Los creadores de la aplicación You need a Budget publicaron un curso cautivante con el que incluso un principiante en las finanzas puede entender lo que es el presupuesto personal y cómo trabajar con él. Decidimos compartir estas diez lecciones simples y claras. Aquí está la lección número 5.
Parte 5: La reunión del presupuesto
El otro día abordamos una serie de asuntos acerca de la primera norma: Otorgar a cada euro una función. Dejé un asunto enorme completamente aparte, pues se merece un día para él mismo.
En la época en la que iba a la escuela de posgrado, asistí a un curso de Derecho de Empresa. Un día en clase me di cuenta de que la elaboración de presupuestos que se realiza entre parejas se parece mucho al consensus ad idem (acuerdo de voluntades) del que hablamos.
De Wikipedia:
«... un término en derecho contractual utilizado para describir las intenciones de las partes que forman el contrato... donde hay entendimiento común en la formación del contrato... El razonamiento es que una parte no debe ser obligada a cumplir el contrato que ellos ni siquiera eran conscientes de que existía».
Para que exista un contrato válido y exigible entre dos partes, es necesario que exista ese «acuerdo de voluntades». ¡Esto debe ocurrir durante su reunión de presupuestos mensual!
La reunión de presupuestos
La reunión de presupuestos es un contrato entre dos partes: usted y su pareja. Al igual que en todos los contratos, existe una negociación antes del acuerdo. En una negociación sana existe honestidad, compromiso y respeto.
La honestidad en negociar significa que si usted está de acuerdo en gastar cierta cantidad, entonces debe hacer todo lo posible para cumplir su parte del trato. Señores: si acuerdan gastar alrededor de 50 euros en herramientas en febrero, no pueden gastar más de 50 euros a no ser que puedan renegociar el contrato con su pareja (lo que implica quitar dinero de otra parte del presupuesto).
La honestidad también implica ir de frente con su pareja con respecto a sus preocupaciones. Si se está asfixiando por el presupuesto, ¡exprese esa preocupación!
Cuando su pareja exprese esas preocupaciones, usted ha de ser la parte «amable» de la negociación. ¿Está haciendo concesiones cuando sea conveniente? ¿Está usted respetando las necesidades y deseos de su pareja?
La reunión de presupuestos no debería ser 30 minutos de temor (en realidad no se necesitan más de 30-40 minutos para un mes. A medida que mejore, lo finiquitará en diez minutos). Mientras más presupuestos elabore, más rápidamente reconocerá lo que se necesita. Cada uno de los miembros de la pareja tendrá expectativas más realistas y se comprometerá y respetará más las del otro.
¿Qué pasa si su pareja no es del «tipo financiero»? Hay unos pocos (millones) de esos. Algunos están en la negación. Otros están realmente ocupados. Algunos ganan increíblemente mucho y no quieren que se les moleste. La mayoría se queda petrificada cuando se menciona la palabra «presupuesto».
La palabra «presupuesto» tiende a evocar miedos en las parejas. Tiene una connotación bastante negativa pegada a ella.
Usted dice: «Cariño, me gustaría elaborar un presupuesto contigo».
Lo que ellos escuchan: «Cariño, quiero tener el control sobre el dinero».
Usted dice: «Cariño, quizá deberíamos hacer presupuestos para grandes gastos».
Lo que ellos escuchan: «Estás gastando demasiado dinero (pero yo no)».
Usted dice: «Cariño, intentemos adaptarnos a nuestro presupuesto este mes».
Lo que ellos escuchan: «Cariño, ¿por qué no tratas de adaptarte a mi presupuesto este mes?»
Y así es como esto funciona. Si tiene problemas a la hora de convencer a su pareja sobre la importancia de hacer presupuestos... ¡siga intentándolo! Dígalo en términos claros y amables. El presupuesto es un conjunto de objetivos comunes en el que deben trabajar los dos.
Recuerde: «una parte no debe ser obligada a cumplir el contrato que ellos ni siquiera eran conscientes de que existía». Si no se sienta con su pareja y no acuerdan juntos sobre cuánto y en qué gastar, no les puede obligar a cumplir ese «contrato».
Si su pareja se niega a sentarse con usted y gestionar el dinero durante 30 minutos cada mes (¡usted incluso acepta introducir todas las transacciones!), entonces tienen un problema más grande de pareja que la simple elaboración de presupuestos. Si le ha dicho que significaría muchísimo para usted que participara, tendría que tener un retraso mental para negarse. ¡Dígale que yo he dicho esto!
Chocolate caliente = Éxito
Una reunión de presupuestos exitosa debe hacerse siempre que entre nuevo dinero. Recuerde, no la alargue. Hágala divertida. Tómense un chocolate caliente durante la reunión. Vayan al cine después (gasto que ya han metido en el presupuesto, por supuesto). Atribúyale algo positivo. ¡Hágalo sin más!
Cuando usted hace presupuestos con éxito (el «éxito» en presupuestos no significa que nunca gaste de más) con su pareja cada mes, verá cómo nota cambios muy positivos en su dinero y en su pareja. Sus finanzas mejorarán. En su relación notará más trabajo en equipo, respeto y camaradería. Sus habilidades de comunicación se dispararán.
La reunión de presupuestos es la herramienta más poderosa que existe para resolver problemas en su matrimonio o para mejorar la situación económica de su matrimonio.
Haga que su pareja lea el material que hemos visto hoy. Hablen juntos sobre esto. ¡Difundan el amor!
El próximo día nos adentraremos en el poder de comprar y en la segunda norma de movimiento de efectivo.
Tareas
Organice una reunión con su pareja. Hablen sobre objetivos a largo y a corto plazo. Si es necesario, dense la mano durante el proceso.