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5 razones por las que Pyongyang sigue adelante con su programa nuclear.

Corea del Norte es el único país conocido por haber llevado a cabo una prueba nuclear en este siglo. Mientras que los expertos en defensa se muestran escépticos ante la reivindicación de Pyongyang de que detonó una bomba de hidrógeno el 6 de enero, están de acuerdo en que la última prueba todavía avanza la ambición de montar una ojiva nuclear en un misil balístico.

A continuación explicamos por qué unirse al club nuclear se ha convertido en una obsesión para los líderes de Corea del Norte, desde el fundador Kim Il Sung hasta su nieto Kim Jong Un.

1. Supervivencia

Corea del Norte ha denominado a sus armas una «preciosa espada de la justicia» contra los invasores. Esto ha generado comparaciones con antiguas dictaduras en Irak y Libia, con el argumento de que Saddam Hussein y Muammar Gadafi cayeron derrocados porque se dieron por vencidos en el desarrollo de armas nucleares.

También se es consciente de la presencia del ejército estadounidense al sur de la frontera. EE. UU. tiene cerca de 30.000 soldados en Corea del Sur, donde alberga armamento superior como helicópteros de ataque Apache y aviones F-16 de combate.

Según escribió en un artículo la semana pasada Jonathan Pollack, investigador principal en el Instituto Brookings de Washington:

«El liderazgo de Corea del Norte se ha convencido a sí mismo de que su existencia como un estado autónomo deriva directamente de su posesión de armas nucleares».

2. Concesiones económicas

Corea del Norte tiene un historial de uso de crisis nucleares para extraer concesiones económicas. A principios de 1990 comenzó la eliminación de las barras de combustible gastado de su reactor nuclear, con el posible objetivo de prepararlo para su uso en armas, lo que obligó a EE. UU. a considerar un ataque militar contra las instalaciones. El expresidente estadounidense Jimmy Carter intervino y negoció las negociaciones que concluyeron en la ayuda de energía de EE. UU. y las garantías de seguridad.

Después de la primera prueba nuclear de Corea del Norte en 2006, las conversaciones de desarme multinacionales conllevaron una promesa de ayuda económica y energética a cambio del cierre de sus instalaciones nucleares. Pyongyang ha salido desde entonces de las negociaciones y ha reiniciado el sitio.

Ralph Cossa, presidente del Foro del Pacífico CSIS, dijo en Honolulu:

«Les gusta crear una crisis antes de tener cualquier tipo de apertura».

3. Legitimidad

Kim Jong Un tuvo poco tiempo para prepararse como sucesor antes de la muerte de su padre Kim Jong Il en 2011, y ha tratado de justificar su poder con la adherencia a la política de primar el poder militar de su predecesor.

Se cree que tiene poco más de 30 años, llevó a cabo la mitad de las cuatro pruebas nucleares de Corea del Norte y ha acelerado el programa de su padre para desarrollar un misil balístico de largo alcance capaz de atacar EE. UU.

Chun Yung Woo, exnegociador nuclear de Corea del Sur, dijo en comentarios enviados por correo electrónico por el Instituto Asan de Seúl para Estudios de Política:

«Kim no está siendo inmaduro sino inteligente al crear armas nucleares. Asegurar un elemento de disuasión es más importante a pesar de que conlleva un mayor aislamiento».

4. Quedarse atrasados

Corea del Norte ha quedado por detrás de su vecino del sur en su capacidad para librar la guerra convencional mientras que la brecha entre sus economías se ha ampliado.

Mientras que Kim tiene más de un millón de soldados bajo su control, el equipamiento de hardware de los militares es obsoleto e ineficaz. El régimen ha tratado de compensar esto mediante el desarrollo de submarinos, hackers, misiles de largo alcance y, por supuesto, bombas nucleares.

Se estima que el país ha gastado una cantidad situada entre los 700 millones y los 10 mil millones de dólares al año en el desarrollo de armas nucleares. Eso es importante para un país con un producto interior bruto de alrededor de 28 mil millones de dólares, según el Banco de Corea. El precio es más barato que el gasto necesario para reactivar su economía moribunda, dijo Park Chang Kwon, investigador senior en el Instituto de Corea del Sur de Análisis de Defensa en Seúl. Park dijo:

«Los beneficios son mayores que los costes. La economía no puede reavivarse en un corto período de tiempo, pero las bombas nucleares se pueden obtener rápidamente con una fuerte inversión, y durante el proceso los costes comienzan a disminuir».

5. China

El desarrollo nuclear de Corea del Norte se aceleró en la década de 1990 tras el colapso de la Unión Soviética, uno de sus principales aliados de la época.

Corea del Norte siente ahora que China, su único aliado importante, le está dando de lado al profundizar su relación con Corea del Sur. Pyongyang está acelerando el desarrollo nuclear para reducir su dependencia de Pekín. Park dijo:

«Corea del Norte está tratando de salir de la sombra de China. China tiene ahora mucha menos influencia en Corea del Norte. El régimen de Kim está demasiado orgulloso de sus armas nucleares como para ceder a la presión china».

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