¿Cómo detener los flujos migratorios?
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Los gobiernos europeos están considerando distintas opciones que podrían provocar una salida temporal de Grecia de la zona Schengen.

Los gobiernos europeos están considerando distintas opciones que podrían provocar una salida temporal de Grecia de la zona Schengen sin fronteras y prolongar los controles fronterizos durante un máximo de dos años en reacción a la crisis migratoria, según dos funcionarios de la Unión Europea familiarizados con las conversaciones.

En una reunión que se celebrará hoy en Ámsterdam, los ministros de Interior de la UE hablarán de distintas medidas que podrían adoptarse contra Grecia en los próximos meses y que permitirían la extensión de los controles fronterizos en el espacio Schengen de 26 naciones si todas las demás medidas para frenar la afluencia de inmigrantes fracasan, según informaron funcionarios de la UE.

Más de un millón de refugiados e inmigrantes de países como Siria, Irak y Afganistán llegaron a Europa el año pasado, sobre todo a través de Turquía y Grecia, para posteriormente continuar su viaje a través de los Balcanes hasta llegar a Austria, Alemania y los países nórdicos.

Los problemas de seguridad por la identidad de algunos de los inmigrantes han aumentado a raíz de la revelación de que al menos dos de los terroristas de los atentados de París en noviembre viajaron por la ruta de los inmigrantes a través de Grecia haciéndose pasar por refugiados sirios.

Una serie de ataques sexuales y robos llevados a cabo en varias ciudades alemanas en la víspera de Año Nuevo por hombres de origen norteafricano o de Oriente Medio, algunos registrados como demandantes de asilo, se han sumado a estas preocupaciones.

En noviembre, los gobiernos de la UE aumentaron la presión sobre Grecia y plantearon la posibilidad de suspender al país de la zona Schengen si no intensificaba el registro de inmigrantes entrantes. También insistieron en la necesidad de desplegar patrullas fronterizas de la UE en la frontera marítima de Grecia con Turquía y en tierra en la frontera norte de Grecia con Macedonia. Cabe señalar que Grecia intensificó el registro de inmigrantes y que se desplegaron patrullas de la UE, pero para algunos gobiernos de la UE, en particular para los de Alemania y Austria, los esfuerzos son aún insuficientes.

El sábado, la ministra del Interior austríaca Johanna Mikl-Leitner hizo las siguientes declaraciones al diario alemán Welt am Sonntag:

«Si el gobierno griego no toma más medidas para reforzar la seguridad en las fronteras exteriores, tendremos que hablar sobre la suspensión temporal de Grecia de la zona Schengen».

En los últimos meses, Austria, Alemania, Suecia, Dinamarca y Eslovenia han implantado controles fronterizos, en un intento por frenar la afluencia migratoria en el espacio Schengen y por llevar a cabo un mejor control de las personas que entran en su territorio.

Con las reglas actuales, los controles en las fronteras interiores se pueden mantener solo durante un período limitado. La fecha límite para Austria y Alemania, que fueron los primeros en introducir controles fronterizos en septiembre, termina en mayo. La única manera de extender esta medida durante un máximo de dos años es que se produzca un fracaso sistemático en las fronteras externas de un miembro del bloque, es decir, en Grecia.

Si los ministros están de acuerdo en ir por ese camino, la Comisión Europea, el órgano ejecutivo del bloque, tendría que publicar un informe en las próximas dos semanas diciendo que Grecia no está protegiendo adecuadamente las fronteras, dijo un funcionario de la UE familiarizado con las conversaciones.

Grecia tendría entonces tres meses para remediar la situación. Si para entonces la afluencia de inmigrantes continúa al ritmo actual y la Comisión considera que Grecia no está protegiendo adecuadamente sus fronteras, los ministros tendrían que aprobar la suspensión de Grecia, y Alemania y Austria podrían continuar con sus controles en las fronteras más allá de mayo, dijo el funcionario .

Una portavoz del Ministerio del Interior alemán dijo que, dado que no es previsible que se produzca una disminución en la afluencia de refugiados, el gobierno alemán pretende prolongar los controles fronterizos existentes de acuerdo con las normas de Schengen. Estas fueron sus declaraciones:

«Están obligados a registrar a los refugiados, enviar de vuelta a aquellos que no se califican para el asilo y garantizar la seguridad pública».

El primer ministro esloveno Miro Cerar, cuyo país se convertiría en el primer país de Schengen en la llegada de inmigrantes si Grecia fuera suspendida, insiste en la necesidad de asegurar la frontera norte de Grecia con Macedonia, para que los inmigrantes no atraviesen los Balcanes.

En una carta abierta enviada a los líderes de la UE el 18 de enero, Cerar instó a la UE a ayudar a Macedonia con una mayor fuerza policial, equipos técnicos y dinero para detener a los inmigrantes en la frontera con Grecia. Al asegurar esa frontera, Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia ya no tendrían que implantar controles fronterizos y la medida también eliminaría el riesgo de nuevas tensiones en los Balcanes, dijo. Su propuesta también se discutirá en la reunión de hoy.

En noviembre, Macedonia levantó una valla en la frontera con Grecia y desde entonces filtra la llegada de inmigrantes por nacionalidad, y devuelve a Grecia a los que no son de Siria, Irak o Afganistán.

El primer ministro griego Alexis Tsipras en los últimos meses ha advertido en repetidas ocasiones en contra de convertir a Grecia en un campo de refugiados masivo e insistió en que el problema se encuentra en Turquía, no en Grecia.

Los líderes de la UE llegaron en noviembre a un acuerdo con Turquía y se comprometieron a pagar 3 mil millones de euros y ofrecer la exención de visado para los ciudadanos turcos, a cambio de que Turquía detuviera el flujo. Pero hasta ahora, las llegadas se han mantenido en alrededor de 2.000 inmigrantes al día, según la Organización Internacional para las Migraciones. Tres comisarios de la UE viajaron a Turquía el domingo para aumentar la presión sobre Ankara y que se adhiriera a su parte del trato. Pero su influencia es modesta después de que Italia la semana pasada se opusiera a dar luz verde a la iniciativa de donde deberían provenir los 3 mil millones de euros, ya que está intentando obtener más dinero del presupuesto de la UE.

Otra iniciativa de la UE, un programa de redistribución de los solicitantes de asilo de manera más uniforme en todo el bloque, también ha fracasado hasta ahora. Solo 331 refugiados han sido trasladados de Italia y Grecia a otros países de la UE de los 160.000 que deben ser redistribuidas en dos años.

Altos funcionarios de la UE en los últimos días han advertido que el viajar sin fronteras puede acabarse en todo el bloque si no se logra frenar la afluencia, registrar a todos y devolver a los que no son aptos para demandar asilo. El primer ministro holandés Mark Rutte dijo que el bloque tiene entre seis y ocho semanas antes de empezar a pensar en un plan B.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió de las consecuencias catastróficas para la economía europea e incluso cuestionó la lógica de la moneda única, el euro, si volvieran a implantarse las fronteras entre los países europeos.

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