Los precios en el mercado estadounidense de las fusiones y adquisiciones alcanzaron un máximo histórico, y el nivel de actividad se ha disparado a niveles sin precedentes.
Los compradores pagaron valoraciones de récord por objetivos de compra estadounidenses ya que la actividad de fusiones y adquisiciones (F&A) alcanzó niveles sin precedentes en la primera mitad del año, sobrepasando la carrera impulsada por la deuda antes de la crisis de 2008.
La mezcla intoxicante de costes de financiación muy bajos junto con la búsqueda de crecimiento en sectores impulsó la actividad de F&A un 60 por ciento hasta alcanzar los 987.700 millones de dólares, el primer semestre más fuerte desde que se iniciaron los registros en 1980.
Las F&A mundiales a su vez aumentaron un 38 por ciento en comparación con el año pasado hasta los 2.180 millones en el primer semestre, el mayor desde 2007 según los datos de Thomson Reuters.
Los acuerdos en EE. UU. también están marcados por valoraciones que están probando nuevos terrenos. La estimación media de acuerdos - una medida clave sobre cuánto quieren pagar los compradores - multiplicó por 16 los ingresos antes de la deducción de intereses, impuestos y amortizaciones (EBIDTA), superando la multiplicación por 14,3 de 2007.
Este año «parece los últimos días de Pompeya: todo el mundo se pregunta cuándo entrará en erupción el volcán», dijo un alto ejecutivo de la banca en referencia a la antigua ciudad romana que quedó enterrada bajo las cenizas del volcán Vesubio tras la erupción de este en el año 79 d.C. «Nadie lo sabe. Parece que aún tenemos cierto margen, pero no durará para siempre».
Las valoraciones han sido más altas en el sector tecnológico, lideradas por la adquisición realizada por Avago (NASDAQ: AVGO) por 36.400 millones de dólares de su rival Broadcom, que ha supuesto el acuerdo tecnológico más grande desde la burbuja puntocom y valoró el objetivo en 20 veces el EBITDA.
Banqueros, abogados y académicos entrevistados por el Financial Times han dicho que los datos indican que los precios de los acuerdos estaban volviéndose «un poco frívolos», planteando interrogantes sobre la sostenibilidad del actual boom.
Muchos ejecutivos de banca están convencidos de que la bonanza de acuerdos continuará al menos durante un año más, siempre que las condiciones económicas sigan siendo favorables y los inversores recompensen a las empresas por realizar compras.
Este año, las acciones de las sociedades adquirientes han aumentado un 66 por ciento de las veces después de que se haya anunciado un acuerdo, en comparación con menos de la mitad de las veces en 2008.
Las crecientes valoraciones, sin embargo, probablemente dificulten a las empresas pactar nuevos acuerdos, ha dicho Wilhelm Schulz, jefe de F&A para Europa, Oriente Medio y África de Citigroup:
«Las preocupaciones de las salas de juntas han cambiado de los asuntos macroeconómicos a la valoración cuando se trata de un acuerdo», ha dicho.
Scott Moeller, jefe del centro de investigaciones de F&A de Cass Business School en Londres ha dicho que era demasiado pronto para determinar si los mercados estaban inmersos en una nueva burbuja de activos. Pero añadió que las altas valoraciones junto con un número creciente de acuerdos hostiles indicaban que «nos movemos en la dirección de la burbuja de 1998 y 2007».
Fitch, la agencia de valoraciones, ha dicho recientemente que el ritmo frenético de la actividad de F&A ha aumentado el riesgo de que las empresas estadounidenses pidan demasiados préstamos o exageren las ganancias que pueden conseguir de sus acuerdos.
Aún así, algunos analistas han dicho que el ciclo actual es muy diferente del que precedió a la crisis financiera. «El múltiplo de valoración más alto, por sí mismo, no es un indicador de burbuja ya que los tipos de los bonos del Tesoro estadounidense han bajado desde 2007», ha dicho Aswath Damodaran, profesor financiero en la Universidad de Nueva York.