El Gobierno alemán considera que es hora de coger la batuta para encontrar la solución de las crisis mundiales. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con esto. ¿Por qué los alemanes tienen miedo de su pasado y Angela Merkel no?
Setenta años después de la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de la canciller Angela Merkel muestra su predisposición para asumir un papel más importante en la lucha contra las crisis del mundo sin temor a ofender a aliados como los EE. UU.
Merkel se ha visto obligada a asumir un papel más activo a nivel internacional por la crisis de los refugiados, y el miércoles animó a Europa a adoptar una «política exterior más activa», con mayores esfuerzos para poner fin a la guerra civil en Siria, de donde provienen millones de refugiados que huyen de su país en búsqueda de la seguridad.
Además de obtener la ayuda de Rusia, Turquía e Irán, Merkel dijo que iniciará diálogo con Bashar al-Assad, lo que la convierte en la primera líder occidental que apoya el inicio de las negociaciones con el presidente sirio.
La posición de Alemania como mayor economía de Europa permitió a Merkel y a su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, asumir un papel de liderazgo durante la crisis de deuda de la zona euro, centrada en Grecia, pero este cambio de enfoque que supone ir más allá de las fronteras de Europa es un asunto principalmente político.
Después de décadas de confianza en su capacidad industrial (ahora bajo escrutinio internacional debido al escándalo de Volkswagen), la globalización y la necesidad de mantener a Europa como una potencia relevante están dando a Merkel opciones para hacer de Alemania una potencia hegemónica menos reticente.
Magdalena Kirchner, analista de Oriente Medio en el Consejo Alemán de Relaciones Exteriores en Berlín, dijo por teléfono:
«Siria ha provocado un replanteamiento de la política exterior alemana. A medida que la crisis de los refugiados se iba desarrollando, nos dimos cuenta de que este conflicto no podía ignorarse. Con su posición en relación a la crisis, Merkel puede instar a otros líderes europeos a adoptar un compromiso internacional de mayor envergadura».
Merkel se dirigirá a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York el viernes para aprovechar el poder económico de Alemania y convertirlo en una fuerza para formular políticas globales. Después de haber estado al frente de las negociaciones de paz de Ucrania, Merkel también ha sido en parte la responsable del acuerdo nuclear con Irán y de los esfuerzos para estimular la acción contra el cambio climático de EE. UU. y otros países.
Kai-Olaf Lang, investigador sénior del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad en Berlín, dijo:
«Existe cada vez más conciencia por parte de la clase política, e incluso en cierta medida entre la población, de que Alemania tiene que asumir más responsabilidad, sobre todo en Europa y sus alrededores».
Aunque a menudo se ve impulsado por la política interna, el gobierno de Merkel ha ido más allá de las fronteras y «se ha desligado del pensamiento dominante» en relación a asuntos políticos tales como apoyar las sanciones económicas en Rusia, dijo. Se mantuvo firme en contra de las críticas de los grupos de presión industriales de Alemania el año pasado, e hizo imponer su postura de que en asuntos como la anexión de Crimea por parte de Rusia, la política debe triunfar por encima de los beneficios económicos.
Reunificación
ReunificaciónEl objetivo es la defensa de los «valores europeos», incluyendo la defensa del modelo legislativo, de ordenamiento y de democracia europeo, y la ampliación de los mercados de exportación de Alemania en un periodo en el que se enfrentan a la creciente competencia de China.
Sin embargo, un cuarto de siglo después de que la reunificación reintegrara a Alemania como país central de Europa, el pasar de su mera influencia industrial a convertirse en un país de gran importancia geopolítica sigue siendo un asunto controvertido para los socios europeos, los electores nacionales y algunos miembros de su gobierno.
Schäuble, el miembro más veterano de la cámara baja, o Bundestag, dio un discurso el miércoles que marca los 25 años desde que el este y el oeste de Alemania se reunificaran después de la caída del Muro de Berlín, y argumentó que el país debe asumir una mayor responsabilidad para ayudar a Europa a controlar sus «años de crisis».
Mientras que los alemanes todavía tienen dificultades a la hora de aceptar la creciente importancia de su país en el mundo, en parte «porque tenemos un pasado diferente a los demás», las fuerzas globales no permiten que el país se esconda, dijo Schäuble. Alemania «debe aceptar esta responsabilidad y hay que hacer justicia en esta Europa de los años de crisis, las crisis de toda Europa», dijo. «El deseo de mantenerse al margen de lo que ocurre en este mundo no es posible».
«Aprovechar las oportunidades»
Merkel sabe que el compromiso con Putin, Assad y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, conlleva riesgos y puede requerir concesiones, según declaró un funcionario del gobierno alemán que pidió no ser identificado.
Sin embargo, este tipo de enfoque es de gran importancia para el futuro de la UE, dijo el funcionario.
Merkel declaró ante el Bundestag el jueves en un discurso previo a su viaje a la ONU:
«Para dominar los grandes desafíos de nuestro tiempo, es decisivo que todas las medidas, todos los niveles y todas las instituciones se coordinen de forma lógica. Estoy totalmente convencida de que las oportunidades son mayores que los riesgos. Solo tenemos que reconocerlas y aprovecharlas».