¿Sería el mundo un lugar mejor si los más ricos repartieran su fortuna hasta el último millón? Vamos a intentar responder a la pregunta con la creación del índice de Robin Hood.
Seleccionamos 42 países con características demográficas y economías completamente diferentes, y luego comparamos los individuos más ricos con el porcentaje de la población que vive en la pobreza. Por cierto, solo en Chile, los Países Bajos, Francia y Australia la persona más rica es una mujer.
El índice muestra cómo el patrimonio neto de la persona más rica de cada país se compara con la vida de sus compatriotas calculando la cantidad neta en dólares que recibiría cada persona que vive en la pobreza si los activos de los ciudadanos más ricos fueran liquidados y redistribuidos. Hemos utilizado como puntos de referencia el Bloomberg Billionaire Index (Índice multimillonario Bloomberg) y la CIA World Factbook (Libro Mundial de Hechos).
El patrimonio neto de Bill Gates se convertiría en un pago único de 1.736 dólares si se repartiera al 15 por ciento de los estadounidenses más necesitados.
La gran población de la India significa que los 19.2 mil millones de dólares de Mukesh Ambani de patrimonio neto se traducirían en la cantidad más pequeña para los pobres de cualquier otro país de los analizados. Su patrimonio neto es 13,6 millones de veces mayor que el PIB de la India. Aún así, al ser el 30 por ciento del país pobre, sus riquezas se traducirían en 59 dólares para cada persona, suficientes para 118 comidas básicas a un precio de 35 rupias (50 centavos) y consistentes en arroz, dal, dos verduras, un pepinillo y tres chapatis.
Chipre y Suecia son los países donde los obtendrían la mayor cantidad, 45,987 y 33,149 dólares respectivamente, sin embargo, también son casos excepcionales. Tienen pequeñas poblaciones - la isla de Chipre en el Mediterráneo tiene 1,1 millones de habitantes - y el nivel de vida es bastante alta, mientras que Suecia se encuentra entre los más altos en lo que se refiere a PIB per cápita.
Cuantificar el impulso de cada pago es difícil ya que cada dólar permite comprar algo diferente en términos de moneda local. El umbral de pobreza es también diferente en cada país. Sin embargo, parece que una versión moderna de Robin Hood serviría de poco para mejorar las vidas de los más necesitados.