La gran reforma del ejército chino debería hacerlo el país más poderoso.
El presidente Xi Jinping ha anunciado una revisión a fondo de las fuerzas militares de China para que el mayor ejército del mundo esté más listo para el combate y mejor equipado para emplear la fuerza más allá de las fronteras del país.
Bajo esta reorganización, todas las ramas de las fuerzas armadas se aglutinarían bajo un mando militar conjunto, dijo Xi en una reunión de funcionarios militares en Pekín el jueves, según informó la agencia oficial de noticias Xinhua. Jinping también pretende consolidar las siete regiones militares del país en tan solo cuatro.
El plan también tiene como objetivo reforzar el control del Partido Comunista sobre el ejército, que cuenta con 2,3 millones de miembros. Xi ha insistido que el Ejército Popular de Liberación mantiene la «dirección política correcta» y ha destacado que «el Partido Comunista de China tiene el liderazgo absoluto de las fuerzas armadas», según informó Xinhua.
Con Xi como líder, China se ha mostrado más firme sobre las reivindicaciones territoriales en el Mar de China Oriental y el Mar del Sur de China, elevando las tensiones con vecinos como Japón y Filipinas, así como con EE. UU. La política de Xi marca un cambio del enfoque anterior de China de mantenerse en segundo plano y no llamar la atención en el escenario mundial, una filosofía diseñada por el exlíder Deng Xiaoping.
Esto fue lo que dijo Xi a los líderes militares, según Xinhua:
«Bajo el liderazgo del partido, el ejército ha pasado de ser pequeño a grande, de ser débil a fuerte y a solo conocer la victoria. La razón por la que los militares se han mantenido fuertes es que han seguido el ritmo de los tiempos y nunca han dejado de reformarse. Ahora que el país está evolucionando de ser un país grande a ser un país grande y poderoso, la defensa y el desarrollo militar se sitúan en una nueva e histórica posición de importancia».
La presencia de Djibouti
Xi, quien pasó a ser el presidente de la Comisión Militar Central al tomar el poder en 2012, está supervisando personalmente la revisión. Hizo una demostración pública de su compromiso con las reformas cuando anunció que el Ejército Popular de Liberación proporcionaría 300.000 soldados en un desfile militar que tuvo lugar en septiembre en Pekín para conmemorar el 70 aniversario de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
Yue Gang, un coronel retirado Departamento General de Estado Mayor del EPL, dijo:
«Se trata de la mayor reforma militar desde la década de 1950. La reforma sacude los propios cimientos del sistema militar chino al estilo de la Unión Soviética y su transformación a una estructura de mando conjunto al estilo estadounidense transformará al EPL de China en una fuerza armada especializada de gran poderío».
La armada del país ha sido la manifestación más visible de la campaña de modernización, en la que buques de guerra chinos han participado en patrullas contra la piratería en el Golfo de Adén y en la extracción de ciudadanos chinos de las zonas de conflicto en Libia y Yemen. El jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China confirmó que China se encontraba en conversaciones con Djibouti para la construcción de unas instalaciones logísticas para ayudar al reabastecimiento de los buques militares que operan en la costa este de África.
Un presidente más fuerte
El ejército ha sido un objetivo prioritario de la campaña contra la corrupción de Xi ya que el jefe del partido está consolidando el poder sobre el EPL. Xi ha expulsado a dos antiguos vicepresidentes de la Comisión Militar Central, así como a docenas de generales acusados de muchas cosas, desde malversación de fondos públicos hasta la venta de rangos. Xi dijo que el EPL construiría una nueva estructura disciplinaria y un nuevo comité legal y político para asegurarse de que el ejército se encuentra bajo el imperio de la ley. Estas fueron las declaraciones de Yue:
«La reforma aumentó el poder de la Comisión Militar Central y de su presidente. Esto también es una lección aprendida de la última generación de líderes militares, ya que el expresidente de la CMC tenía poco poder real sobre las fuerzas armadas».
La última gran revisión del EPL - llevada a cabo por Deng Xiaoping en 1985 - redujo el número de regiones militares de once a siete y tuvo como consecuencia el despido de cerca de 1 millón de soldados. En su informe anual al Congreso de Estados Unidos en mayo, el Pentágono dijo que la creación de entidades de comando conjunto «serían los cambios más significativos en la organización de comandos del EPL desde 1949».