¿Quién es Janet Yellen?

Janet Yellen es, probablemente, la mujer más poderosa del mundo. En realidad, todavía pocos americanos han oído hablar de ella. Según una encuesta de la NBC/WSJ de marzo, alrededor de un 70% de la población estadounidense no sabe quién es Yellen.

Como directora del banco central americano, la Reserva Federal, Yellen ha influido de forma increíble en los mercados financieros globales y en la economía de Estados Unidos. Se pueden ganar o perder billones de dólares dependiendo de la forma en que los inversores interpreten cada palabra que sale de la boca de Yellen.

Pero los mercados financieros volátiles es lo último que quiere Yellen. De hecho, a menudo habla con voz monótona sobre la política de la Reserva Federal, en un intento de evitar palabras o entonación que pueda inquietar a los inversores.

Yellen se ha forjado un carácter tranquilo desde sus tiempos de secundaria en Brooklyn, Nueva York, donde se graduó con las mejores calificaciones. Sobre la marcha, Yellen ha impresionado a mucha gente, y no solo por su inteligencia y su forma de actuar bajo presión. También ha cautivado a los amigos con sus habilidades para la cocina y su gusto ecléctico por diferentes tipos de alimentos.

Yellen está siendo ahora un importante foco de atención. Ella y la Reserva Federal podrían hacer historia el jueves con un movimiento que puede afectar a millones de americanos y mercados financieros globales.

Se espera que los miembros del comité de la Reserva Federal voten pronto para aumentar la tasa de interés principal por primera vez en casi una década, si no es esta semana, será pronto. Un aumento de la tasa será una señal de que la Reserva Federal considera que la economía de Estados Unidos va bien. Pero corre el riesgo de desencadenar violentas oscilaciones en los mercados globales.

Una parte considerable del tiempo de Yellen hasta ahora como directora de la Reserva Federal ha sido una continuación de las políticas de su predecesor, Ben Bernanke. Pero los expertos dicen que la manera y el momento en que Yellen se ocupe del primer aumento de tasas y los que le seguirán definirán su legado. Gus Faucher, economista sénior de PNC Financial Services, dijo:

«Creo que cuando entremos en el aumento de las tasas, va a ser la era Yellen. Esto determinará que siga siendo o no directora de la Reserva Federal».

Los amigos de Yellen, antiguos funcionarios de la Reserva y economistas independientes dicen que es modesta, fría bajo presión y siempre totalmente informada a la hora de tomar decisiones, incluso cuando afronta serias incertidumbres.

No es que Yellen no haya pasado todavía por situaciones complicadas. Fue alto cargo de la Reserva durante la crisis financiera y la recesión.

Andrew Rose estaba con ella cuando uno de los terremotos más devastadores asoló la zona. Fue el 17 de octubre de 1989 y el terremoto de la Loma Prieta se extendió por el área de San Francisco, acabando con la vida de docenas de personas e hiriendo a miles de ellas.

Tanto Rose como Yellen eran profesores de la Universidad de California, Berkeley.

Mientras las paredes y el suelo temblaban delante de él, Rose pensó que Yellen sería la última persona viva que vería.

Janet Yellen con su antiguo compañero de trabajo y profesor de Berkeley Andrew Rose y el hijo de este

Los dos se encontraban en el sexto piso del edificio de un viejo campus. Rose corrió rápidamente hacia el marco de una puerta buscando seguridad pero vio que Yellen no hacía lo mismo. Yellen se quedó en su escritorio.

«Estaba razonablemente tranquila. No lloró ni gritó», dice Rose, profesor de economía y muy amigo de Yellen, que al final se fue hasta el marco de una puerta. «Si se comporta de este modo durante las siguientes crisis financieras – si hay alguna mientras ella esté –, creo que vamos a estar en buenas manos».

Muchos críticos de la Reserva dicen que hay una puerta giratoria entre el banco central y Wall Street, pero Yellen trata con la mayoría de sus amigos y economistas como una americana más de la calle.

De hecho, a diferencia de muchos otros miembros de la Reserva, ella nunca ha trabajado en Wall Street. Creció en un barrio de clase media. Rose, su antiguo compañero, cree que a Yellen no le interesa hacer grandes cantidades de dinero.

Pero está bastante interesada en la comida y en cocinar. A los amigos les gusta hablar de su delicioso pork chop y su increíble olfato para encontrar la mejor comida de la ciudad.

Volviendo a Berkeley, Yellen y otro gran amigo, James Wilcox, almorzaban a menudo en un insulso restaurante chino donde comían gambas Szechuan acompañadas de una bebida de cola baja en calorías.

A Wilcox, también profesor de Berkeley, no le sorprende que Yellen haya llegado a ser directora de la Reserva Federal. Pero no era un objetivo en su carrera mientras hablaban en sus especiales almuerzos. Este dice:

«No creo que ninguno de nosotros hubiéramos imaginado que… una persona con la que comíamos gambas Szechuan acabara siendo directora de la Reserva Federal», dice Wilcox. «Janet es la misma persona de siempre».

Otras personas se hacen eco de las impresiones de Wilcox: «Ya en secundaria, sabíamos que llegaría a algún sitio».

Glenn Khoury hizo secundaria con Yellen en la Fort Hamilton High School en Brooklyn. No eran íntimos amigos, pero se veían de vez en cuando. 52 años después de la graduación, Khoury todavía la recuerda como «claramente, muy brillante en lo referente a la economía».

«Lograba todo lo que se proponía», dice Khoury, en la actualidad gestor de relaciones de cliente de Compass Group, una empresa de servicios alimentarios.

Una vez, Yellen mostró su auténtica – aunque satírica – forma de ser. En su adolescencia, siendo redactora jefe de la revista del colegio, se ocupaba de entrevistar al graduado con las mejores calificaciones. Así que se entrevistó a sí misma.

«'Entiendo', comencé, 'que eres una alumna de último curso versátil, atractiva y con talento', se dijo Yellen bromeando en el artículo, que la biblioteca pública de Brooklyn tiene en sus archivos.

Y cuando se preguntó a sí misma lo que pensaba de ser periodista de secundaria, Yellen replicó: «¡Sin comentarios!»