Giro en la situación del yuan
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A pesar de las turbulencias del mercado, la influencia de China sigue en aumento, y el yuan se utiliza cada vez más en el comercio internacional.

Desde la devaluación del yuan chino siempre ha habido un nuevo discurso –de tendencia bajista – en cuanto a la política sobre la divisa china. La devaluación generó la especulación de que iba a haber todavía una mayor devaluación, lo que ha obligado a que el dinero salga de China. Esto supone que el yuan tienda a la baja y el discurso dominante ahora es que el yuan está sobrevalorado y necesita que su valor descienda.

Irónicamente, no hace mucho, el discurso se centraba en la hipótesis de que la moneda china está infravalorada. De hecho, los políticos americanos insistían en que los chinos permitían que la divisa fluctuara en la creencia de que la moneda infravalorada subiera e hiciera que el dólar (y por tanto las exportaciones de EE. UU.) fueran más baratas (y en consecuencia más atractivas) en el mercado mundial y en términos del yuan en particular. La supresión de la divisa estaba relacionada con la acumulación de reservas de bonos del Tesoro de EE. UU. Los comentaristas asumieron que China compraba deuda para mantener su valor (y por extensión el valor del dólar americano) mientras aumentaba la cantidad del yuan en el mercado y se suprimía su precio. Como resultado, las últimas noticias sobre la desaparición récord de la reserva de divisas en China se han interpretado como una tendencia bajista del yuan y como una acción de los chinos de intentar proteger el valor de su divisa

Esta interpretación es generalizada:

  1. New York Times: El éxodo de dinero de inversores se aceleró el mes pasado después de que China tomara la decisión por sorpresa el 11 de agosto de devaluar el yuan al máximo durante dos décadas. Las reservas de divisas en China cayeron en 94.000 millones de dólares en el mes, según la publicación del lunes, cuando el banco central articuló una agresiva defensa del yuan.
  2. WSJ: China empleó sus reservas para estabilizar el yuan después de que el banco central devaluara la divisa el 11 de agosto, una iniciativa que aumentó las preocupaciones sobre el crecimiento de la segunda economía más grande del mundo y desencadenó una brusca liquidación en todos los mercados de valores del mundo.
  3. Reuters: Las reservas de divisas extranjeras en China publicaron su mayor caída récord del mes en agosto, lo que reflejaba los intentos de Pekín de frenar un descenso del yuan y de estabilizar los mercados financieros tras su iniciativa sorpresa de devaluar la divisa el último mes.

Estamos estupefactos. Si esto es cierto, entonces el yuan ha pasado de ser una divisa devaluada que fue suprimida a ser una divisa sobrevaluada para ser defendida. Además, esto significa que los chinos han devaluado el yuan (se supone que para abaratarlo en el mercado internacional) con el único deseo de que su valor aumentara.

No existe una lógica sobre esto salvo que le demos muchas vueltas. Por tanto rechazamos la tesis como improbable, insostenible y además inconsistente con dos discursos predominantes más amplios, esto es; el ascenso a largo plazo del yuan como divisa mundial, la constante guerra mundial de divisas y la tendencia china a pensar a largo plazo, que no se presta a una tesis que se resuma en general como: «los chinos no comercian con el yuan».

Además, sospechamos que la devaluación no era realmente un hecho tan importante, ya que el valor de esta divisa ha fluctuado de forma regular contra el dólar americano a pesar de la poca paridad. Las fluctuaciones entre alguna de estas dos divisas y otra divisa mundial más importante sin paridad con el dólar americano han sido mucho más sustanciales. En realidad, la reciente solidez del dólar americano (y del yuan por extensión) es la principal causa probable de los datos del débil comercio chino, que se revela en términos del yuan (básicamente dólares americanos). Por tanto, creemos que la devaluación del yuan fue simplemente una acción provocada por el deseo de China de reducir el impacto contradictorio del fuerte dólar americano del pasado año.

