Los diversos casos de corrupción desde el caso Gürtel están afectando seriamente al partido. El resto de partidos políticos se niegan a negociar con un partido contaminado por escándalos de corrupción.
Cuando José Luis Peñas grabó a otros concejales que supuestamente aceptaban sobornos de empresarios hace una década, marcó el inicio de una serie de escándalos de corrupción que ha envuelto al gobernante Partido Popular (PP) y que podría frustrar sus aspiraciones de mantener el poder.
Las grabaciones secretas en el ayuntamiento madrileño de Majadahonda, controlado por el PP, culminaron con una investigación en la Audiencia Nacional con acusaciones de que la cúpula de la formación manejaba supuestamente una caja B financiada por empresas cercanas. Cuatro ex cargos del PP están entre los 40 sospechosos que esperan juicio.
Desde el inicio del denominado caso Gürtel en 2007, ha habido otra serie de investigaciones sobre el PP, la última de ellas este mes con implicación de las cúpulas del partido en Madrid y Valencia. Peñas dijo que sabía que el caso Gürtel sería algo grande cuando realizó las grabaciones de audio, pero nunca imaginó que podría alcanzar a las grandes figuras del partido conservador.
«No sabía hasta dónde llega la corrupción de esta gente», dijo Peñas, que abandonó el partido tras el escándalo, a Reuters en una entrevista en el centro cultural que ahora dirige.
El enfado público contra el PP fue uno de los factores de su fracaso en conseguir una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar en las elecciones de diciembre. Desde entonces sus intentos por formar una coalición han fracasado, despreciado por sus rivales, que dicen que no trabajarán con un partido contaminado por escándalos de corrupción.
Si ningún otro partido logra formar una coalición, tal y como espera la mayoría de analistas políticos, habrá otras elecciones este año. Aunque se espera que el PP siga obteniendo la mayoría de los votos, los sondeos de opinión sugieren que no obtendría la mayoría absoluta.
Desprecio a la coalición
El partido liberal Ciudadanos, que obtuvo apoyo popular haciendo campaña contra la corrupción, se ha distanciado de cualquier alianza con el PP. Ha dicho que Rajoy no es el hombre adecuado para liderar el próximo Gobierno de España y la lucha contra la corrupción.
«Mariano Rajoy, a día de hoy, no puede liderar un proyecto de regeneración política e institucional en España, ha tenido 4 años para poner coto a la corrupción en su partido y no lo ha conseguido», dijo a Reuters el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado.
El principal partido de la oposición, el socialista PSOE, ha descartado aliarse con el PP en coalición por los escándalos de corrupción. Su líder, Pedro Sánchez, puso en cuestión la integridad del mismo Rajoy durante un debate electoral.
Sánchez dijo en el debate:
«Si usted gana, el coste de la democracia es enorme porque el presidente debe ser una persona decente y usted no lo es».
Tras no lograr formar una coalición, Rajoy cedió su turno de formar Gobierno a Sánchez, quien intenta ahora formar un Gobierno con suficiente respaldo parlamentario. Si fracasa en su intento de investidura, los demás partidos tendrían dos meses para tratar de hacerlo antes de que se convoquen nuevas elecciones.
Algunos de los políticos más jóvenes del PP dicen que el partido lucha contra la corrupción en sus filas para recuperar la confianza pública.
No lejos de Majadahonda, en el acomodado municipio de Boadilla del Monte, el alcalde del PP, Antonio González Terol - que asumió el cargo en 2011 después de la dimisión de dos predecesores tras investigaciones sobre sus finanzas dentro del caso Gürtel - dijo que su primera acción fue expulsar al equipo municipal del PP y cancelar todos los contratos con empresas acusadas de cometer delitos.
«Nos convertimos en los perseguidores activos de aquellas personas que podrían haber metido la mano en la caja pública», dijo el alcalde de 37 años a Reuters.
Otros en el PP dijeron que era injustificado tildar al partido de corrupto porque Rajoy ha aprobado leyes para atajar el problema. «Consideramos que es una parte ínfima de la gente de se dedica a política en el Partido Popular», dijo el secretario de Relaciones Internacionales del PP, José Ramón García-Hernández, a Reuters. «Hay corruptos pero no hay sistemas corruptos», añadió.
De vuelta en Majadahonda, Peñas dijo que el problema del PP era estructural y no se resolvería eliminando sólo unas manzanas podridas. «Cambian las caras pero el problema del PP es estructural, el núcleo duro sigue», dijo.