Se prevé un futuro sombrío para la industria IT
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El boom tecnológico podría terminar de una de estas tres formas.

Tanto si quiere llamarla burbuja o no, el sector tecnológico está explotando. En el último recuento, existían 114 empresas privadas valoradas en 1.000 millones de dólares o más, las cuales a menudo son denominadas unicornios. Algunas, como Uber y Airbnb, están valoradas en decenas de miles de millones de dólares.

Para el sector tecnológico, estos son tiempos excitantes. Pero las economías y las industrias normalmente se mueven en ciclos y en algún momento la fiesta tiene que terminar.

Hemos realizado varias encuestas a agentes internos y a inversores para descubrir los mayores riesgos que ven en el panorama.

Esto es lo que dijeron:

1. Pasa algo que «rompe» el modelo de negocio de consumo colaborativo

Una decisión de una agencia de trabajo poco conocida de California dio un gran golpe en el sector tecnológico a principios de este mes. La agencia dijo que un antiguo conductor de Uber debería haber sido definido como empleado, y no como contratista independiente, y que Uber le debe 4.000 dólares en concepto de gastos.

La decisión se aplica solo a una mujer y Uber está apelando, pero resaltó la posible vulnerabilidad en la fundación de las llamadas startups de «consumo colaborativo». Se prevé que muchas de estas empresas sobrepasen a industrias enteras, basándose en el modelo de negocio que no implica los gastos soportados por los agentes correspondientes, como por ejemplo contratar a tiempo completo y pagar indemnizaciones laborales y seguridad social.

Pero si se ven forzados a tratar a sus trabajadores como empleados, su estructura de costes podría cambiar por completo. Esto podría causar una posible «ruptura del modelo» de las startups de consumo colaborativo, nos dicen.

«Si tienes que convertir a estas personas en empleados, esos negocios tendrán menos valor que antes», dice un gestor de fondos de cobertura.

La policía antidisturbios francesa empuja un coche volcado mientras los taxistas franceses en huelga se manifiestan durante una protesta nacional contra el servicio de coche compartido de Uber, en París, 25 de junio de 2015.

Otras empresas de consumo colaborativo valoradas en mucho dinero como Airbnb, TaskRabbit y Lyft podrían enfrentarse a estos tipos de amplios riesgos regulatorios o legales.

Dicho esto, los cambios regulatorios a menudo no son tan estrictos como se esperaban.

Durante los primeros tiempos del ecommerce, mucha gente se preocupaba por que las startups de internet fueran irrelevantes si tenían que cobrar un impuesto sobre las ventas a sus consumidores, tal y como hacían sus competidores tradicionales. Sin embargo, años después de que Amazon comenzara a cobrar un impuesto sobre las ventas a los consumidores en muchos estados de EE. UU., la gente sigue comprando en esa web.

De manera similar, los beneficios de algunos de los nuevos servicios del consumo colaborativo son muy grandes, la demanda del consumidor seguirá siendo alta aunque los precios aumenten ya que estas empresas tienen que repercutir al consumidor los nuevos costes.

Por supuesto, si un servicio de consumo colaborativo se prohíbe categóricamente, tal y como dijo recientemente el presidente francés François Hollande que debería suceder con Uber, sería un problema mayor.

2. Los inversores del mercado público se asustan

La proliferación de empresas tecnológicas «unicornio» ha sido alimentada en gran medida por el dinero invertido por nuevos tipos de inversores.

No se trata de los agentes de capital de riesgo que invierten normalmente en startups tecnológicas en sus etapas iniciales. Son fondos de cobertura y fondos de inversión a la caza de grandes beneficios en un mercado con un tipo de interés cero.

Pero estos inversores podrían espantarse fácilmente si se produjese una perturbación importante en la escena macroeconómica general o geopolítica, dígase la erupción de un conflicto importante o un vuelco repentino en una gran economía.

El cofundador de Goodwater Capital Chi-Hua Chien plantea un posible escenario: «Yo creo que algún shock enorme fuera de nuestro sistema económico podría ser el motor de un cambio: un conflicto geopolítico, Grecia, China, ISIS, algo que ni siquiera podemos anticipar, Cuando los mercados públicos tienen una corrección, los fondos de cobertura y los fondos de inversión ven reducidas sus carteras generales causando que sus inversores no líquidas en empresas tecnológicas se conviertan inmediatamente en un porcentaje más alto en sus carteras generales de lo que inicialmente se esperaba. En ese momento, espero ver a muchos de ellos saliéndose de este mercado y centrándose en reforzar sus posiciones públicas y quizá buscando liquidez para sus inversiones no líquidas en empresas privadas».

El vuelo de inversores del mercado público no solo pondría y punto final a las millonarias rondas de financiación en fase avanzada, sino que también podría tener un efecto dominó en rondas de financiación previas que son fundamentales para las startups tecnológicas, dice Jeff Clavier, socio gerente de SofTech VC, sociedad de VC. Los que sufrirían un mayor riesgo serían las «empresas que asumen que existe mucho efectivo disponible para ventas basadas en alto crecimiento».

3. Desplome de los unicornios

Airbnb

Cuando un triunfador se mete en problemas, la gente se da cuenta.

Y pocas empresas tienen un perfil mayor ahora mismo que los unicornios de la industria tecnológica, en particular las empresas valoradas en más de 10.000 millones de dólares como Uber, Palantir, AirBnb, Snapchat, Pinterest y Dropbox.

Si una o dos de estas bestias tiene un tropiezo - digamos por ejemplo que un nuevo competidor entre en el mercado y venda a precios más bajos y sufren un gran cambio regulatorio - el entusiasmo por empresas similares podría ensombrecerse.

Un gran desplome en la salida a Bolsa también podría ocasionar problemas.

Muchas veces las empresas tecnológicas salen a la Bolsa a bajo precio para garantizar que las acciones suban durante su primer día de cotización. Pero el sentimiento de los inversores puede ser algo caprichoso. Si una empresa tecnológica de alto perfil fuera realmente a cotizar a la baja en su debut en Wall Street, bien por un cambio repentino en el sentimiento de los inversores con respecto a la empresa o bien por un mercado de salida a Bolsa cambiante, los inversores podrían reconsiderar sus otras apuestas tecnológicas.

Los mercados públicos resultan ser jueces más severos de las empresas de internet que los mercados privados. Yelp, Twitter y LinkedIn parecen haber visto cómo castigaban a sus acciones en los meses pasados ya que los resultados financieros y las métricas de aumento de usuarios no han satisfecho a los inversores del mercado público.

Así que muchos de los unicornios actuales están prosperando en un mundo donde el rendimiento y las valoraciones se determinan y miden de manera distinta a como sería en los mercados públicos.

«Ahora mismo parece que cualquier cosa relacionada con el consumo colaborativo obtiene estas enormes valoraciones. Pero después echas un vistazo al mundo real de las empresas que de verdad han tenido que ser valoradas por el mercado... y la cosa se vuelve escabrosa», dice el gestor de fondos de cobertura.

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