El Estado Islámico desde el primer momento se comprometió a construir el Estado musulmán ideal, pero en realidad solo está aterrorizando a la población civil. ¿Qué ha cambiado?
En una bulliciosa ciudad iraquí, los equipos encargados del mantenimiento de las carreteras rellenan baches, mientras que a miles de kilómetros, en Siria, los administradores se preparan para el nuevo año escolar y los burócratas implementan un nuevo régimen de riego de los cultivos.
Bienvenidos a una semana en el Estado Islámico o, al menos, la visión del Estado que el grupo terrorista quiere mostrar a los musulmanes escépticos respecto a su autoproclamada autoridad.
El año pasado, el Estado Islámico adquirió protagonismo debido a sus despiadadas prácticas militares y a vídeos de brutales ejecuciones. Ahora, su maquinaria mediática ha decidido cambiar a un discurso publicitario distinto, aunque igualmente controvertido: está esforzándose en construir el estado utópico que su puritana ideología promete.
Tan solo durante un mes este verano pasado, desde mediados de julio a mediados de agosto, el Estado Islámico produjo cerca de 900 piezas de propaganda en lengua árabe, incluyendo emisiones de radio, anuncios de servicios públicos, folletos y decretos religiosos. Más de la mitad de esta propaganda (el 52%) se centró en temas relacionados con la calidad de vida como la comida, los servicios públicos y los colegios, mientras que el 37% se destinó a temas militares. Las escenas de violencia, como vídeos de ejecuciones, supusieron solo el 2%.
La violencia sigue siendo una de sus tácticas más notorias; el Estado Islámico fue acusado de ejecutar a docenas de opositores tribales iraquíes la semana pasada, así como de inspirar los atentados suicidas del pasado fin de semana en Turquía.
Sin embargo, los funcionarios occidentales que realizan un seguimiento del Estado Islámico, dicen que desde la primavera los datos reflejan un alejamiento de los mensajes basados en el miedo e intentos por mostrar una imagen más positiva. Los medios de comunicación oficiales del grupo han más que duplicado su producción, en comparación con los niveles de producción analizados en mayo.
«Existe la sensación general de que la propaganda del Estado Islámico empieza y acaba con violencia, pero este no es el caso», dijo Charlie Winter, investigador senior de la Fundación Quilliam en Londres, que ha recopilado y analizado propaganda oficial del Estado Islámico durante este período de tiempo para elaborar un documento político sobre cómo pueden responder mejor los gobiernos occidentales a la propaganda del Estado Islámico.
«La categoría de Estado es el principal mensaje positivo del grupo. Piensa que centrándose en cómo construye su Estado, crea legitimidad y, por tanto, silencia a sus detractores».
El Sr. Winter creó su archivo realizando un seguimiento de las producciones mediáticas oficiales del Estado Islámico en lengua árabe y de sus campañas diarias de hashtags en lengua árabe en los medios sociales, que amplifican y difunden su mensaje.
El desarrollo, así como el acercamiento del grupo hacia la construcción de un Estado, constituye un giro inesperado para la coalición contra el Estado Islámico respaldada por EE. UU., mientras sus miembros debaten si contener al grupo terrorista es una estrategia más realista que una rotunda victoria militar.
Jóvenes viendo películas propagandísticas del Estado Islámico en un cine móvil cerca de la frontera de Siria con Irak
Desde que anunciara su califato autoproclamado el verano pasado, el Estado Islámico ha estado teniendo problemas para atraer nuevos adeptos a lo que dice ser su mandato para gobernar a los más de mil millones de musulmanes del mundo. El grupo ha asesinado ya a miles de personas, a menudo en ejecuciones sumarias, y las Naciones Unidas lo acusan de cometer crímenes de guerra, incluyendo el secuestro y la esclavitud forzada de prisioneros.
Muchas naciones de la coalición contra el Estado Islámico respaldada por EE. UU. cuentan con funcionarios dedicados a contrarrestar el gancho y la propaganda del grupo terrorista. Pero los funcionarios implicados en esta parte de la lucha no tienen claro el significado del reciente cambio en el discurso del grupo.
Dan Chugg, jefe del grupo de trabajo del Estado Islámico del gobierno británico, dijo en una audiencia parlamentaria en septiembre que el cambio se produjo hace unos siete meses, después de que el grupo terrorista consolidara su territorio en Siria e Irak y limpiara esas zonas de posibles rivales. Dijo que el Estado Islámico podría haber llegado a la conclusión de que la violencia ha perdido parte de su eficacia como mecanismo de gobierno.
«El ISIL se ha dado cuenta de que tiene un problema de credibilidad; muestra una extrema violencia contra las comunidades que dice defender para infundir miedo, pero se distancia de los musulmanes de todo el mundo al hacerlo», comentó Rashad Hussain, enviado especial de EE. UU. para las comunicaciones estratégicas de contraterrorismo, haciendo uso de otro nombre para el Estado Islámico. «No es ninguna sorpresa que estén tratando de dar una falsa imagen de la vida en las zonas que controlan; pero la verdadera historia la cuentan los excombatientes que están revelando falsas promesas del ISIL, condiciones de vida terribles y el daño que el ISIL está infligiendo a las comunidades musulmanas».
