¿Podrá el mercado digital más que el euro?
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Los planes de un mercado digital europeo son muy prometedores. Sin embargo, los obstáculos para que este se haga una realidad no son pocos.

Miremos donde miremos en Europa, el proyecto de 60 años para unificar el continente está comenzando a mostrar signos de envejecimiento.

Casi una década de crisis financieras - incluyendo múltiples rescates de miles de millones de dólares a Grecia y Chipre, a menudo acompañados de onerosos plazos de amortización - han erosionado la confianza en muchas de las instituciones que sustentan la Unión Europea. Y la llegada masiva de inmigrantes ha puesto a prueba los principios básicos del bloque de 28 miembros, entre ellos la libertad de viajar sin obstáculos entre los países.

A pesar de estos retos, los responsables políticos de Europa – a los que no les suele gustar el riesgo - están avanzando con un nuevo plan para alinear las diferencias del continente, y a veces de forma contradictoria, los intereses digitales. Sin embargo, el resultado está lejos de estar garantizado.

El objetivo es crear un llamado mercado único digital en una región con más de 60 idiomas y una población de más de 500 millones de habitantes. Según las autoridades, un mercado así ofrecería un acceso sin restricciones a servicios tales como el streaming de películas, las compras en línea y el cloud computing independientemente de donde vivas.

Se trata de un plan de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea con sede en Bruselas. El mercado único digital implica la entrada de una serie de nuevas políticas - si todo va según lo previsto - a finales de esta década. La propuesta ha sido defendida por muchos líderes políticos, entre ellos Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.

Beneficios para todos

Según los políticos, al permitir que cualquier persona desde Irlanda hasta Bulgaria pueda acceder al mismo mercado digital, los europeos podían acceder a una mayor diversidad – y a menudo más barato - conjunto de servicios en línea, desde compras en línea más baratas hasta video bajo demanda. En este momento, por ejemplo, en España no se pueden ver legalmente (ni comprar) películas o eventos deportivos digitales que son transmitidos en línea por empresas con sede en otros países europeos.

La esperanza es que un mercado digital unificado ayudaría a mejorar la moribunda economía europea mediante la creación de nuevas empresas y decenas de miles de empleos de ingeniería y otros trabajos relacionados con la tecnología, según previsiones de la Unión Europea. También ayudaría a que las startups locales aprovecharan la riqueza combinada de una de las economías más grandes del mundo.

Un Silicon Valley en Europa

Ya han surgido comunidades tecnológicas en Londres y Berlín. Y mientras que Europa está muy lejos de competir con Silicon Valley como creador de innovación, varias empresas europeas, incluido el gigante del comercio electrónico alemán Zalando, ya tienen un valor de miles de millones de dólares.

Para una nueva generación de políticos, el objetivo - a pesar de la ausencia de cordialidad entre muchos países - es nada menos unos Estados Unidos digitales de Europa. «No habrá victorias fáciles», dijo Andrus Ansip, exprimer ministro de Estonia que encabeza la campaña digital de la Comisión Europea. «Va a ser una lucha cuesta arriba».

Como persona directa, Ansip no exagera. Y tiene razón sobre los obstáculos, dada la renovada ansiedad sobre la economía global y el creciente número de inmigrantes que llegan a las puertas de Europa. Después de todo, si los políticos no pueden ponerse de acuerdo sobre a quién deben dejar cruzar sus fronteras, algunas personas se preguntan cuánto tiempo tardarán en asegurar que las compras de Amazon o las suscripciones de iTunes son entregadas de forma eficiente.

Y muchos intereses creados todavía podrían echar por tierra los planes. Los productores nacionales de televisión, por ejemplo, cuentan con regulaciones que no permiten que los franceses, por ejemplo, compren servicios de vídeo bajo demanda de la vecina Alemania. «En cuanto cruzas una frontera, se hace complicado y caro», dijo Paul Todd, jefe de operaciones europeas de eBay, añadiendo que los obstáculos básicos como los altos costes de envío hacen difícil encontrar nuevos clientes. «Hay unas barreras molestas para hacer negocios».

Hay que ponerse al día

Un problema potencialmente más grave es que las características básicas de Internet - junto con otros servicios esenciales, como las redes móviles de alta velocidad - varían drásticamente entre los países europeos, al igual que la comprensión del comercio electrónico y la familiaridad general con el mundo en línea.

En Suecia, por ejemplo, donde el gobierno impulsó una fuerte inversión en la década de 1990 para conseguir una red de Internet rápida a nivel nacional y ordenadores personales subvencionados, aproximadamente el 85 por ciento de la población utiliza Internet a diario, según las estadísticas de la Unión Europea. Las tres cuartas partes de los suecos también compraron productos en línea el año pasado, cerca de los estadounidenses, en torno al 78 por ciento, según el proveedor de datos de comScore. Por lo tanto, no es de extrañar que Suecia se haya convertido en la plataforma de lanzamiento de los gigantes mundiales de alta tecnología como Spotify, el servicio de streaming de música, y King Digital, la compañía de juegos móviles responsable de la franquicia Candy Crush.

Compare eso con Italia, donde la infraestructura de banda ancha de alta velocidad se está instalando ahora y donde encontrar una conexión de red móvil rápida fuera de grandes ciudades como Roma es difícil. Poco más de la mitad de los italianos utilizan Internet a diario, y menos de uno de cada cuatro compró algo en línea el año pasado, según las estadísticas europeas.

Como resultado, según los expertos, los países acostumbrados a vivir en un mundo en línea aceptarán con mayor facilidad los planes de Europa para un mercado único digital, mientras que sus vecinos menos conocedores de la tecnología - incluyendo Portugal y España – podrían fácilmente quedarse atrás.

Giuseppe Recchi, presidente de Telecom Italia, empresa que tenía el monopolio de las telecomunicaciones del país, dijo:

«Todo el mundo dice que necesitamos un mercado único digital. Pero, ¿cómo podemos hacerlo para que todo el mundo se aproveche?

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