Xi Jinping está comprometido, repartiendo dinero y haciendo alusiones sutiles a la política de Estados Unidos.
El presidente de China, Xi Jinping, ha cubierto mucho terreno en su primera gira por Oriente Medio, anunciando 55 mil millones de $ en ayuda y dando un discurso ante la Liga Árabe en el que se ha comprometido a no buscar proxies, una sutil referencia a la historia de EE. UU. en la región.
La parada más interesante de Xi ha sido Irán, donde ha sembrado la semilla para los negocios chinos y ha presentado a su país como una alternativa más complaciente que Occidente.
Como primer líder importante del mundo que visita Teherán desde el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos y Europa, Xi ha intentado presentar el compromiso de China a largo plazo mediante el acuerdo del sábado de un pacto que promete cooperación económica para el próximo cuarto de siglo. Las dos partes también firmaron una alianza estratégica que abarca cooperación militar y de seguridad.
Xi a Irán: Estamos aquí para quedarnos
Xi no ha aprovechado el viaje solo para establecer formalmente lazos con Irán, sino que ha intentado demostrar que China se quedará a largo plazo. China se convirtió en el mayor socio comercial de Irán y en la primera fuente de capital e inversión mientras que las sanciones mantuvieron fuera del juego a los rivales occidentales.
- China le ha presentado a Irán un plan de cooperación estratégica de 25 años, comprometiéndose a incrementar el comercio bilateral hasta los 600 millones de dólares durante la próxima década. Los flujos entre los dos países eran de alrededor de 54 mil millones de dólares en 2014, antes de la caída de los precios del petróleo.
- Xi y su homólogo iraní, Hassan Rouhani, destacaron dos milenios de historia entre sus dos culturas. Esa historia compartida sirve de ayuda para construir el plan de Xi de crear una «Nueva Ruta de la Seda» de carreteras, ferrocarriles, puertos y oleoductos en Oriente Medio.
- El líder supremo iraní, Ayatollah Ali Khamenei, ha respondido agradeciendo a China su «apoyo permanente» y ha asegurado a Xi que «los iraníes nunca han confiado en Occidente».
Li Guofu, quien supervisa asuntos de Oriente Medio en el Instituto de China de Estudios Internacionales de Pekín, que es dirigido por el gobierno, dijo:
«Las relaciones entre los dos países eran sólidas, pero anormales en el sentido de que eran en gran medida resultado de las sanciones de Occidente. Ahora, puesto que Irán vuelve a la comunidad internacional, a China le gustaría estrechar las relaciones en un marco sostenible a largo plazo y de forma permanente».
Construyendo lazos de seguridad
El acuerdo que probablemente llame más la atención de los planificadores del Pentágono es la promesa de China e Irán de aumentar los lazos de seguridad, con la promesa de un vínculo más fuerte entre el gran rival estratégico de EE. UU. y uno de sus críticos más feroces en Oriente Medio.
- Las dos partes acordaron aumentar los intercambios militares y la coordinación. Eso se suma a las relaciones que ya se establecieron durante el periodo de sanciones occidentales.
- También prometieron una mayor colaboración contra el terrorismo y la lucha contra los delitos informáticos, incluyendo formación, tecnología y el intercambio de información.
- China apoyó la solicitud de Irán de ser miembro pleno de la Organización de Cooperación de Shanghái, un marco de seguridad regional liderado por China.
Ali Vaez, analista iraní de alto nivel con sede en Estambul en el International Crisis Group, dijo:
«Para China, Irán destaca entre sus iguales en Oriente Medio debido a su postura anti-estadounidense. Irán es el único país de la región en la que EE. UU. carece de un punto de apoyo. Ese es un punto crítico en el cálculo geopolítico a largo plazo de China».
Tranquilizando a Arabia Saudí
Xi intentó evitar alarmar al principal rival regional de Irán, Arabia Saudí, que es también el mayor proveedor de petróleo exterior de China.
- En un discurso en la sede de la Liga Árabe en El Cairo, Xi dijo que China no buscaba «proxies» y que no está intentando llenar los «vacíos».
- El presidente visitó Riad primero y se comprometió a mantenerse al margen de las disputas sectarias de la región y seguir una política de «compromiso constructivo».
- China mejoró las relaciones tanto con Arabia Saudí como con Irán a la misma «asociación estratégica integral», aunque la asociación saudí era principalmente económica y limitaba los intercambios de seguridad a la cooperación antiterrorista.
Michael Singh, director general en el Instituto Washington para Política Oriente Próximo y ex asesor regional del Consejo de Seguridad Nacional, dijo:
«Sinceramente, no está claro cuánto tiempo podrá China mantener este enfoque a medida que se involucre más en la región. Sus socios son propensos a exigir cada vez más que Pekín participe en los conflictos de la región».