Algo raro está pasando en el mundo

Gustavo Tanaka, uno de los autores de Medium, ha compartido sus pensamientos sobre qué aspectos de nuestras vidas están cambiando a un ritmo récord y por qué el mundo no volverá a ser el mismo.

Hace unos meses me liberé de la sociedad, me he despojé de las ataduras y los temores que me aferraban al sistema. Y desde entonces comencé a ver el mundo desde una perspectiva diferente. La perspectiva de que todo está cambiando y la mayoría de nosotros ni siquiera nos hemos dando cuenta de ello.

Todos tenemos un límite. La gente que trabaja en grandes empresas no puede abarcar sus trabajos. La ausencia de metas comienza a llamar a la puerta de todos como un grito desesperado que viene del corazón.

La gente quiere escapar. Quiere olvidarse de todo. Observen cuánta gente intenta convertirse en empresarios, cuánta coge años sabáticos, cuánta tiene depresión en el trabajo, cuánta está consumida.

Hace unos años, con la explosión de las empresas de innovación, miles de empresarios se apresuraron hacia sus garajes de trabajo para crear ideas multimillonarias. La gloria era conseguir financiación de algún inversor. Tener el dinero de un inversor en la mano era como ganar la Copa del Mundo.

Pero ¿qué pasa tras conseguir dicha financiación?

Que nos convertimos de nuevo en empleados. Hay gente que no participa del mismo sueño, que les importa un pimiento el fin y todo se traslada al dinero. El beneficio económico empieza a ser el principal motor. Mucha gente sufre con esto. Los proyectos innovadores brillantes comienzan a fracasar porque el modelo de persecución económica nunca termina.

Necesitamos un nuevo modelo empresarial. Y ya hay mucha gente válida llevándolo a cabo.

Muchos ya se han dado cuenta de que no tiene sentido ir por libre. Mucha gente está despertando de esta mentalidad excéntrica «de ir por su cuenta».

Debemos pararnos, dar un paso hacia atrás y pensar. ¿No es absurdo que 7.000 millones de personas que vivimos en el mismo planeta estemos tan desconectados entre nosotros? ¿Qué sentido tiene que, usted, y los miles (o millones) de personas que viven en la misma ciudad se den la espalda unos a otros? Cada vez que pienso en ello incluso me deprimo un poco.

Pero afortunadamente, las cosas están cambiando. Todos los movimientos dirigidos a compartir y a colaborar económicamente apuntan hacia esta dirección. El aumento de colaboración, el compartir, ayudarse, echarse una mano, unirse.

Internet es algo increíblemente espectacular y solo ahora, después de tantos años, estamos entendiendo su poder. Con Internet el mundo se abre, las barreras se derrumban, no existe la separación, comienza la unión, la colaboración estalla, la ayuda nace. Algunas naciones hicieron la revolución en Internet, como es el caso de la Primavera Árabe.

Internet está desmontando el control de los medios. Ni la televisión ni unos pocos periódicos muestran ya solo las noticias que quieren que leamos. Puedes buscar lo que quieras, relacionarte con quien quieras. Puedes explorar lo que quieras, donde quieras.

Con Internet, lo pequeño comienza a tener voz. El anónimo empieza a ser conocido. El mundo se une. Y el sistema puede derrumbarse.

Hemos sido manipulados durante muchos años, empujados al consumo como maniacos. A comprar todo lo que se lanzaba al mercado. A poseer el último coche, el último iPhone, las mejores marcas, ropa a raudales, muchos zapatos, montones y montones, mucho de todo.

Pero mucha gente ya ha entendido que eso no tiene ningún sentido. Movimientos como Lowsumerism, slow life, slow food, comienzan a enseñarnos que nos hemos organizado de la forma más absurda posible.

Cada vez menos gente usa coches, menos gente compra mucho, cada vez más gente vende su ropa, dona, compra cosas viejas, comparte bienes, coches, apartamentos, oficinas.

No nos hace falta nada de lo que nos inculcaron como necesario. Y esta conciencia puede destruir todas las empresas que dependan del consumo exagerado.

Estábamos tan locos que aceptábamos comer cualquier tipo de basura. Solo hacía falta que supiera bien, y ya está. Estábamos tan ausentes que empezaron a añadir veneno a nuestra comida y no decíamos nada. Pero entonces alguien comenzó a despertar y a impulsar con fuerza los movimientos de comida saludable y consumo orgánico.

Pero ¿tiene que ver con la economía y el trabajo? ¡Lo tiene todo! La producción de alimentos es la base de nuestra sociedad. La industria alimentaria es una de las más importantes del mundo. Si cambia la conciencia, nuestros hábitos de alimentación también, y el consumo cambia, así las grandes empresas deben alinearse con estos cambios.

¿Cuántos amigos tiene que practiquen yoga? ¿Qué me dice de la meditación? ¿Cuántos lo hacían hace 10 años?

La espiritualidad ha sido durante muchos años algo propio de gente esotérica. De ese tipo de gente rara y mística. Pero afortunadamente esto también está cambiando. Hemos llegado al límite de nuestra racionalidad. Hemos llegado a entender que solo con nuestra mente racional no podemos comprender todo lo que pasa aquí. Ocurre algo más y estoy seguro de que todos lo queremos saber. Queremos entender cómo funciona todo en nuestro mundo. Qué es lo que pasa en la vida, qué hay después de la muerte, qué es esa energía de la que tanto hablan todos, qué es la física cuántica, cómo pueden convertirse los pensamientos en cosas físicas y crear nuestra realidad, qué son las coincidencias y las sincronizaciones, por qué funciona la meditación, cómo es posible curar con las manos y qué son las terapias alternativas que la medicina no puede aprobar, pero ¿funcionan?

¿Quién creó este modelo de enseñanza? ¿Quién elige las clases que uno debe dar? ¿Quién elige los temas que aprendemos en las clases de historia? ¿Por qué no nos enseñaron la verdad sobre otras civilizaciones antiguas? ¿Por qué deben obedecer las reglas los niños? ¿Por qué deben observar todo en silencio? ¿Por qué tienen que llevar uniforme? ¿Por qué hay que hacer un examen para demostrar lo que se ha aprendido?

Creamos un modelo que forma a los seguidores del sistema. Que prepara a la gente para ser seres humanos convencionales. Pero afortunadamente hay mucha gente que trabaja para cambiar esto.

Quizás nunca haya pensado en esto y le sorprendan los puntos de los que hablo aquí. Pero todo esto está ocurriendo. La gente está sigilosamente despertando y dándose cuenta de la locura que es vivir en esta sociedad.

Observe estos movimientos e intente pensar que todo es normal. Yo no creo que lo sea.