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Tras la dura crisis y las medidas de austeridad, los ciudadanos han votado a alcaldes de partidos progresistas en las últimas elecciones municipales. Lo primero que han hecho estos es empezar a ir al trabajo en bicicleta o metro, y no el caros coches de lujo como sus predecesores.

Es uno de los síntomas claros de que los políticos progresistas están empezando a extenderse en España: los alcaldes de las tres ciudades principales del país están siendo elogiados por los ciudadanos por su uso del transporte público para ir al trabajo. En mayo, Madrid, Barcelona y Valencia eligieron alcaldes sin experiencia previa en política pertenecientes a coaliciones de izquierda en línea con Podemos, el nuevo partido antiausteridad de España. Dado que los alcaldes asumieron su cargo en junio, sus hábitos corrientes de desplazamiento al trabajo se han ganado el corazón de muchos de los habitantes de la ciudad, que han inundado las redes sociales con fotografías de los políticos en el metro o en bicicleta.

La nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de 71 años, que nunca usó un coche oficial durante los muchos años que ejerció como jueza de un tribunal superior, ha convertido esta práctica en su nuevo gancho.

La alcaldesa de Barcelona, la activista contra los desahucios Ada Colau, conocida por haber sido arrestada por la policía por sus protestas antidesahucio, sigue yendo al trabajo en metro.

«LOL, hoy he visto a Colau en el metro».

El nuevo alcalde de Valencia, y amante de las bicicletas, Joan Ribó, ha anunciado que planea cambiar el Audi 8 de su predecesor por un Ford Mondeo.

«Ribó llega al ayuntamiento en su primer día como alcalde».

«Ada Colau en el metro, después de visitar Nou Barris el lunes (fotografía de Ricard Cugat para El Periódico)».

Otros comentarios expresan que ese comportamiento es más un teatro y señalan que los alcaldes siguen usando el coche.

También hay puntos negativos debido a la inexperiencia de los políticos. Si bien han ganado popularidad gracias a sus hábitos poco convencionales, también han sido muy criticados por ser antiguos activistas.

En Madrid, por ejemplo, los conservadores han pedido la dimisión de la portavoz de la alcaldesa Carmena, Rita Maestre, por participar desnuda en una protesta a favor del aborto en 2011 dentro de una capilla universitaria. Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Rita Colau, ha sido criticada por contratar como director de comunicaciones a un antiguo activista contra la pornografía que, en una ocasión, participó en una performance que incluía orinar en una de las calles de la ciudad.

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