El panorama político de España tras las elecciones del 20D es incierto. Nuevos casos de corrupción en el PP a diario y la dificultad de investir a un nuevo presidente. La última opción sería repetir las elecciones.
Además de cargar contra el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a quien ha criticado por «marear la perdiz» en sus negociaciones para formar Gobierno, el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha comunicado este lunes al Comité Ejecutivo Nacional de su partido que el Partido Popular ni votará a favor de Sánchez ni se abstendrá para facilitar su investidura.
Las razones esgrimidas por Rajoy son, en primer lugar, que el PP es la formación que ha ganado las elecciones al ser la lista más votada y, en segundo lugar, por cuestiones programáticas, ya que el PSOE quiere derogar todas las reformas que han llevado a cabo los populares en esta legislatura.
Rajoy ha augurado que el debate de investidura será «duro», según ha explicado el vicesecretario de Comunicación de los populares, Pablo Casado, quien ha explicado que el líder popular ha dedicado buena parte de su intervención ante los dirigentes del partido a abordar la corrupción. «Es letal», ha admitido Rajoy, que ante las crecientes voces internas que piden más contundencia al respecto ha prometido mano dura, pero ha subrayado que no pueden actuar movidos por la «histeria», según fuentes populares.
El líder del PP, además, ha criticado que sus adversarios estén utilizando los casos de corrupción que afectan al Partido Popular para «deslegitimarles» en medio de las negociaciones para formar Gobierno. Rajoy, no obstante, no ha hecho ninguna mención a la detención del exvicealcalde de Valencia Alfonso Grau, mano derecha de Rita Barberá. Tampoco se ha referido a las informaciones publicadas este lunes por la Ser y El País, según las cuales fuentes de la investigación equiparan al PP valenciano con una organización criminal.
El PP insiste en que para la repetición de elecciones es «la última opción» y la constatación de «un fracaso».