La policía griega empleó gases lacrimógenos durante unos choques con participantes de una masiva manifestación el jueves en Atenas, en una jornada de huelga general en protesta por la reforma de las pensiones acatada por el gobierno para satisfacer las demandas de los acreedores internacionales.
Demandando el fin de la austeridad, unos 50.000 griegos marchaban frente al Parlamento en el centro de Atenas, cuando un grupo se ha desmarcado y jóvenes vestidos de negro han lanzado piedras y bombas incendiarias a la policía, que ha respondido con rondas de gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, dijeron testigos de Reuters.
La reacción de indignación de los griegos están añadiendo presión al primer ministro heleno Alexis Tsipras, que llegó al poder justo hace un año. Con sólo una mayoría de tres asientos en el parlamento se encuentra estancado entre promover las reformas para apaciguar a los acreedores internacionales o atraer la ira de miles de griegos.
«Deberían ser colgados aquí, en la plaza Syntagma», dijo Nikos Ghinis, un pensionista que participa en la multitudinaria manifestación. «Recibo 740 euros al mes por 40 años de trabajo... estoy aquí por mis hijos y mis nietos», dijo a Reuters.
Decenas de vuelos locales se han quedado en tierra, los ferris se han quedado atracados en los puertos y la mayoría de transporte público estaba paralizado como parte de la huelga organizada por los principales sindicatos helenos, del sector privado GSEE y del sector público ADEDY.
Grecia vive su segunda jornada de huelga general desde que Tsipras ascendió al gobierno en enero de 2015 con la promesa de acabar con los años de austeridad, a la que cedió bajo la amenaza de expulsión de la zona euro y firmó nuevas reformas de austeridad en un paquete de rescate de la UE y el FMI por valor de hasta 86.000 millones de euros.