Cómo las cuentas secretas en Suiza afectan a las economías emergentes.
Después de que un denunciante filtrara los detalles de las cuentas secretas de Suiza en el Banco Mundial HSBC a principios de este año, la reacción más fuerte provino de las economías avanzadas, donde los gobiernos lanzaron esfuerzos para reclamar el dinero de los impuestos ocultado en el extranjero.
Pero un nuevo análisis de la Coalición de Transparencia Financiera y Christian Aid demuestra que el impacto financiero de la pérdida de ingresos es mucho mayor en las economías en desarrollo que carecen de los recursos necesarios para perseguir a los evasores de impuestos.
La FTC organizó las cuentas suizas por país y las comparó con la producción económica anual de cada país para así hacerse una mejor idea de la cantidad de los fondos ocultos.
Las economías avanzadas, debido a la naturaleza de su tamaño, han tenido un impacto relativamente pequeño. Por ejemplo, los fondos ocultados en el extranjero por ciudadanos estadounidenses eran equivalentes al 0,08% del PIB del país. Mientras que 13 mil millones de dólares siguen siendo demasiado dinero escondido para evitar impuestos en un único banco extranjero, no se puede comparar con la situación a la que tienen que hacer frente países más pequeños.
Echándole un vistazo a la lista de los 50 países con dinero en cuentas del HSBC, se pueden diferenciar dos grupos: paraísos fiscales y economías en desarrollo. La lista de supuestos paraísos fiscales es más larga y refleja la práctica común de mover fondos ilícitos a través de una o más jurisdicciones secretas antes de llegar a su destino final:
Así que las Islas Vírgenes Británicas guardaron el equivalente a más de tres años de producción económica en cuentas secretas del HSBC; las Islas Caimán casi dos años; y las Bahamas, casi un año. No es la primera vez que el análisis del PIB revela algo sospechoso en paraísos fiscales caribeños.
Pero el mayor problema es el impacto de estas cuentas en las economías en desarrollo:
Liberia, marcada por la corrupción, guardaba el equivalente al 15% de su PIB anual en cuentas secretas del HSBC. Los desesperadamente pobres Cisjordania y Gaza tenían el 1,3% de su PIB en las cuentas HSBC. Cinco miembros de esta lista, Senegal, Burundi, Malí, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana, están en la lista de las Naciones Unidas de los países menos desarrollados del mundo. Pero guardan el equivalente al 1% o más de la producción anual en las cuentas secretas de un único banco. El probable impacto es mucho mayor.
Los lectores agudos pueden darse cuenta de que en la lista falta uno de los primeros 50. Se trata de Grecia, que estaba en la posición 47, pero no encaja en nuestra lista de economías en desarrollo o paraísos fiscales, a pesar de su desastroso sistema tributario. Los griegos ocultaron el equivalente al 1,07% del PIB en las cuentas del HSBC, o lo que es lo mismo, 2,6 mil millones de dólares.
La FTC está utilizando estas pruebas para argumentar que las reglas de reciprocidad en los nuevos sistemas de intercambio de información tributaria deberían descartarse. Si bien es un buen principio el hecho de que los países solo puedan acceder al tipo de información que están dispuestos a compartir, a menudo los gobiernos pobres no disponen de los recursos necesarios para recopilar los datos requeridos por estos acuerdos, no permitiéndoles el acceso a las bolsas. Y con mucho más dinero pasando secretamente de países de bajos ingresos a paraísos fiscales y economías avanzadas en vez de al revés, los intercambios dañan desproporcionadamente a las economías más pobres.