La tasa clave de los fondos federales dependerá de los resultados del informe sobre el estado del mercado laboral. Si los resultados son positivos, es posible que la Fed suba los tipos de interés.
La semana fuimos testigos del lado positivo, negativo y más amargo del miedo sobre el rumbo de la economía mundial.
El Dow Jones cayó 1.000 puntos poco después de abrir el lunes, a medida que los mercados globales se desplomaban y los temores acerca de la magnitud de la desaceleración económica en China se propagaban por todo el mundo.
Por otra parte, el Dow Jones también registró el mejor repunte de dos días de su historia el jueves, tras enterarse de que la economía de EE. UU. va, de hecho, bastante bien.
Y no nos olvidemos de las señales contradictorias de la Reserva Federal (¡una vez más!) sobre una posible subida de los tipos de interés en septiembre, a menos de tres semanas a partir de ahora.
La sólida y estable economía estadounidense sigue destacándose frente a la confusión que reina a nivel mundial y el informe decisivo del próximo viernes sobre empleo proporcionará una interesante revisión del estado de América, que podría confirmar la fuerza de su economía.
¿Por qué este informe sobre empleo es tan importante?
Este informe sobre empleo es fundamental porque juega un papel determinante en la decisión de la Reserva Federal, haciendo que el banco central pudiera elevar sus tipos de interés de referencia por primera vez en una década este septiembre.
Dependiendo de si el mercado laboral estadounidense parece fuerte, esto podría animar a los miembros del comité de la Reserva Federal a aumentar los tipos de interés en septiembre, a pesar de las recientes turbulencias del mercado de valores mundial.
Una buena cantidad de trabajo generado sería cualquier cosa por encima de los 200.000 puestos de trabajo.
Todo el mundo prestará especial atención al crecimiento de los salarios el viernes, que constituyen un indicador clave de inflación, uno de los dos criterios fundamentales de la Reserva Federal para justificar un alza de los intereses.
El comité de la Reserva mantiene una reunión decisiva 10 días después de que se publique el informe sobre empleo. Tan solo hay otros dos datos (las ventas al por menor y la inflación) que siguen al empleo en importancia, por lo que este informe sobre empleo tiene muchísimo peso.
Acabamos de enterarnos de que la economía de EE. UU. ha tenido una primera mitad de año mejor de lo que se esperaba: el Departamento de Comercio corrigió significativamente los datos del crecimiento económico de EE. UU. entre abril y junio del 2,3% al 3,7%.
«Si observamos las cifras de la economía de EE. UU., estas presentan un buen caso de cara a septiembre» comenta Paul Ashworth, jefe de economía estadounidense de Capital Economics.
Una subida de los tipos de interés implicaría un voto de confianza por parte de la Reserva Federal sobre el buen estado y el rumbo futuro de la economía del país. No obstante, los inversores temen que una subida de los tipos de interés por parte de la Reserva obstaculice el impulso del mercado alcista de 6 años de duración.
El contagio de China podría llegar hasta la Fed
La economía mundial, y con esto nos referimos a China y su impacto, podría rebasar cualquier progreso positivo de la economía estadounidense.
La última sacudida del mercado se remonta a hace dos semanas, cuando China decidió devaluar su moneda, el yuan. Esto hizo surgir inmediatamente preguntas sobre si la economía de China está realmente creciendo a un ritmo del 7%, tal y como asegura el gobierno. Según comenta Tim Anderson, presidente de MND Partners:
«Nadie cree realmente que China esté creciendo al 7%».
Esta devaluación se vio seguida por la principal caída en seis años del índice manufacturero de China. La locura se apoderó de los mercados de todo el mundo, alargándose hasta la semana pasada. El Dow Jones entró en corrección el lunes pasado y nueve países (incluyendo a Brasil, Alemania y Taiwán) vieron cómo sus acciones caían hasta un mercado bajista.
Las monedas de muchos mercados emergentes (desde Colombia hasta Indonesia) cayeron estrepitosamente frente al dólar estadounidense.
Estos países están mucho más expuestos a la recesión de China que Estados Unidos. El destino de estos países puede afectar a su comercio con EE. UU. y, en última instancia, a la economía estadounidense.
En medio del clima de volatilidad, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, dijo el miércoles pasado que una subida de los tipos de interés en septiembre parecía «menos convincente» que hace tan solo unos semanas. En resumidas cuentas, la crisis del mercado de valores influye en la decisión de la Reserva Federal sobre una subida de los tipos de interés.
Sin embargo, el vicepresidente de la Reserva Federal, Stanley Fischer, no se hizo eco de este sentimiento, ya que, según dijo a la CNBC el viernes, es demasiado pronto para emitir juicios en cualquier dirección sobre lo que podría ocurrir en septiembre.
Quizá los posos del té de la Reserva Federal sean más fáciles de leer el viernes, tras la publicación del informe sobre empleo.