Daneses y ¿ladrones?
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En un esfuerzo por reducir el flujo de refugiados, Dinamarca aplica medidas drásticas.

En los últimos meses, Dinamarca ha adoptado una postura bastante dura hacia los refugiados. En septiembre, por ejemplo, las autoridades publicaron un anuncio en los periódicos libaneses que incluía un mensaje inequívoco a los extranjeros que estuvieran pensando en pedir asilo: No vengáis a Dinamarca.

Ahora, el país está debatiendo otro paso incluso más extremo: El gobierno está considerando una ley que permitirá a las autoridades confiscar las joyas de los refugiados que llegan al país. Casi con total seguridad la propuesta será aprobada en el Parlamento.

«Algunas personas no están seguras de si las políticas danesas actuales son una broma o no», dijo Zachary Whyte, investigador de asilo e integración en la Universidad de Copenhague. En este caso, es real.

Esto fue lo que dijo en un correo electrónico a The Washington Post el Ministerio de Integración danés:

«El proyecto de ley presentado el 10 de diciembre de 2015 da a las autoridades danesas el poder para registrar la ropa y el equipaje de los solicitantes de asilo, y otros inmigrantes sin permiso de residencia en Dinamarca, con el objetivo de encontrar posesiones que ayuden a cubrir los gastos».

La ley también afectaría a los refugiados que ya están en el país. Está incluida en un proyecto de ley de la política de asilo que se espera que sea aprobada por el Parlamento en enero y empezaría a aplicarse el próximo mes de febrero. Las autoridades policiales podrán hacerse con objetos de valor y cantidades en efectivo.

Según el Ministerio de Integración, «la nueva ley sobre la incautación solo se aplicará a los bienes de un valor considerable». Se espera que los extranjeros puedan «quedarse con los bienes que sean necesarios para mantener un nivel de vida modesto, por ejemplo, relojes y teléfonos móviles. Por otra parte, las posesiones que tengan un cierto valor sentimental personal para la persona no serán incautados por normal general a menos que tengan un valor considerable».

Hubo discrepancias sobre cómo los dos principales partidos políticos están interpretando la propuesta de ley. Whyte dice:

«De forma absurda, el ministro de Justicia explicó en un principio la ley por televisión diciendo que se aplicaría a un solicitante de asilo hipotético que llegara con una maleta llena de diamantes. Esto dio lugar a que el Partido Popular Danés dejara claro que los artículos de menor valor también deben ser confiscados».

Su opinión es que no es necesaria una ley. «Los solicitantes de asilo no suelen llegar a Dinamarca con grandes cantidades de dinero en efectivo y joyas», dijo.

La propuesta «ha sido tachada de mezquina y cruel, y algunos opositores se han preguntado si el gobierno también confiscará los empastes de oro de los solicitantes de asilo», dijo Whyte. La idea de apoderarse de las joyas de las personas que huyen de la guerra tiene una connotación particularmente amarga en Europa, donde los nazis confiscaron grandes cantidades de oro y otros objetos de valor a los judíos y a otras personas.

Sin embargo, el Ministerio de Integración danés recalcó que las leyes actuales ya obligan a los refugiados con medios económicos suficientes a pagar su estancia por sí mismos. Aunque se supone que los objetos de valor incautados se emplearán para pagar los gastos relacionados con los refugiados, el impacto financiero podría ser de menor importancia. Los expertos dicen que el gobierno danés está más interesado en enviar un mensaje a los refugiados.

«Actualmente Europa está recibiendo una gran cantidad de refugiados», según el Ministerio de Integración de Dinamarca, que defendió la ley. «Dinamarca está recibiendo una parte. Sin embargo, una gran cantidad de refugiados ejerce presión sobre la sociedad danesa y hace que sea más difícil garantizar una integración con éxito de los que vienen a Dinamarca».

«Los refugiados a los que se les ha concedido un permiso de residencia pueden acceder de forma gratuita al sistema educativo danés, incluida la educación superior, y al sistema de salud con los mismos derechos que cualquier otra persona que viva en Dinamarca», dijo el Ministerio.

Dinamarca también proporciona procedimientos de integración que se desarrollan hasta durante 3 años e incluyen el aprendizaje del idioma y la capacitación laboral entre otros. «El objetivo del esfuerzo de integración danesa es el de apoyar a los refugiados con el fin de que se conviertan en participantes y ciudadanos financieramente independientes», subrayó el comunicado.

Sin embargo, los críticos dicen que Dinamarca se ha esforzado por presentarse como un destino al que pocos refugiados querrían ir. Recientemente, el gobierno danés redujo los beneficios sociales para los refugiados hasta en un 50%. Incluso después de que la vecina Suecia hubiera aumentado las restricciones hace poco, ya que se había visto abrumada por la afluencia de refugiados, Dinamarca se apresuró a destacar que sus políticas seguían siendo mucho más restrictivas, dijo el investigador Whyte. «Esto está en línea con la política general de asilo danesa de tratar de mantener y comunicar una posición menos acogedora para los refugiados que sus países vecinos», explicó Whyte.

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