Los creadores de la aplicación You need a Budget publicaron un curso cautivante con el que incluso un principiante en las finanzas puede entender lo que es el presupuesto personal y cómo trabajar con él. Decidimos compartir estas diez lecciones simples y claras. Aquí está la lección número 7.
La norma tres es, con creces, la más imprecisa de las cuatros normas de movimiento de efectivo, pero es mi favorita.
En inglés existe el dicho «Muévase con los puñetazos». Significa que usted es flexible. El origen de este dicho viene del boxeo: «Dicho de un boxeador: mover el cuerpo desde y hacia la misma dirección de los puñetazos del oponente para reducir su impacto».
Si alguna vez ve boxeo a cámara lenta, verá que los boxeadores realizan esto todo el tiempo. Realmente reduce el impacto y los mantiene en pie para poder seguir luchando.
En la elaboración de presupuestos se aplica el mismo consejo. No hemos hablado mucho sobre cómo la gente tiende a deprimirse y a echarse las culpas a sí misma cuando su presupuesto «no funciona». Estas personas suelen tirar la toalla. Vale. Dejo lo del boxeo... o no.
¿Qué pasa cuando nos salimos del presupuesto? Pues bien, nada. Te mueves con los puñetazos. Ajustas tu presupuesto para cubrir los gastos de más y te vas a disfrutar con un libro.
Si no se pueden cubrir los gastos de más quitando el dinero de otra tarea, entonces quítelo del dinero del próximo mes (con mi software esto se hace automáticamente).
Este es el punto esencial de la norma: cuando hay un gasto de más, ocúpese de él. Sin culpabilidades, tan solo nueva información y una revaluación de las prioridades.
Les contaré mi secreto. Mi mujer y yo llevamos casados diez años y hemos utilizado todo el tiempo las normas de movimiento de efectivo de You need a Budget Nunca, nunca nos hemos ajustado al presupuesto para todas las categorías de gastos.
La clave es que seguimos moviéndonos con los puñetazos. Lo que gastamos de más durante un mes, lo devolvemos al mes siguiente. Todas las categorías que hayan gastado de más están puestas a cero y todas las categorías que tienen un excedente llevan ese excedente adelante (norma dos). Es magistralmente simple. Uno ni siquiera percibe lo que el presupuesto está haciendo. Sencillamente te toma de la mano, hace algunas correcciones y te lleva amablemente por un camino más prudente.
De acuerdo, esto es todo sobre la norma tres y el día siete. El próximo día llegaremos a la norma final y entonces compartiré con todos ustedes algunas reflexiones finales y mi propia historia sobre miserias hasta... miserias más agradables.
Tareas
Tómese un respiro. No hay tareas para el día siete.