El presidente de VW advierte de que el escándalo de las manipulaciones podría amenazar la existencia de la compañía.
El recientemente nombrado presidente del consejo de Volkswagen AG (XETRA: Volkswagen [VOW3]), Hans Dieter Poetsch, advirtió a los directivos que el escándalo de las emisiones en los coches diésel podría suponer «una crisis definitiva para la existencia de la compañía», mientras suplicaba la confianza del público con anuncios a página completa en los periódicos nacionales.
El fabricante alemán de coches se enfrenta el miércoles a una fecha límite para presentar un plan para arreglar unos 2,8 millones de vehículos en su mercado doméstico. Poetsch dijo a los directores la semana pasada que estaba seguro de que el fabricante de automóviles con sede en Wolfsburgo, Alemania, superará la crisis si se aplica el esfuerzo necesario, según el periódico Welt am Sonntag.
Volkswagen y la industria alemana se han visto sacudidos por diversos cargos, imputados en primer lugar por los reguladores estadounidenses el 18 de septiembre, acerca de que la empresa había estado utilizando durante años un programa de software para engañar a los reguladores sobre las verdaderas emisiones de sus coches diésel. Al igual que los propietarios de 11 millones de automóviles afectados en todo el mundo, reguladores e inversores esperan respuestas, mientras que la crisis ha borrado de un plumazo casi 30.000 millones de euros del valor de la empresa.
Mientras que el nuevo director ejecutivo de Volkswagen, Matthias Müller, se compromete a reparar el daño causado, el fabricante de automóviles ha emprendido una campaña mediática que incluye un anuncio de mea culpa a página completa publicado en los principales periódicos alemanes para conmemorar el 25 aniversario de la reunificación del país.
En lugar de proclamar el cuarto de siglo de unidad alemana, la empresa utilizó letra pequeña en un amplio folio en blanco para decir que evitaría utilizar expresiones de celebración, asegurando en su lugar al público que resolvería la crisis.
«Solo queremos decir una cosa: haremos todo lo necesario para ganar de nuevo vuestra confianza», anunciaba el fabricante de coches el domingo en un anuncio.
Las declaraciones de Merkel
Tras haber permanecido prácticamente en silencio acerca del escándalo de las manipulaciones, la canciller Angela Merkel denominó a la revelación sobre el principal fabricante de automóviles alemán «un suceso dramático» y dijo que Volkswagen debe aclarar el asunto con rapidez. La canciller descartó un impacto a largo plazo sobre la industria del país. Merkel en la radio Deutschlandfunk en una entrevista:
«Creo que la reputación de la industria alemana y la confianza en Alemania como destino de negocios no se han visto tan afectadas como para que no se nos siga viendo como un buen destino de negocios».
Una investigación internacional ha revelado ya varios ingenieros que han admitido haber instalado el software fraudulento en 2008 en los modelos de motor diésel EA 189, según informó el domingo el periódico Bild am Sonntag. La decisión del chanchullo regulatorio llegó cuando unos ingenieros de proyecto determinaron que era imposible que se cumplieran tanto los estándares de las emisiones como los controles de costes, un aprieto que amenazaba con poner fin al importante proyecto, según el Bild.
El resultado fue un llamado dispositivo de «vencimiento» que desactiva los controles de las emisiones cuando se está probando un automóvil, infringiendo así las normas de las emisiones y dando lugar a toda una serie de investigaciones gubernamentales y demandas desde que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos hiciera públicas las violaciones el mes pasado.
Más ejecutivos
Volkswagen ha descubierto también que hay más ejecutivos implicados en el escándalo de lo que reconoció en un primer momento, un grupo mayor a unos pocos desarrolladores, según informó Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung, citando a miembros cercanos al consejo de supervisión.
Volkswagen no quiso hacer comentarios sobre los informes del periódico alemán, según informó por teléfono el portavoz de la compañía Eric Felber.
Martin Winterkorn dimitió como director ejecutivo de la empresa el 23 de septiembre. El jefe de desarrollo de Audi, Ulrich Hackenberg, confidente de Winterkorn y quien fuera responsable del desarrollo de la marca VW desde 2007 a 2013, y Wolfgang Hatz, que dirigió el desarrollo del mecanismo de transmisión del grupo entre 2007 y 2011, se encuentran entre los empleados que dejarán la compañía, según personas familiarizadas con el asunto.
El software manipulado podría haber sido introducido en piezas suministradas por la empresa Continental AG con sede en Hannover, Alemania, para los motores de 1,6 litros, según informó Bild am Sonntag. Otros modelos superiores con piezas de Continental implicarían piezas de recambio, no tan solo una actualización del software, según el mismo periódico.
Otro proveedor de piezas para motor, Robert Bosch GmbH, advirtió a VW en 2007, que su uso previsto del software era ilegal, según informó ya el 27 de septiembre Bild am Sonntag.
«No tenemos noticias de ningún uso indebido de nuestra tecnología», comentó por teléfono el portavoz de Continental Felix Gress, añadiendo que no estaba equipado para medir las emisiones.
En oposición a las declaraciones de Merkel, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, un socialdemócrata alemán, dijo que el escándalo es un «duro golpe para la economía alemana en su conjunto».
«Es difícil creer el nivel de negligencia e, incluso, de actividad posiblemente criminal presente aquí», dijo Schulz en una entrevista conjunta al grupo Funke de periódicos alemanes. «Aun así, creo que Volkswagen es una empresa fuerte que tiene todas las posibilidades para superar la crisis».