El mercado impone a la industria de la tecnología grandes esperanzas, y cuando estas no se cumplen, su ira es terrible.
Las empresas de tecnología cuyas ganancias han decepcionado a sus inversores están pagando un precio increíblemente elevado este trimestre, poniendo de manifiesto las altas expectativas de Wall Street en el sector en un momento de crecimiento económico irregular.
Las acciones de Twitter (NYSE: TWTR), Baidu (NASDAQ: BIDU), LinkedIn (NYSE: LNKD y Yelp (NYSE: YELP) se desplomaron un 10% la semana pasada, el día después de publicar sus ganancias del segundo trimestre. IBM (NYSE: IBM), el fabricante de microchips Micron Technology (NASDAQ: MU) y el gigante del software Microsoft (NASDAQ: MSFT) perdieron, cada uno de ellos, 4.000 millones de dólares de valor de mercado el mes pasado después de publicar unos informes de ganancias y unas previsiones financieras mediocres.
Este descenso se ha producido en el contexto de una temporada de ganancias, la del segundo trimestre, ligeramente optimista. Las empresas de tecnología, en su conjunto, han registrado un crecimiento mayor de lo esperado, mientras que las empresas del S&P 500 han mostrado un descenso en sus beneficios menor de lo esperado.
Pero, como contrapartida, la pena impuesta a las empresas tecnológicas que no han logrado cumplir las expectativas se ha endurecido. Durante el pasado trimestre, las acciones de las empresas de tecnología del índice S&P 500 que no lograron alcanzar las estimaciones de Wall Street tanto en los ingresos como en sus ganancias han quedado a la zaga de los 7,2 puntos porcentuales del índice desde el momento anterior a la publicación de sus ganancias hasta el siguiente cierre de operaciones, según un análisis realizado por RBC Capital Markets. Esto en comparación con una bajada media de 4,2 puntos porcentuales durante los últimos 14 trimestres.
Las empresas cuyas acciones han registrado grandes ganancias durante el pasado año han sido las más vulnerables. Por su parte, las valoraciones insuficientes que se tiene de muchas empresas tecnológicas y los vientos en contra a los que tienen que enfrentarse las empresas, que van desde un comedido crecimiento económico tanto a nivel mundial como de los EE. UU. hasta un dólar más fuerte que está limitando las ganancias de las ventas en el extranjero, acentúan la respuesta negativa de los inversores.
Darrell Cronk, presidente del Wells Fargo Investment Institute, dice:
«Las expectativas eran muy altas por lo que respecta al trimestre pasado. Al no cumplirlas, las empresas tienden a sufrir un duro golpe».
Sin embargo, las empresas que han podido presumir de un crecimiento constante de ingresos de dos dígitos han sido exaltadas por los inversores más voraces. El índice Nasdaq Composite se ha elevado un 8,3% este año y estableció varios récords en julio. Por su parte, el S&P 500 ha subido un 2,2% y no ha alcanzado un nuevo máximo desde mayo.
Algunas empresas de tecnología agraciadas están cotizando ahora con una relación precio/ganancias desorbitada. Existe el temor de que si la economía de EE. UU. crece a un ritmo de tan solo el 2% al año durante los próximos años, entonces muchas de las empresas no podrán mantener las ganancias de dos dígitos.
El índice Nasdaq Composite está cotizando ahora a 22,7 veces sus ganancias de los últimos 12 meses. Si bien esto queda muy lejos de su P/E de 69,4 de principios del año 2000, es una cifra que supera su media de los últimos 10 años de 20,2 veces sus ganancias, lo que tiene a algunos inversores preocupados por la cuestión de cuánto más pueden seguir subiendo las acciones.
Otro factor que contribuye a preocupar a los inversores es una subida bastante probable en los tipos de interés, que ha estado en unos niveles cercanos a cero desde la crisis económica. Los inversores han estado gastando dinero en el mercado de valores a manos llenas debido a los débiles rendimientos ofrecidos por los bonos. Si la Reserva Federal empieza a aumentar los tipos de interés, tal y como se espera, otras clases de activos podrían ser más competitivas para los dólares de los inversores.
Bob Browne, director de inversiones en Northern Trust, comenta:
«Muchas de las operaciones del sector tecnológico se encuentran en una relación P/E más elevada respecto al mercado en general. Cuando tu empresa no crece, los inversores se muestran comprensiblemente feroces».
Sin duda, muchas empresas tecnológicas siguen beneficiándose de la confianza de los inversores en empresas que cuentan con unas perspectivas de crecimiento que se consideran fuertes. Las acciones de Amazon (NASDAQ: AMZN), Google (NASDAQ: GOOG) y Netflix (NASDAQ: NFLX) publicaron cada una unas ganancias porcentuales de dos dígitos el día después de publicar sus últimos resultados trimestrales. El valor de mercado de Google aumentó 81.000 millones de dólares en julio y el de Amazon 49.000 millones de dólares.
Pero también ha habido numerosas bajadas marcadas. Para Twitter (NYSE: TWTR), por ejemplo, la subida del 61% en los ingresos del segundo trimestre no ha sido suficiente para contentar a los inversores. Los ingresos superaron las expectativas de los analistas, pero la demanda de anuncios de respuesta directa de la empresa de redes sociales se ha reducido y Twitter ha mostrado un crecimiento muy pobre en cuanto a sus usuarios principales. En consecuencia, las acciones cayeron un 15%.
El miércoles, las acciones de Yelp (NYSE: YELP) se desplomaron un 25%, hasta un mínimo de dos años, después de que la compañía dijera que espera que el crecimiento de sus ingresos se desacelere a lo largo del año. Yelp estaba cotizando en torno a 69 veces sus ganancias de los últimos 12 meses, por delante de su último informe trimestral.
LinkedIn (NYSE: LNKD) cayó un 11% el viernes, un día después de que la empresa de relaciones profesionales publicara unas cifras que algunos inversores atribuyeron a problemas en sus negocios principales.
En cuanto a Baidu (NASDAQ: BIDU), una empresa china de búsquedas por internet, los gastos cada vez mayores espantaron a los inversores, a pesar de un aumento del 38% en sus ingresos. Las acciones cayeron un 15%.
Todas estas empresas han sido favoritas de los inversores varias veces durante los últimos años, pero incluso las empresas que no están sujetas a expectativas desmedidas están viéndose gravemente afectadas. IBM (NYSE: IBM) cayó el mes pasado un 5,9% después de publicar que sus beneficios del segundo trimestre habían superado ampliamente las expectativas, pero cuyos ingresos han caído durante trece trimestres consecutivos, no alcanzando así las estimaciones de los analistas.
El precio de las acciones del gigante tecnológico ha bajado como consecuencia de los resultados de siete de los ocho últimos trimestres, pero el descenso medio ha sido del 3,8%, según FactSet.
Si «no hay crecimiento y pierdes cuota de mercado, o bien si tu producto no mejora, entonces eso envía un mensaje negativo a los inversores, en especial en una economía de crecimiento lento en la que no es posible tener un crecimiento económico que te saque de apuros en caso de necesidad» comenta Bob Browne de Northern Trust.