Cómo está estructurado el EI

Dónde, bajo qué mando y con qué dinero sobrevive la mayor organización terrorista del mundo.

El grupo de yihadistas que se ha hecho responsable por la serie de ataques en París obtiene beneficios de yacimientos de petróleo, controla el acceso a las reservas de armas, posee una notable influencia sobre la mayor parte de las regiones de Siria e Irak y busca la creación de un pleno estado bajo su égida.

Según documentos oficiales del «Estado Islámico» que cayeron en manos de militares iraquíes y luego pasaron a funcionarios norteamericanos, el EI en Irak y Siria se presenta como una organización que posee una completa estructura, cuyos elementos realizan de manera efectiva las funciones necesarias dentro de las diferentes esferas de trabajo.

Muchos líderes del EI son exoficiales del ejército reformado de Saddam Hussein, entrenados en los métodos de lucha terroristas en marco de los entrenamientos de guerra orientados a resistir al ejército estadounidense.

El EI aumenta de manera intensiva su potencial de influencia en los territorios de Irak y Siria, ocupando cada vez más poblaciones ubicadas cerca de las principales fuentes de recursos, objetos de infraestructura importantes y zonas fronterizas.

Los combatientes ya han logrado ocupar más de la mitad del territorio de Siria. La ciudad de Palmira, cuyo control fue tomado por los extremistas en la primavera de este año, se encuentra a solo cuatro horas de Damasco. Además el «Estado Islámico», o alguna de las agrupaciones bajo su control, llevan a cabo acciones bélicas en el Líbano, Afganistán, Argelia, Pakistán, Libia, Egipto, Yemen y Nigeria.

En el año 2014 el área total del territorio controlado por el EI se estimaba en 40-90 mil km², y la población del correspondiente territorio, predominantemente sunita, 8 millones de personas. Para el 14 de abril del año 2015, después de los enfrentamientos, el «Estado Islámico» perdió un 25-30% (8-30 mil km²) de los territorios ocupados inicialmente en Irak.

Los millones de dólares obtenidos del sector petrolífero convirtieron al «Estado Islámico» en una de las organizaciones terroristas más ricas de la historia de la humanidad.

Según las valoraciones, el EI extrae 1,53 millones de barriles de petróleo diariamente. La agrupación vende la mayor parte a comerciantes independientes en los mismos yacimientos.

Según el Financial Times, la región petrolífera clave para la agrupación está ubicada al noreste de Siria, en las provincias de Deir-ez-Zor. Aquí se extraen de 34 a 40 mil barriles diarios. Además los combatientes controlan los yacimientos cercanos a Qayara (cerca de Mosul, norte de Irak), de donde obtienen otros 8 mil barriles de petróleo.

Pero la venta clandestina de petróleo barato no es la única fuente de ingresos de los radicales islamistas. Según las palabras de las autoridades iraquíes, el comercio de tesoros culturales ocupa el segundo puesto en los ingresos generales del presupuesto del EI.

Según la ONU, esta es del orden de 3,4-6,3 mil millones de dólares anuales. Es imposible conocer cifras más exactas de manera fiable, ya que la venta de tesoros históricos se realiza principalmente en el mercado negro.

Al ocupar un nuevo territorio, el EI conserva parcialmente parte de las autoridades anteriores, no sin implantar duramente las doctrinas del «Estado Islámico». La política religiosa vigila que las tiendas estén cerradas durante el azalá (oración de los suras del Alcorán), a que las mujeres cubran sus cabezas y escondan sus rostros en público.

Ni siquiera el internet escapa a la atención de los combatientes. Los lugares de uso público son cercados con vallas metálicas, en las cuales se cuelgan banderas negras. Las personas culpadas de violar las leyes son sometidas al castigo público o la mutilación de las extremidades. Al mismo tiempo, la administración del «Estado Islámico» no impide el trabajo de los mercados, panaderías y gasolineras.

El año pasado, la editora The Telegraph describió cómo en las escuelas del Mosul iraquí bajo el control del EI se prohibió la música, la teoría de la evolución y la enseñanza de historia nacional y literatura. De las ciencias exactas, se impartían solo las que no contradecían las enseñanzas religiosas.

Analistas del Central Intelligence Agency aseguran que el ejército del EI cuenta con unos 20-31,5 mil miembros en Irak y Siria, de los cuales unos 15 mil son miembros contratados de otros estados.

La mayoría de reclutas llega de los países islámicos cercanos, en parte de Túnez y Arabia Saudí. En menor medida llegan de países lejanos como Bélgica, China, Rusia y EE. UU.

El «Estado Islámico» se ha hecho con armas y equipos de las bases militares de Irak y Siria por un valor de varios cientos de millones de dólares, e incluso obtuvo acceso a los recursos enviados en calidad de ayuda humanitaria de gobiernos extranjeros a los insurgentes sirios. Conflict Armament Research, una estructura privada especialista en el análisis del movimiento de armamentos, dio seguimiento a la entrada al EI de lotes de armas y misiles poco significantes, los cuales habían sido enviados anteriormente desde Arabia Saudí y EE. UU. a otras agrupaciones rebeldes.

Entre los tipos de armas que llamaron la atención de Conflict Armament Research, se encontraban fusiles M16 y M14 con la estampa «Propiedad del gobierno de los Estados Unidos». Ejemplares del mismo tipo fueron encontrados en manos de agrupaciones rebeldes no reguladas de Irak, hacia donde los Estados Unidos, en más de una ocasión, enviaron ayuda similar durante el periodo de ocupación.

Especialistas del Conflict Armament Research también descubrieron misiles antitanques M19 de la antigua Yugoslavia idénticos a los M19 enviados por Arabia Saudí en ayuda a los rebeldes sirios.