Muchos sirios e iraquíes están consternados por la brutal interpretación que hace el Estado Islámico del Islam. Cada mes, miles de refugiados abandonan las zonas que el grupo controla, incluidos profesionales de clase media necesarios para sus objetivos de construcción de un Estado.
Entre los varios millones de personas que viven bajo el dominio del Estado Islámico, es difícil medir la efectividad de la nueva campaña propagandística. Los residentes no pueden hablar libremente a los extranjeros, y las comunicaciones telefónicas y por internet son vigiladas.
En Mosul, Irak, un trabajador sanitario de treinta y pico años comentó que el equipo de propaganda del Estado Islámico es influyente. Dijo que grandes pantallas situadas en varias plazas de la ciudad atraen a muchos jóvenes aburridos.
No obstante, comentó, parte de la propaganda es cierta. Dijo que los precios de los alimentos, que se controlan y se publican por decreto, son inferiores que en las zonas bajo gobierno iraquí, como Bagdad, y que la ciudad está más limpia y mejor iluminada.
Fundamental para impulsar la construcción de un Estado por parte del Estado Islámico es la generalizada burocracia civil puesta en marcha por los anteriores regímenes iraquí y sirio, además de su propio aparato de propaganda en expansión.
El grupo dirige siete oficinas centralizadas de comunicación, incluyendo radio, revistas e internet, así como departamentos locales en cada uno de los 19 distritos administrativos bajo su control.
Miembros del Estado Islámico supervisan la destrucción de cigarrillos en los territorios controlados por ellos, en el norte de Irak
Los propagandistas del Estado Islámico comunican su mensaje a la población residente en una amplia variedad de formatos; por ejemplo, mediante camiones equipados con altavoces y pantallas de televisión que circulan por las calles dando cobertura a todo volumen al Estado Islámico. Los mensajes se refuerzan en una estación de radio llamada Al-Bayan, que emite un informe matutino y otro vespertino. El grupo también publica revistas y folletos y modera las páginas oficiales de internet.
Esta primavera, la propaganda que mostraba decapitaciones y otros castigos sangrientos se redujo drásticamente, aunque no se ha detenido por completo, dijeron funcionarios que realizan un seguimiento del grupo terrorista. A pesar de todo, hay vídeos más antiguos que siguen distribuyéndose ampliamente por internet tanto dentro como fuera de los territorios del Estado Islámico. Pero ahora, las unidades de propaganda están emitiendo mensajes centrados en la construcción de un Estado. Las divisiones de seguridad del grupo han restringido el acceso a las ventas de routers Wi-Fi privados y a las licencias de cibercafés para reducir al mínimo el acceso no autorizado a otras informaciones.
Al Raqa, la ciudad siria que es capital administrativa del Estado Islámico, ha sido el corazón de su campaña. Su oficina de prensa produce más que ninguna otra de sus agencias: el 9% de la producción propagandística del grupo desde mediados de julio hasta mediados de agosto, cuando el Sr. Winter realizó su seguimiento. También era la más estricta en términos de control de los mensajes: el 87% de su producción durante este período se centró en la calidad de vida y en temas relacionados con la utopía.
Una característica habitual son las aparentemente recias cuadrillas de limpieza de la ciudad, así como ensayos fotográficos que muestran estanterías de tiendas bien surtidas e idílicas escenas en granjas. Una de estas escenas, del 3 de agosto, mostraba a un grupo de prósperos agricultores con el pie de foto: «Los civiles del califato destacan en la agricultura».
Un residente de Al Raqa comentó que ha notado un descenso de las decapitaciones públicas últimamente, así como un aumento de los servicios municipales, incluyendo la recogida de basuras.
Otro ciudadano criticó al grupo por centrarse demasiado en tareas que les brindan oportunidades de hacer fotografías provechosas. Este ciudadano dijo:
«En sus medios de comunicación, hacen que todo parezca perfecto. Pero, en realidad, solo se preocupan por el resultado estético».
En Deir ez-Zor, Siria, administradores locales del Estado Islámico anunciaron a través de una oficina de prensa local un proyecto para reparar el sistema de riego agrícola. En julio, el Centro Provincial para la Agricultura y el Riego del Estado Islámico anunció un nuevo calendario de cultivo de verano en el que el 70% de la tierra cultivable debía sembrarse con cultivos que requieren tan solo una vez de riego al día.
«Esto debería concienciar también a los campesinos respecto a la disminución del caudal del río y la importancia de preservar el agua de riego, por lo que está absolutamente prohibido regar los campos infringiendo este programa agrícola», decía el decreto.
Un granjero de la zona dijo que el Estado Islámico había completado las reparaciones previstas del sistema de riego, pero que los locales han plantado tan solo alrededor de la mitad del tamaño habitual de los cultivos. Este comentó:
«A pesar de que arreglaron el sistema (de riego), sigue habiendo escasez de agua y es difícil encontrar fertilizantes en estos tiempos».