El PSOE afronta la semana decisiva para las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez. Ferraz tiene que cerrar los acuerdos como tarde este miércoles, cuando está prevista una reunión de la Ejecutiva para fijar la pregunta con la que los militantes ratificarán los pactos si se producen.
«El tiempo apremia», reconocen fuentes de la dirección socialista. En el equipo negociador mostraron optimismo desde el arranque de las conversaciones tras el encargo del rey, pero la aceptación de Podemos y Compromís de la propuesta de IU-Unidad Popular de mantener un encuentro a cuatro les cambió el paso. Esa cita se celebrará finalmente en la tarde de este lunes, apenas 48 horas antes de que se cierre el plazo para alcanzar los posibles acuerdos, según los plazos que maneja Ferraz.
Los equipos negociadores de PSOE y Podemos se verán por primera vez las caras este lunes después de los desencuentros que ha habido entre las dos formaciones para sentarse a negociar desde el principio. Primero Pablo Iglesias se negó hasta que Sánchez rompiera con Albert Rivera y después le planteó una nueva reunión bilateral para analizar su propuesta que el PSOE rechazó al entender que no era el momento.
En esta ocasión tampoco parece que los dos secretarios generales vayan a protagonizar el encuentro. Fuentes socialistas expresan que aún no han decidido si el candidato acudirá a la reunión, aunque explican que en principio solo asistirá la comisión negociadora. Iglesias se mostró abierto a participar si su homólogo en el PSOE lo hacía.
Los puntos de partida ante esa conversación difieren. El PSOE quiere hablar únicamente de un acuerdo para la investidura mientras que Podemos quiere hacerlo sobre un Gobierno de coalición que, a su juicio, es la única manera de que Sánchez pueda presidir un Ejecutivo estable. Los de Iglesias consideran que el qué, el cómo y el quién es todo uno en el marco de las negociaciones. Alberto Garzón también ha abierto la puerta este domingo a que se hable del hipotético Gabinete «en función de las propuestas de cada organización».
Los puntos de desencuentro son a priori mayores que los del encuentro de cara a la reunión de este lunes. El PSOE remitió este sábado su respuesta al documento programático que presentó Podemos. Los socialistas califican de «no admisibles» los principales planteamientos económicos, fiscales y territoriales de los de Iglesias, así como el modelo de elección de los miembros de algunos organismos públicos. Ferraz les exige que renuncien a ellos para poder sacar adelante el acuerdo. En Podemos esperan una rebaja de la hostilidad por parte de sus interlocutores socialistas, informa Aitor Riveiro.
Sin embargo, los socialistas insisten en que hay «mimbres» suficientes para alcanzar un acuerdo y que deben poner énfasis en aquello que les une más allá de lo que les separa, según ha reiterado Pedro Sánchez desde que recibió el encargo del rey.
César Luena ha sentenciado:
«Somos optimistas -ha dicho este domingo el número dos del PSOE-. Hay cosas que nos unen y espero que nos una lo más importante: cambiar. Podemos pero no queremos es un final que no nos podemos permitir».
El PSOE ve compatible pactar con todos
Mientras tanto, el PSOE ha seguido ultimando su pacto con Ciudadanos durante este fin de semana, aunque aún no está cerrado porque los de Albert Rivera siguen encontrando discrepancias programáticas con los socialistas en temas como el marco de relaciones laborales o en la propuesta de pacto educativo. A pesar de que ambas formaciones han mantenido reuniones maratonianas -la del sábado se prolongó hasta las tres de la madrugada del domingo, según fuentes socialistas-, no tienen previsión de que el acuerdo se cierre este lunes por la mañana, según fuentes socialistas. Esa opción permitiría al PSOE acudir con una cierta posición de fuerza a la negociación con Podemos ya que sostienen que lo importante es articular un cambio impulsado por los de Iglesias y los de Rivera.
Sin embargo, esa posibilidad parece imposible y la aritmética sigue igual de complicada para Sánchez ya que las fuerzas de izquierdas y Ciudadanos se vetan mutuamente. «No hay posibilidad alguna de un acuerdo en el que entre Podemos, por ideología y programas», ha insistido el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas. También los de Iglesias, Garzón y Compromís creen que el entendimiento es incompatible con los de Rivera.
Con las posiciones que han defendido hasta ahora -incluidas ERC y Democracia y Libertad- cualquier la suma hace inviable la investidura de Sánchez. El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, lo dejó claro la semana pasada: «Hay de plazo hasta el 2 de mayo», expresó abriendo la puerta a que el candidato socialista no sea investido en una primera sesión sino que tenga que volver a recibir el encargo de Felipe VI.
En el equipo negociador del PSOE se mantiene el optimismo. Fuentes próximas a esa comisión explican a eldiario.es que la pretensión es alcanzar «acuerdos con cada una de las formaciones» con las que se han mantenido conversaciones, es decir, que sean individuales. «Serán compatibles los unos con los otros», zanjan esas fuentes sobre los posibles pactos que alcance Sánchez como tarde este miércoles.