Bugatti y Lamborghini pueden desaparecer
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Bugatti y Lamborghini pueden ser un lastre para una empresa que necesita una gran cantidad de dinero para resolver el escándalo de las emisiones.

Con un frente de miles de millones de euros en costes por su escándalo de fraude de las emisiones, Volkswagen AG (XETRA: Volkswagen [VOW3]) podría tener que realizar una revisión de su imperio de 12 marcas construido en las dos últimas décadas y que fabrica de todo, desde coches baratos hasta motocicletas y camiones pesados.

Aunque VW podía permitirse mantener financieramente a las divisiones en problemas como la unidad española de Seat, la marca de supercoches Bugatti y los caminos pesados de MAN con grandes beneficios de Porsche y Audi, ese dinero ahora tendrá que ayudar a cubrir los costes ligados a la crisis. Stefan Bratzel, director del Centro de Gestión de Automoción de la Universidad de Ciencias Aplicadas en Bergisch Gladbach, Alemania, y que calcula que el escándalo le costará a VW unos 30.000 millones de euros, dijo:

«VW tiene varias marcas englobadas dentro de la categoría "que gusta tener". Bugatti, Lamborghini y Ducati no son clave para la empresa en términos de hacer dinero».

El nuevo director ejecutivo, Matthias Mueller, ha dicho este mes que aunque VW no necesita una revolución, va a posponer o cancelar proyectos que no sean esenciales para recortar costes tras la revelación de que VW hizo trampas en los tests de emisiones de diésel en EE. UU. El fabricante de coches anunció la semana pasada la retirada de 8,5 millones de vehículos diésel en Europa y Mueller dice que las consecuencias del escándalo costarán mucho más que los 6.500 millones de euros que el fabricante de coches ya ha apartado. Un portavoz de VW ha rechazado hacer comentarios sobre la organización de la marca.

Bugatti es superfluo

El fabricante de motos italiano, Ducati, se añadió a la empresa en 2012 con un coste de 860 millones de euros para completar una serie de marcas de superlujo entre las que se encuentran el fabricante de coches deportivos Lamborghini, la marca inglesa Bentley y Bugatti. Afectado por la ralentización de las ventas en China, los beneficios de explotación de Bentley durante la primera mitad del año cayeron un 43 por ciento hasta los 54 millones de euros. Aunque VW no informa sobre cifras concretas sobre Lamborghini o Bugatti, ninguna de ambas marcas contribuyen de manera significativa a los beneficios. Bugatti, que solo ha fabricado unos pocos coches que se venden a 1 millón de euros cada uno, nunca ha sido rentable desde que VW comprase los derechos a la marca francesa en 1998.

«Bugatti se encuentra entre las cosas superfluas del Grupo Volkswagen», ha dicho Frank Schwope, analista en NordLB, Hanóver, Alemania. «Mejora la imagen en los buenos tiempos, pero en los malos tiempos como ahora, la gente señala con el dedo a la marca preguntándose qué es lo que quiere conseguir VW».

VW también podría examinar con atención la organización de su unidad de camiones pesados. Tras comprar Scania en Suecia y MAN en Alemania, el fabricante de coches aún no ha logrado optimizar gastos importantes entre las dos marcas. MAN ha tenido problemas bajo el mando de VW, con sus beneficios de la primera mitad de año reducidos en un 17 por ciento, hasta los 185 millones de euros. El rendimiento de las ventas en la empresa con sede en Múnich en ese periodo fue del 2,8 por ciento. Bratzel ha dicho que una posibilidad sería la de separar la unidad de camiones y que VW mantenga una participación mayoritaria. Hacer esto sería un cambio de estrategia, pero Mueller, que lleva muy poco en su puesto, no está atado a las decisiones del pasado.

Escrutinio de Seat

Entre las marcas de mercado de masas del fabricante de coches, entre las que están VW y la checa Skoda, la que más se encuentra bajo escrutinio es Seat. La marca española no ha informado de un solo ejercicio completo de beneficios desde 2007 y tiene una cartera de productos que sirve a la gama baja del mercado, que se solapa con Skoda, que tuvo unos beneficios de operaciones de 522 millones de euros durante la primera mitad del año.

«De alguna manera uno siente como, bueno, solíamos tener barritas Marathon y ahora tenemos Snickers», ha dicho Stuart Pearson, analista en Londres con Exane BNP Paribas. «En algún momento puede ser que haya que sufrir el golpe y matarlo y perseguir el mercado con Skodas y así deshacerse de los gastos de marketing por duplicado».

A favor de Seat está el hecho de que el fabricante de coches tendrá el próximo año un coche compacto SUV, construido en una fábrica de Skoda en la República Checa que probablemente ayudará a sus esfuerzos de cambio. Seat, que informó de unos beneficios de 52 millones de euros durante la primera mitad del año, ha dicho en un comunicado por email que la unidad continúa siendo un «activo clave» en el grupo.

Una oposición rígida

Cualquier propuesta para disminuir la marca Seat se encontraría con una rígida oposición por parte de los líderes sindicales, que ocupan la mitad de los asientos del consejo de supervisión de VW, a no ser que la empresa prometiese mantener los empleos. Aun así, la empresa ya construye un modelo para Audi en España y una opción sería utilizar la capacidad de la fábrica de Seat para otras marcas dentro del grupo.

«Sigue habiendo mucho nerviosismo e incertidumbre tras la primera reacción, que fue caótica», ha dicho Rafa Guerrero, que representa a los trabajadores de Seat en el sindicato Comisiones Obreras. «La dirección debería salir para explicar con calma a los clientes qué ha pasado y cómo se resuelve esto».

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