Las 6 habilidades de los empresarios de éxito

Amy Wilkinson ha entrevistado a 200 empresarios de éxito y ha descubierto cuáles son las habilidades que la mayoría de ellos tienen en común. ¿Tiene usted alguna de ellas?

Hace cinco años, Amy Wilkinson estaba en una fiesta de cumpleaños en la ciudad de Nueva York cuando echó un vistazo a su alrededor a los invitados famosos y vio a varios empresarios conocidos. Entre ellos se encontraban los fundadores de Google, eBay y Gilt Groupe.

Esto hizo pensar a Wilkinson, miembro de la oficina de comercio de la Casa Blanca, quien se preguntó qué había provocado el éxito de estos empresarios cuando tantos otros habían fracasado. «Decidí estudiar a los empresarios más exitosos para enterarme de las habilidades que tenían en común», dice Wilkinson, académica de la Escuela de Postgrado de Negocios Stanford. De este modo empezó su odisea de investigación: 200 entrevistas con empresarios líderes, entre los que se encontraban los fundadores de LinkedIn, Spanx, Chipotle y Airbnb.

Tras analizar casi 10.000 páginas de transcripciones de entrevistas, más de 5.000 documentos de archivo y pruebas documentales y unas 4.000 páginas de estudios académicos, Wilkinson fue sacando seis habilidades compartidas entre los empresarios más exitosos y escribió un libro sobre ellos. Wilkinson asegura que los empresarios extraordinarios son «creadores» que no han nacido necesariamente con una habilidad para crear empresas y dirigirlas con éxito. Trabajan duro y explotan estas seis habilidades:

Steve Ellis quería crear un restaurante mexicano de comida rápida que fuera a la misma vez la antítesis de la comida rápida: hecha a medida con ingredientes de gran calidad. Al crear Chipotle en 1993, también creó una nueva categoría de restaurante: fast casual. Esta habilidad para ver las oportunidades y necesidades no cubiertas que otros no ven - y entonces encontrar la manera de cubrirlas - es lo que hacen las empresas innovadoras, dice Wilkinson.

De la misma manera que los conductores de carreras de coche mantienen la mirada fija en la carretera a la vez que buscan oportunidades para adelantar a un rival, los empresarios exitosos se centran en el futuro, sin importar las limitaciones de su carril o la posición de sus rivales. Hamdi Ulukaya, fundador de los yogures Chobani, por ejemplo, consiguió que su empresa pasara de cero a 1.000 millones de dólares de ingresos anuales en cinco años al tomar decisiones con la mirada puesta en el futuro. Eso incluía comprar y rehabilitar una planta decaída de yogures a pesar de tener solo unos pocos miles de dólares de efectivo. Hoy en día, las ventas del yogur griego Chobani suponen más o menos la mitad de todas las ventas de yogur en EE. UU.

Este esquema para la rápida toma de decisiones fue creado por un piloto de guerra de la armada estadounidense durante la guerra de Corea, pero también puede ayudar a los empresarios.

Acrónimo de «observar, orientar, decidir y actuar», este esquema para tomar decisiones velozmente en ambientes que cambian rápidamente fue creado por el Coronel del Ejército del Aire estadounidense, John Boyd, durante la guerra de Corea. Para los empresarios, dice Wilkinson, esto significa estar actualizando constantemente sus suposiciones y cambiar rápidamente de una decisión y repetición a otra. David Sacks, el primer jefe de operaciones de Paypal, le contó a Wilkinson que el equipo de PayPal miraba las nuevas aplicaciones que creaban sus competidores y las repetían rápidamente. Cuando, por ejemplo, Dotbank.com concedió un bono de 10 dólares a aquellos que hubieran traído a amigos para que se inscribieran a sus servicios, PayPal lanzó una oferta similar en una semana y añadió un bono de 10 dólares también para el nuevo cliente.

«Hay mucha veneración de héroes en el ambiente de las startups, pero todos han fracasado. Todas las personas con las que me he reunido hablaron de fracaso», dice Wilkinson.

Los empresarios exitosos entienden que la clave para esquivar los errores más catastróficos está en cometer una serie de errores más pequeños. Pruebas ideas en ambientes de bajo riesgo como una forma no muy cara de recoger percepciones para determinar si un producto o una idea va a despuntar.

Algunos conceptos funcionan y otros no, pero en ambos casos, los resultados convierten a los creadores en más inteligentes y resistentes, asegura Wilkinson.

El éxito empresarial, según Wilkinson, implica resolver problemas multifacéticos con la ayuda de un grupo diverso de pensadores. Para resolver problemas que surgen al aumentar sus negocios construyen a partir de las ideas mutuas.

Tanto si es pasar un currículo, escribir unas pocas líneas de código, pasar una oportunidad a un colega o criticar una propuesta, el dar ofrece recompensas. Wilkinson dice que aquellos empresarios que crean relaciones positivas al buscar maneras de ofrecer ayuda obtienen una ventaja competitiva. «Para mí esto fue una sorpresa», dice ella.

«Es el resultado de la rápida transmisión de información, especialmente a través de las redes sociales, así se conocen al 100% nuestras reputaciones. Esto obliga a un mejor comportamiento». Wilkinson también se sorprendió al ver que los empresarios con más éxito no se sienten cómodos en su éxito, sino que siguen esforzándose. Los empresarios con más éxito ignoran a los detractores.

«Estas personas están creando nuevas cosas y resolviendo nuevos problemas todo el tiempo», dice Wilkinson. «Han tenido que aprender a sentirse cómodos con ser incómodos».