El secreto es el comienzo

El empresario Tobías van Schneider explica por qué comparar tu empresa con proyectos de éxito puede ser peligroso, y recuerda que todos empezamos en alguna parte.

A los humanos nos encanta celebrar historias de éxito. Conseguimos inspiración con grandes empresas, personas de éxito y grandes logros. Esas son las cosas que dan lugar a grandes titulares y nos motivan a continuar cada día con más fuerza. Si bien estas historias son motivadoras e inspiradoras, también son intimidantes.

A menudo son tan intimidantes que ponemos en duda todo lo que hacemos. Comparamos nuestro pequeño proyecto con los grandes proyectos que ya llevan en funcionamiento muchos años. Ponemos todo y a todo el mundo en nuestro pedestal imaginario.

Recuerdo que mi madre siempre decía esta frase que se me ha quedado grabada hasta hoy. (Lo haré lo mejor que pueda para traducir del alemán al español):

Esto siempre ha sido un recordatorio cuando estaba ocupado admirando a otras personas. Es un recordatorio de que todo el mundo es humano, todo el mundo tiene los mismos orígenes humildes.

A pesar de que ya deberíamos saberlo, todavía creemos en el mito del «éxito de un día para otro». Queremos una gratificación instantánea y siempre buscamos la receta secreta del éxito, aunque ya sabemos que no existe.

Por alguna razón, para el ser humano es profundamente insatisfactorio el hecho de no ser capaces de encontrar la respuesta perfecta cuando le preguntamos a alguien sobre su secreto para el éxito. Aun así, seguimos preguntando.

Una cosa que a menudo me ayuda a ver las cosas en perspectiva es echarle un vistazo a los comienzos. Mirar dónde empezaron las cosas antes del resultado final.

A menudo, el secreto se encuentra ahí, en el comienzo que tanto se parece al comienzo de tu propio proyecto. Es una fase en la que todos somos muy parecidos, ya que muy pocos tienen un comienzo explosivo.

Todos conocemos el éxito de un día para otro que tuvo Angry birds. Pero pocos saben que los tres fundadores del juego habían hecho más de 50 juegos y casi se fueron a la quiebra. Angry Birds fue uno de sus últimos intentos de salvar la empresa. Claramente no es un éxito que tuviera lugar de un día para otro.

Me encanta echarle un vistazo a algunos de nuestros sitios web y servicios favoritos y observar cómo eran y funcionaban hace tan solo 10 o 20 años. Es un simple truco que me ayuda a ver las cosas en perspectiva. Me ayuda a reflexionar sobre en qué punto me encuentro en este preciso momento con mis propios proyectos.

Sí, Twitter tenía este aspecto en 2006. Incluso para 2006 esto es completamente horrible. Pero es aquí donde todo empezó, y lo único que que importa es que existe y no es solo una idea imaginaria de alguien.

Mientras que puede que YouTube todavía no fuera famoso por su bonito diseño y experiencia extraordinaria, este es el aspecto que tenía en el año 2006. Es una pequeña idea a punto de convertirse en algo grande.

Este era el aspecto de la red social en 2004, y no cambió durante años. Se trataba de un gigante que había empezado con lo básico. Sin duda, el diseño de Facebook no fue la razón por la que el servicio se hizo tan popular en un primer momento.

Si no me equivoco, se trata de una captura de pantalla de la página web de Airbnb en 2012. Sí, ni siquiera hace 4 años.

Uber en 2013 - Hace apenas tres años. Y para ser sincero, desde un punto de vista de funcionalidad básica, no ha cambiado mucho.

Spotify en 2006. Unos orígenes humildes, pero por encima de todo: Simplemente funcionó. La gente lo utilizaba por la música, no por las imágenes.

Recuerde siempre. El secreto está en los comienzos humildes que a menudo olvidamos. Todo el mundo comenzó en alguna parte. La prensa suele olvidar estos comienzos humildes. No son bonitos ni particularmente interesantes. Nadie se preocupa por los 50 juegos que vinieron antes de Angry Birds. Pero es a estos 50 juegos a los que tenemos que prestar atención.