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La mayor economía de Asia está ralentizándose, la Reserva Federal va a poner en marcha un ciclo alcista de los tipos de interés y China acaba de devaluar su moneda.

La cadena de eventos que se produjo en 1994 desató una ronda de competitivas devaluaciones de monedas que contribuyó a desencadenar la crisis financiera asiática, con fracasos de bancos y empresas y recesiones en gran parte de la región.

¿Está presagiando el actual caos de mercado otra caída en el plano regional?

Ciertamente existen paralelismos, pero también importantes diferencias. En esta ocasión, las economías asiáticas tienen saldos en cuentas corrientes, situaciones fiscales y reservas de divisas más fuertes que suponen un mayor amortiguador frente a las turbulencias.

Los riesgos se están creando a pesar de ello a medida que el giro drástico de la política del yuan el 11 de agosto genera ondas de sorpresa en todo el mundo desde Vietnam a Kazajistán y amenaza a las economías de mercado emergentes y vulnerables desde Brasil a Turquía. La liquidación mundial se agudizó el lunes, con los índices estadounidenses mostrando más pérdidas.

La devaluación del yuan chino está en la cima de una profunda ralentización en la segunda economía mundial y la mayor de Asia (Japón era la número 1 en 1994) y el desplome de los productos básicos que está dañando a países como Brasil, Australia, Malasia y Sudáfrica. Las empresas chinas amenazan ahora con desplazar las exportaciones desde los mercados asiáticos y emergentes competidores justo cuando la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos se prepara para elevar los tipos de interés por primera vez desde la crisis económica mundial.

«Tormenta desagradable»

«Una tormenta desagradable es probable, no solo posible» en países como Brasil y Sudáfrica, dijo Stephen Jen, cofundador del fondo de cobertura con sede en Londres SLJ Macro Partners LLP.

«Pero no preveo una crisis o incluso momentos muy tensos en Asia. La principal razón es que la crisis asiática de 1997 ya limpió el sistema financiero asiático y la resistencia de Asia debería ser mayor».

Antes de 1994 Asia era la amante del mundo de las inversiones y era vista por algunos como el milagro de crecimiento del siglo XX. Esa euforia no duró mucho tiempo.

La devaluación de China de hace 21 años se cita con frecuencia como la causa de la consecuente crisis de los mercados emergentes, mientras que el alza de tipos de la Fed de ese mismo año fue el desencadenante, según Lombard Street Research.

Este año, el movimiento sorpresa de la moneda china ha causado que Vietnam devalúe el dong. La moneda de Kazajistán cayó más de un 20 por ciento frente al dólar el pasado jueves cuando el país renunció al control de su tipo de cambio. El rand sudafricano y la lira turca tienen pérdidas prolongadas.

«Ajuste a la baja»

«El ciclo de ajustes a la baja en Asia comenzó en 2013. Este ciclo ha sido y seguirá siendo doloroso», escribieron economistas de Morgan Stanley, entre los que se encontraba Chetan Ahya en Hong Kong, en un informe el lunes. A pesar de que es probable que continúe la recesión, «creemos que el escenario de 1997-98 es improbable».

Un perfil de deuda más nacional, la presencia de presiones deflacionistas persistentes, excedentes de la balanza por cuenta corriente, tipos de cambio flexibles y reservas de divisas adecuadas otorgan a los responsables de formular políticas en la región mayor control sobre las condiciones de liquidez, escribieron.

La crisis asiática trató sobre tipos de cambio fijo indefendibles respecto al dólar, reservas de divisas inadecuadas y una exposición intensa a entradas de dinero especulativo, dice Stephen Roach, investigador en la Universidad de Yale.

Deuda del dólar

Las circunstancias de hoy en día son diferentes en ambos lados. Pero existe una similitud inquietante: El riesgo de China de cerca de 1 billón de dólares de deuda bancaria, en dólares, a medida que el carry trade del yuan comienza a liberarse después de la devaluación del Banco Popular de China, ha dicho Roach, quien fuese economista jefe mundial para Morgan Stanley durante la crisis financiera en Asia.

Una moneda local más débil contribuye a aumentar la carga de deuda para las empresas chinas, ya presionadas, y que ahora tendrán que pagar más yuanes por sus reembolsos en dólares estadounidenses.

Asia también se enfrenta a una nueva vulnerabilidad: la absoluta dependencia de las economías regionales a una China que se encuentra en desaceleración, dijo Roach. A mediados de la década de 1990, la fuerte economía de EE. UU. era el principal comprador de productos de la región. Según dijo Roach.:

«Esto significa que a medida que las exportaciones chinas se hunden - y están cayendo de manera bastante significativa ahora mismo (menos 8,3 por ciento interanual en julio)- significa problemas para el resto de la Asia dependiente de China».

El yuan caerá hasta 6,5 frente al dólar a finales de este año y 6,9 a finales de 2016, llevándolo cerca de una devaluación del 10 por ciento, según Bank of America Merrill Lynch.

Las ondas del yuan

Jen estima que una devaluación del 10 por ciento en el yuan creará movimientos entre el 5 y el 20 por ciento en el resto de Asia.

En Asia, Vietnam, Tailandia, Corea del Sur y Malasia son más vulnerables a la devaluación, mientras que en Europa, Hungría y Polonia se encuentran en riesgo y Turquía podría sufrir la que más, según el economista Shweta Singh de Lombard Street Research en Londres.

No todos están de acuerdo en que Asia está preparada para otra crisis. La idea de que la devaluación del yuan desencadenó una secuencia de eventos que culminó en una crisis es «la vieja mentira que no se va a sacrificar», dijo David Loevinger, una antiguo especialista en China del Tesoro estadounidense que hoy en día es analista en TCW Group Inc. en Los Ángeles.

La devaluación del yuan de hace una generación fue más sintomática de otros problemas a los que se enfrentaba la región en esa época y no un desencadenante causal de la crisis consiguiente, ha dicho Glenn Maguire, economista en Singapur para el Australia & New Zealand Banking Group Ltd. Debido a que las monedas asiáticas ya no están vinculadas al dólar, ya que muchas naciones se vieron muy afectadas en la última crisis, la región tiene ahora una mayor habilidad para ajustarse a las circunstancias cambiantes, dijo.

¿Despegue más lento?

Las perspectivas de la política monetaria estadounidense también son muy diferentes. A pesar de que la Fed aumentó los tipos de manera agresiva en 1994, el empeoramiento de las perspectivas para un crecimiento mundial y una apreciación del dólar implica que la probabilidad de un aumento en los tipos de interés ha caído por debajo del 50 por ciento, según Credit Suisse Group AG.

Los paralelismos con este año incluyen vulnerabilidades en «un grupo de países emergentes en el mundo», incluyendo toda América Latina, Turquía y Sudáfrica, ha dicho Shane Oliver, jefe de estrategia de inversión del gestor de fondos AMP Capital Investors Ltd en Sídney, que supervisa alrededor de 114.000 millones de dólares. «China ha introducido un gato en el palomar», dijo.

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