds realmente rentables), sino también a la mayor simplicidad de organización de los Index Funds.
El seguimiento ciego del índice se puede confiar a los ordenadores y en última instancia automatizar. Los organizadores de los Index Funds redujeron sus mediante la eliminación de los analistas y los gestores de carteras del flujo de trabajo.
El fondo de inversión mutua PIMCO Dinamic Income Fund (NYSE: PDI) es de tipo cerrado. Es gestionado por Allianz Global Investors Fund Management, invierte sus activos en todo el mundo en valores de renta fija, respaldados por hipotecas, bonos a nivel de inversión emitidos por empresas públicas de alta rentabilidad, así como en deuda corporativa y de gobierno de los países en desarrollo
Sin embargo, con todas las ventajas de los fondos del índice, también presentan una clara desventaja. No solo no golpean el mercado, sino que ni siquiera pretenden hacerlo. Solo siguen al mercado. Incluyendo sus caídas.
La inversión media de un fondo de índice popular como el SPY (que repite la dinámica del S&P 500) o DIA (que repite la dinámica del índice Dow Jones) durante décadas da un ingreso de entre un 10 y un 15% anual, lo cual es muy superior a la inflación del dólar y el interés específico más alto para los depósitos bancarios y bonos. Sin embargo, el propio enfoque del índice parece un gesto de impotencia. Resulta que si usted no puede ganarle al mercado, solo queda obedecerle.
Una de las razones para la posición derrotista de los inversionistas ordinarios es la excesiva regulación de los fondos de inversión. Todas las actividades de los fondos de inversión de Estados Unidos están estrictamente reguladas por la Ley de 1940 de las sociedades de inversión (Investment Company Act). Todo está regulado, desde el control y el consejo de administración de fondos de inversión hasta la composición de los instrumentos que se pueden invertir.
Por ejemplo, los fondos no pueden ser utilizados para invertir con posiciones cortas en derivados (futuros y opciones). Pero estas herramientas a menudo permiten a los inversores ganar no solo en el crecimiento, sino también en un mercado (índice) a la baja, así como asegurar las carteras de los movimientos del mercado en dirección negativa.
Todas estas prohibiciones están ausentes en el caso de los fondos de cobertura, que originalmente (desde 1920) eran utilizados activamente por los técnicos de seguros de inversión (cobertura). Y es que estos, en lugar de los fondos de inversión, en mi opinión, son la mejor opción, incluso para la inversión pasiva (excepto las reservas aparentemente inviolables como las pensiones).