Lo que los inversores no saben realmente

Hemos visto evoluciones tremendas del yuan como divisa internacional en consistencia con su ascenso acelerado hacia un status de divisa de reserva. Estas evoluciones son más sutiles que una devaluación de la moneda, incluso dentro de su contexto, la devaluación no puede apenas tener un peso sustancial en una evaluación macroeconómica de la economía china ni del sistema financiero mundial. En términos generales, hay tres.

  • En primer lugar, el mayor comprador en el mundo de deuda (últimamente de forma intermitente) se ha convertido ahora en vendedor. Esto es horrible para el cuadro de la oferta/demanda de la deuda estadounidense. Ello también perjudica al valor en el mercado de las posesiones que todavía tiene China, lo que significa que los chinos tienen ahora menos cuidado de evitar las consecuencias de una venta masiva de valores denominados en dólares. Esto sugiere que confían más en su acceso a capital y recursos en todos los escenarios menos probables. Es difícil imaginar que esta venta masiva de valores no vaya acompañada de una turbulencia financiera (que sí ha sido así), y de una debacle financiera (todavía por ver), cuya magnitud debe reflejar la enorme burbuja que se desinfla.
  • Segundo, los chinos han pasado a dominar de manera firme el mercado de oro. El SGE es actualmente el mercado de oro más grande del mundo, y los derivados del papel van por delante del oro físico como primer bien que cotiza en el COMEX. Además, los chinos importan y producen más oro que cualquier otro país de la tierra. Aunque dicha evolución pueda parecer tangencial, es importante observar que prácticamente todos los grandes poderes en la historia reciente han poseído una enorme cantidad de oro y han incorporado este bien de manera significativa en su sistema financiero. Por tanto podemos esperar algo similar de los chinos. Esto tendrá un impacto duradero en la percepción pública del valor del yuan que eclipsa a una devaluación del 3% en una sola ocasión.
  • Tercero, se está considerando que el yuan chino forme parte del SDR. Esta es una señal de que el yuan se tiene en cuenta, y de que está adquiriendo importancia en el sistema financiero mundial. El rechazo es solo temporal si tenemos en cuenta que el yuan está creciendo a nivel mundial: no nos importa realmente si para 2016 o 2020 – el yuan está creciendo en importancia en el mercado mundial, en gran parte a costa del dólar americano.

Cuando tenemos en cuenta estas realidades, una pequeña devaluación de esta moneda en relación al dólar americano parece insignificante.

En conclusión

La devaluación del yuan fue con gran probabilidad una decisión basada en la debilidad a corto plazo de las divisas de los más grandes socios de comercio de China, y no debería tomarse en sí misma como un hecho importante.

Es increíble cómo esta simple realidad es eludida por la gente, quien iguala un repunte a corto plazo del USDCNY con la supremacía del dólar americano, y que es tan contraria a aceptar cualquier otra realidad, que interpreta la venta de liquidación nominal de bienes denominados en dólares americanos más grande de la historia como una revalorización del dólar.

Sin embargo, lo absurdo de esta intuición no ha evitado que los expertos sostengan que lo que estamos presenciando es el mantenimiento de una moneda que se tambalea, aunque reconozcan que la devaluación inicial fue el resultado de la intervención china.

Además de esta idea ridícula a simple vista, hemos visto que esta explicación no concuerda con dos discursos más amplios y las premisas de las políticas chinas, que incluyen que los chinos planifican a largo plazo. Aunque no podemos contar con los chinos como planificadores centrales para muchas cosas, sí pueden planificar y pensar muy a largo plazo (por ejemplo; en décadas). Así que somos naturalmente escépticos sobre las explicaciones de los recientes acontecimientos que asumen que los chinos actúan caprichosamente hasta que se demuestre lo contrario.

Definitivamente, el desarrollo a largo plazo de China continuará aunque se enfrente a retrocesos (como ocurrió con EE. UU. en su ascenso al poder mundial) e incluso a devaluaciones (como vimos con el dólar americano en 1933). El ascenso de China como poder financiero continúa creciendo mientras su moneda siga viendo un mayor uso en el mercado internacional a expensas del devastador dólar americano. No vemos ninguna evidencia que nos lleve a la conclusión de que su desarrollo ha dado marcha atrás.

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