El presidente francés, François Holllande, presentará el miércoles un proyecto de ley en el consejo de ministros para prolongar durante tres meses el estado de emergencia decretado el viernes, según publica el diario francés Le Figaro.
Según la Constitución, la aplicación del decreto que aprueba el estado de emergencia tiene una duración máxima de 12 días. Después de ese plazo solo se puede prorrogar si lo aprueba el Parlamento, a través de una ley que debe especificar la duración definitiva y que será la que presente Hollande la próxima semana ante la cámara.
El jefe del Estado francés también ha anunciado que pedirá a las comisiones de leyes de las dos cámaras que modifiquen la ley de 1955, que regula el estado de emergencia para adaptarlo a la situación tras los atentados de París. Con la regulación actual, infringir algunas de las normas amparadas por el estado de emergencia puede castigarse con prisión de entre 8 días y dos meses y multas de 11 a 3.750 euros.
¿Qué implica vivir en estado de emergencia?
El ministro del Interior o los delegados del Gobierno pueden prohibir reuniones que puedan provocar desorden público y cerrar provisionalmente salas de espectáculos y lugares de reunión de cualquier tipo. Además, pueden ordenar la entrega de ciertos tipos de armas.
El Gobierno puede ordenar registros domiciliarios, algo que en situaciones normales solo se puede hacer bajo orden judicial. Cabe incluso la posibilidad de aplicar la jurisdicción militar en determinados casos.
Otras facultades que el estado de emergencia da a los representantes del Gobierno en los departamentos –el equivalente en Francia de las provincias– son la de prohibir la circulación de personas y vehículos en lugares y horas determinados y la de crear zonas de seguridad en las que esté restringida la presencia de ciudadanos. Tienen además la posibilidad de prohibir la presencia de cualquier persona que intente obstaculizar el trabajo de los poderes públicos.
El ministro del Interior también está capacitado para obligar a los ciudadanos de una zona a permanecer en un territorio concreto, siempre y cuando se les permita estar en una zona urbana y se garantice su subsistencia. La legislación francesa también permite que el Gobierno tome el control de los medios de comunicación, pero solo si el decreto que establece el estado de emergencia lo especifica, y el de esta ocasión no lo hace.