Mientras que EE. UU. y Rusia están intentando que se cumpla el alto el fuego en Siria, más de 150 personas han fallecido en unos ataques de ISIS.
Pronto podría alcanzarse un alto el fuego en Siria limitado poco después de que Rusia y EE. UU. se pusieran de acuerdo provisionalmente sobre sus términos, dijo el secretario de Estado de EE. UU., John Kerry. Las dos potencias, que apoyan a lados opuestos del conflicto, están aumentando los esfuerzos para poner fin a cinco años de derrame de sangre.
La volatilidad de Siria fue otra vez noticia ayer domingo, ya que atacantes suicidas mataron al menos a 150 personas en zonas chiíes de la provincia de Homs y en la periferia del sur de Damasco, según el Observatorio para los Derechos Humanos con sede en Reino Unido y la agencia estatal de noticias SANA. El Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de ambos ataques. En el sudeste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, las fuerzas turcas mataron a 10 miembros de la milicia kurda PKK en un enfrentamiento que acabó con la vida de tres soldados, según informó el ejército turco.
Si bien el anuncio de Kerry provocó reacciones escépticas, la nueva escalada de la violencia ha hecho que el asunto se vuelva aún más urgente para EE. UU. ante las preocupaciones de que Turquía y Arabia Saudita se podrían implicar aún más en el conflicto. La balanza se ha inclinado a favor del presidente sirio Bashar al-Assad desde que Rusia intervino militarmente en su nombre en septiembre, lo que ha provocado un enredo de aliados y enemigos aún más profundo en una guerra de poder que ha matado a más de 250.000 personas y ha provocado el desplazamiento de millones de personas más.
En declaraciones desde Jordania el domingo, Kerry dijo que discutió la propuesta de tregua con el canciller ruso, Sergei Lavrov, pero se negó a dar detalles. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia confirmó en su página web que los dos hombres hablaron sobre las condiciones de la tregua. Kerry dijo desde la capital jordana, Amman:
«Existe una elección difícil para todo el mundo. ¿Nos pondremos todos de acuerdo a la vez? Quizás no».
Se excluyen los radicales
El cese de las hostilidades se debe aplicar a todos los grupos armados a excepción de los militantes del Estado Islámico, el Frente Nusra vinculado a Al Qaeda y cualquier otro grupo considerado organización terrorista por parte de las Naciones Unidas.
La medida demuestra que EE. UU. y Rusia pueden trabajar de forma conjunta a pesar de las diferencias, aunque es poco probable que lleguen a un acuerdo en el corto plazo, según indicó William Lawrence, director adjunto para Oriente Medio y el Norte de África de Control Risks en Dubai.
«En última instancia, un acuerdo de éxito en Siria tiene que venir más de abajo que de arriba», dijo Lawrence. «Pero no hay duda de que se han producido avances importantes en la conversación ruso-estadounidense».
Las conversaciones de Múnich
Ha habido tres grandes intentos de poner fin a los combates en Siria, que comenzaron en marzo de 2011. La última ronda de negociaciones se rompió a principios de febrero, y vinieron seguidas de conversaciones en Múnich que tuvieron como objetivo el cese parcial de las hostilidades el 19 de febrero. No obstante, los combates en tierra siguen, lo que ha quedado demostrado con las dos explosiones del domingo en el barrio chiita de Sayyida Zainab al sur de Damasco, donde al menos 83 personas murieron, y en al-Zahraa en la ciudad de Homs, que se saldó con 57 víctimas, según el organismo de control.
Las victorias recientes de los combatientes kurdos sirios apoyados por EE. UU. han disparado fuego de artillería desde Turquía, que teme que el creciente poder de los kurdos alentará a las ambiciones de autonomía de su propia minoría kurda. La alianza de EE. UU. con los kurdos sirios ha tensado las relaciones con Turquía, que, sin embargo prometió al presidente de EE. UU., Barack Obama, detener el bombardeo si se implementa la tregua de Múnich, según el diario Hurriyet.
Al igual que otros intentos de poner fin a los combates, este también ha suscitado dudas.
«¿Cómo se va a imponer una tregua si se están excluyendo a los principales actores?», dijo Ibrahim Fraihat, investigador senior de política exterior en Brookings Doha Center.
También puso en duda el compromiso de las partes de realizar una pausa en los combates. Con el avance de las fuerzas de Assad en el norte, «no ven un incentivo para imponer o acatar una tregua», dijo Fraihat.
Avance de Assad
Una ofensiva del gobierno sirio respaldada por ataques aéreos rusos ha eclipsado la diplomacia. El ejército de Assad se ha hecho con al menos 18 pueblos al este de Alepo, la ciudad más poblada de Siria y la que fuera una vez un centro comercial próspero, dijo SOHR en su sitio web.
En una entrevista con el diario El País, Assad dijo que sus tropas están avanzando hacia Raqqa, la capital del autoproclamado Estado Islámico, pero que todavía están muy lejos.
EE. UU. y sus aliados, que han estado armando a los enemigos de Assad, entre los que se incluyen islamistas radicales, acusan a Rusia de atacar a los grupos moderados de la oposición en lugar de al Estado islámico. En entrevistas recientes, Assad ha declarado su intención de retomar el control de todo el país, diciendo que un alto el fuego duradero requeriría en primer lugar y ante todo «impedir que los terroristas fortalezcan sus posiciones».