Libros para los que creen que nada les puede asustar.
1. La mujer de negro - Susan Hill (1983)
Puede que hayas visto la excelente obra de teatro o la sorprendentemente bien conseguida adaptación cinematográfica, con Daniel Radcliffe como protagonista, pero en cuanto a auténtico terror se trata, ninguna de las dos pueden igualar a la novela original de Susan Hill sobre un espectro malvado que acecha en la apartada Eel Marsh House. Mucho mejor si se lee en una mecedora que chirríe...
2. Otra vuelta de tuerca - Henry James (1898)
Esta ágil novela de Henry James no es nada previsible y, justo por eso, es aún más inquietante. Hay muy pocos golpes en mitad de la noche, lo cual se agradece, y desde luego ningún jinete sin cabeza galopando por todas partes; tan solo una creciente sensación de intranquilidad a medida que la institutriz de una casa de campo en expansión empieza a sospechar que algo raro pasa con Miles y Flora, los niños a los que cuida.
3. La casa de hojas - Mark Z. Danielewski (2000)
La primera novela de Mark Z. Danielewski es, esencialmente, una inteligente meditación sobre el amor; pero no se deje engañar: también encierra algunos portazos estremecedoramente espeluznantes. La prosa experimental tiene un efecto desorientador, lo que permite al autor manipular a sus lectores. La introducción comienza: «Todavía tengo pesadillas. De hecho, las tengo tan a menudo que ya debería haberme acostumbrado». Puede que solo llegues a simpatizar con el narrador hacia el final de la novela.
4. La maldición de Hill House - Shirley Jackson (1959)
¿Por qué insisten los médicos en visitar casas prohibidas y apartadas en busca de lo sobrenatural? Siempre acaba mal. Fuertemente influenciada por Henry James, a la aterradora historia de Shirley Jackson se la considera justamente como una de las mejores historias de fantasmas del siglo XX, generando miedo a través de la crisis psicológica de su personaje central, Eleanor Vance.
5. La caída de la Casa Usher - Edgar Allan Poe (1839)
Podrías escoger casi cualquier obra gótica de Edgar Allan Poe y acabar temblando de pies a cabeza, pero La caída de la Casa Usher se encuentra entre sus mejores trabajos. Claustrofóbico hasta sacarte de quicio, con nubes que se ciernen «opresivamente bajas en el cielo», el relato de Roderick Usher y de su hermana muerta contiene uno de los finales más espantosos de todas las historias de fantasmas.
6. Relatos de fantasmas - Edith Wharton (1937)
Ganadora del Premio Pulitzer en 1921 y nominada tres veces al Premio Nobel de Literatura (1927, 1928 y 1930), a Edith Wharton no se la recuerda principalmente por su colección de relatos de fantasmas pero, si te gusta sentir escalofríos leyendo algo refinado e intelectual, entonces no hay otra igual.
7. La llamada de Cthulhu y otras historias extrañas - H. P. Lovecraft (1928)
Más terrorífica que inquietante, La llamada de Cthulhu es un magnífico ejemplo de la peculiar imaginación de H. P. Lovecraft. Toda la obra presenta una inolvidable imaginería de ciencia-ficción («Una cabeza pulposa y con tentáculos sobre un cuerpo grotesco y escamoso con alas rudimentarias»); pero Lovecraft también explora el profundo poder de los cultos y concluye con la escalofriante frase: «A mi parecer, no hay nada más misericordioso en el mundo que la incapacidad del cerebro humano de correlacionar todos sus contenidos».
8. La canción de Kali - Dan Simmons (1985)
Sin duda, fue un golpe maestro por parte de Dan Simmons situar su agónica historia de terror en la asfixiante atmósfera de las calles de Calcuta. El calor sofocante y la miseria de la ciudad emanan de cada página, a medida que Simmons nos conduce a través de un desconcertante laberinto que incluye sacrificios humanos y resurrección, todo ello en nombre de la diosa hindú Kali.
9. Historias de fantasmas de un anticuario - M. R. James (1904)
Ahora que las noches van haciéndose más oscuras y que los árboles comienzan a perder sus hojas, es el momento perfecto para sumergirse en las historias de fantasmas de M. R. James. Puede que sean algo anticuadas pero, tal y como E. F. Bleiler escribió en su introducción a la edición de Dover de 1971: «No es posible ninguna discusión seria de las historias de fantasmas del pasado sin rendir homenaje a esta obra».
10. Cementerio de animales - Stephen King (1983)
Todas las alarmas se disparan cuando el indiscutible maestro moderno del terror tiene reparos a la hora de publicar esta novela por dar «demasiado miedo». El propio King dijo: «Es un libro terrible, no en términos de la escritura, sino en que crea una espiral descendente hacia la oscuridad». Lectores: quedáis advertidos.
11. Drácula - Bram Stoker (1897)
El personaje más famoso de Bram Stoker ha visto cómo una riada de pobres adaptaciones televisivas y cinematográficas le chupaban la vida. Para un retrato realmente oscuro de este icono cultural, clávale los dientes al original (nada más y nada menos que obra de un exeditor literario del Telegraph). No apta para fans de la saga Crepúsculo.
12. Fantasmas - Peter Straub (1979)
Si bien al título puede faltarle imaginación, a la extensa novela de Peter Straub no le falta creatividad. Yendo y viniendo en el tiempo entre décadas, Straub explica las terroríficas consecuencias de una serie de historias de fantasmas que en cierta ocasión compartió un grupo de amigos. Cincuenta años más tarde, ninguno de ellos ha podido escapar a las garras de su pasado.
13. Entre los muros de Crickley Hall - James Herbert (2006)
James Herbert, que murió a comienzos de este año, fue el maestro del terror sensorial; si había un escritor del que realmente pudiera decirse que se metía bajo tu piel, ese era Herbert. Entre los muros de Crickley Hall hace reverencia con elegancia a todos los clichés de las historias de fantasmas (niños desaparecidos, puertas de armarios que chirrían y golpes en mitad de la noche) pero, al más puro estilo Herbert, estos clichés ascienden hasta un nivel casi cómico. Digo «casi» porque, en realidad, el terror silenciará muchas risas.
14. El traje del muerto - Joe Hill (2007)
De tal palo tal astilla... Joe Hill demostró ser capaz de escribir relatos tan inquietantes como los de su padre Stephen King con esta readaptación del género de terror con poltergeist de por medio sobre una estrella del rock ya mayor que colecciona objetos macabros.
15. Siete cuentos góticos - Karen Blixen (1934)
Publicados bajo el seudónimo de Isak Dinesen, estos cuentos góticos son mucho más que un simple guiño al trabajo de Edgar Allan Poe. Las siete historias, escritas de forma precisa, están intrincadamente entrelazadas: impactantes y hermosas en la misma proporción.