Guía completa para impresionar a tu jefe
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Hemos elaborado una lista con 7 consejos para aquellos que quieren ascender en su carrera profesional.

Todos queremos sobresalir. Aun así, incluso cuando parece que lo estás haciendo todo bien (nunca llegas tarde al trabajo, casi nunca te pones enfermo y siempre cumples con los plazos de entrega), los ascensos son pocos y distantes en el tiempo.

Te estás esforzando al máximo, entonces ¿por qué no obtienes ninguna recompensa? La respuesta es sencilla: no se consigue un ascenso solo cumpliendo las expectativas de tu jefe.

Las expectativas de tu jefe son el precio de entrada. Aunque estés haciendo un verdadero esfuerzo y sacando adelante todo lo que se te pide, esa no es la forma de destacar. En su lugar, serás visto como alguien que solo alcanza los requisitos mínimos y a ninguna persona que se labra una gran carrera se la ve de esta manera.

El truco para avanzar en tu carrera profesional y conseguir que te paguen más es añadir valor haciendo ciertas contribuciones que valgan más de lo que se te paga. Quieres ir un paso por delante, para que se te vea como alguien de gran valor, una persona sin la que la empresa no podría vivir.

Tu objetivo tendría que ser superar tanto las expectativas de tu jefe, que este sienta que es el tipo más listo del mundo por haberte contratado.

Y no es algo tan duro como parece. De hecho, puedes dejar totalmente alucinado a tu jefe en siete sencillos pasos.

1. Sé más especialista

El desarrollo profesional es muy importante, pero ¿por qué detenerse ahí? Si de verdad quieres dejar a tu jefe sin palabras, empápate de toda la información que puedas sobre tu empresa y su sector. Por ejemplo, si eres desarrollador IT, en lugar de aprender únicamente las mejores prácticas actuales en materia de codificación, aprende cómo están aplicándose esas prácticas en todo el sector.

El hecho de transferir tus conocimientos al contexto más amplio del mundo real donde opera tu empresa es una gran forma de añadir valor. Además de saber cómo hacer tu trabajo, indica que sabes por qué lo haces y por qué es importante hacerlo.

2. Adelántate a las preguntas

Poder responder a tu jefe de inmediato es fantástico, sin tener que ponerte a consultar un montón de papeles o tener que decirle que te dé unos minutos para encontrar la respuesta. Pero si de verdad quieres impresionarle, adelántate a su pregunta. Anticípate a lo que sea lo principal para él y envíale actualizaciones regulares. Así, le ahorrarás tiempo y energía y él lo agradecerá tanto como tu entusiasmo.

3. Admite los errores

La responsabilidad es un arte perdido. Muchas personas tratan de ocultar sus errores por temor a las consecuencias de admitir un fallo. Demuéstrale a tu jefe que no te da miedo admitir tus errores y esto le sorprenderá. Cuando cometas un error, pon a tu jefe sobre aviso y ten una solución preparada. Y, aún mejor, dile los pasos que ya has llevado a cabo para resolver el problema.

Todo el mundo comete errores. Pero tú te destacarás del resto si le demuestras a tu jefe que puede confiar en ti y que eres creativo y proactivo ante tus propios errores.

4. En lugar de pedir que te enseñen algo, hazlo por tu cuenta

Un consejo laboral típico es pedirle a tu jefe que te apunte a unas clases o a algún taller para mejorar tus habilidades. Pero aquí no estamos tratando lo típico, sino aquello que haga que tu jefe quede impresionado contigo. Fórmate a ti mismo en tu tiempo libre. No tiene por qué ser algo caro; hay muchos cursos por internet gratuitos o muy baratos. Mientras todo el mundo le pide al jefe que le apunte a un curso, tú puedes decirle que ya has hecho el curso y tu iniciativa se verá recompensada. Le ahorrarás dinero a tu empresa, te destacarás sobre el resto y aumentarás tus conocimientos y habilidades al mismo tiempo.

5. Sé proactivo

Cualquier persona (bueno, prácticamente cualquiera) puede hacer lo que se le pide. Pero para impresionar a tu jefe, tienes que ser proactivo. Si ves un problema, arréglalo. Si ves que hay algo que no se ha hecho, hazlo. Compila una guía práctica para los nuevos empleados, registra tus procesos y averigua en qué punto puedes aligerarlos o haz cualquier otra cosa que se te ocurra para marcar la diferencia.

Los jefes aprecian la iniciativa más que cualquier otra cosa. Les encanta que te des cuenta de algo que puede ser útil para la empresa a largo plazo, y luego no te olvides de comentárselo a tu jefe, por supuesto. Pero si lo haces únicamente con la intención de manipular o de hacer quedar mal a tus compañeros, entonces esto solo es hacer la pelota. No hay nada malo en adjudicarte tus propios logros.

6. Establece relaciones con otros departamentos

Es casi seguro que, en cierto momento, tu departamento va a necesitar la ayuda o la colaboración de otra área de la empresa. Una forma excelente de impresionar a tu jefe es establecer relaciones por toda la empresa. Las interacciones entre empleados son casi siempre mucho más efectivas que los intercambios entre departamentos. Puedes alegrarle el día a tu jefe diciéndole «¿Por qué no me encargo yo de esto? Conozco a alguien que nos puede echar una mano al momento».

7. Mantén la calma ante una crisis

Pocas cosas llamarán más la atención de tu jefe que tu habilidad para capear un temporal. Ya se trate de un conflicto entre personas, de un pánico generalizado por el cambio de una norma o de lo que sea, asegúrate de ser el único que se mantiene calmado, en su sitio y en control de sus emociones. Tu compostura y tu habilidad para pensar fríamente durante una crisis demuestran potencial de liderazgo, y los líderes consiguen ascensos.

Resumiendo

Las personas que más logran son aquellas que añaden más valor. Al fin y al cabo, los negocios consisten en obtener un beneficio, por lo que lo que tú quieres es que tanto tu jefe como tu empresa sepan que van a obtener grandes beneficios a cambio del tiempo y el dinero que están invirtiendo en ti.

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