SANA via AP
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El presidente de la comisión de la ONU dice que los mismos países que presionan para conseguir la paz son los que alimentan la guerra.

Mientras las potencias mundiales tienen dificultades para ponerse de acuerdo sobre una solución a la guerra de Siria, un informe de las Naciones Unidas apunta a una paradoja que está obstaculizando los planes de paz: los mismos países que presionan para la paz son los que alimentan la guerra.

Esta ambigüedad ha radicalizado el conflicto, ha aumentado los intereses políticos y contribuido al sufrimiento de los civiles, dijo Paulo Pinheiro, presidente del grupo de la Comisión Siria Independiente, apoyado por la ONU, en una entrevista el lunes. Estas fueron sus palabras:

«Hemos dicho esto a los propios estados. Hemos dicho que es mejor estar plenamente comprometidos con el proceso político. El espacio aéreo [por encima de Siria] está lleno de gente y tiene consecuencias humanitarias».

El informe de 31 páginas, que presentó en detalle una nación al borde del colapso, es ya la novena edición que se elabora desde que la comisión se formara en 2011 para investigar y documentar la guerra de Siria. El informe ofrece una lista de recomendaciones para conseguir una paz duradera en el gobierno de Siria, la oposición y las potencias internacionales y regionales que participan directamente o a través de grupos de representación. La mayor parte de lo que se ha recomendado hasta ahora ha caído en saco roto.

Pinheiro dijo que el gobierno sirio ha rechazado categóricamente recomendaciones de la comisión, tales como asegurar el acceso humanitario a las zonas sitiadas y poner fin a los ataques contra zonas civiles. La oposición también ha ignorado las peticiones de cumplir con las leyes internacionales humanitarias, dijo.

El informe también culpa a «potencias internacionales y regionales», es decir, EE. UU., Rusia, Francia y Reino Unido, así como Arabia Saudí e Irán, por mantener el conflicto a través de la asistencia militar y por no utilizar adecuadamente su influencia con las partes del conflicto para conseguir un acuerdo de paz.

Una de las recomendaciones que Pinheiro dijo que ha sido ignorada por la comunidad internacional es una petición de que los países dejen de suministrar armas a las facciones en conflicto en Siria. El informe dijo:

«Paradójicamente, los actores internacionales y regionales que están presionando para conseguir una solución pacífica a la guerra son los mismos que continúan alimentando la escalada militar».

El Consejo de Seguridad de la ONU ha estado a la vanguardia de la asignación de un plan político para Siria, pero al mismo tiempo cuatro de sus cinco miembros con poder de veto son partes activas en el conflicto, una situación que un diplomático dijo que no tiene precedentes desde la Guerra de Corea en la década de 1950.

En un lado del conflicto está Rusia, que prestó atención a una llamada del gobierno de Siria para aportar ayuda militar y está bombardeando puestos de terrorismo y de la oposición. Por otro lado están EE. UU., Reino Unido y Francia, que han ofrecido formación, financiación y armas a grupos armados de la oposición y han llevado a cabo ataques aéreos contra los grupos terroristas islámicos como el Estado Islámico y el Frente Al Nusra.

China, el quinto país con poder de veto en el Consejo, se ha abstenido de participar directamente en el conflicto, pero los miembros de la oposición siria dicen que las compañías chinas han asistido al régimen de Siria mediante vigilancia y tecnología cibernética para acabar con la oposición.

Un diplomático del Consejo de Seguridad dijo que si bien la participación de los países complica las negociaciones de paz, los intereses creados podrían servir como causa común para aunar esfuerzos a favor. Hasta el momento, dijo, esa causa común ha producido resoluciones que permiten a los miembros tomar una acción militar contra objetivos terroristas dentro de Siria y uno que establece un ambicioso plan para la transición política y la paz. Ninguno, sin embargo, ha llevado a cabo acción sobre el terreno en Siria.

Pinheiro dijo que los tres principales obstáculos para la paz de Siria han sido la multiplicación de los frentes de guerra, las facciones conectadas y apoyadas por los países externos y la creciente internacionalización de la guerra.

El Consejo de Seguridad, según Pinheiro, podría desempeñar un papel fundamental al ser el único organismo internacional que tiene el poder para aplicar las resoluciones vinculantes y redirigir la atención del Consejo de la intervención militar en Siria hacia un proceso político.

El secretario de Estado, John Kerry, dijo el lunes que el único medio para llegar a un acuerdo de paz en Siria sería a través de una resolución del Consejo de Seguridad aprobado por todos los miembros, entre ellos Rusia. Esto fue lo que dijo Kerry:

«El resultado que hemos conseguido es tener a todo el mundo que es una de las partes interesadas en la misma mesa, todos ellos coincidiendo en este proceso, con el fin de obtener una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se esboce un marco para una solución política y que Rusia vote a favor».

El informe de la ONU también concluye que ha habido violaciones flagrantes de derechos humanos y crímenes de guerra rampantes en ambos lados del conflicto. Pinheiro dijo que el más preocupante fueron los ataques recurrentes contra escuelas y hospitales dirigidos a niños y enfermos, los más vulnerables de la población civil.

«Estos son crímenes de guerra. Lo que decimos a ambas partes es lo siguiente: dejad de atacar a los civiles», dijo.

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