Los controles fronterizos afectarán a la economía europea
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Debido a la crisis migratoria a la que está haciendo frente Europa, cada vez más países del bloque están estableciendo controles fronterizos temporales para intentar hacer frente a la situación. Sin embargo, la supresión de Schengen puede tener consecuencias negativas para la economía europea.

El tráfico en una de las carreteras más importantes de Europa, que solía fluir sin problemas, ahora acumula atascos kilométricos debido a que los oficiales de policía alemanes registran camiones y coches en busca de inmigrantes ocultos.

Como resultado, en este paso fronterizo los austriacos que trabajan en Alemania tienen problemas para llegar a sus puestos de trabajo. Muchas empresas de Alemania tienen que hacer frente a largas esperas para entregar alimentos, piezas de maquinaria y otros bienes. Los compradores que hacían excursiones de fin de semana a las tiendas de Freilassing cada vez las hacen menos.

«Esto es algo muy malo», dijo Karl Pichler, dueño de un gran centro de jardinería en Freilassing, cuyas ventas de tulipanes, rosales y otras plantas se han desplomado desde que los clientes de Austria dejaran de venir.

Más de dos décadas después de que gran parte de Europa empezara a suprimir los controles fronterizos en el marco del llamado Acuerdo de Schengen, la libre circulación de personas y productos entre países ha ayudado a transformar la Unión Europea en la mayor economía del mundo.

Se está dejando sentir en la economía

Pero a medida que el bloque ahora se enfrenta a la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, la reactivación de los puestos de control en algunas de las rutas de transporte más importantes de la región está ralentizando el comercio y amenazando con la pérdida de miles de millones de euros, ahora que Europa se estaba recuperando de una crisis económica de 6 años.

Sin un final a la crisis migratoria a la vista, algunos gobiernos nacionales están presionando para ampliar el número de puntos de control en toda Europa y extender su funcionamiento durante un máximo de dos años. Este cambio no solo ejerce presión sobre la cohesión política y social, sino que también está amenazando el principio de paz de posguerra a través de prosperidad.

Mientras que el hecho de que algunos países quieran suspender Schengen podría ser una táctica política, los críticos están preocupados de que los controles fronterizos se conviertan en algo normal.

Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, advirtió en enero en el Parlamento Europeo:

«Uno tras otro, estamos cerrando fronteras, y una vez que estén cerradas, veremos que el coste económico es enorme».

Cada vez más controles

De los 28 países de la Unión Europea, 22 cuentan con acuerdos para la circulación sin pasaporte, siendo Gran Bretaña una de las notables excepciones. Pero se están volviendo a dibujar rápidamente las fronteras europeas.

Desde otoño, Austria, Dinamarca, Francia, Noruega y Suecia se han unido a Alemania en imponer y extender los controles fronterizos temporales. La semana pasada Bélgica cerró temporalmente su frontera con Francia.

Se han puesto vallas en varias fronteras, incluyendo las de Hungría, Serbia y Croacia, y a lo largo de la frontera de Austria y Eslovenia.

La UE está lista para restringir los viajes sin pasaporte

El daño potencial de suprimir Schengen

Los gobiernos europeos y las instituciones de investigación han comenzado a calcular el daño potencial que esto podría originar.

Con 57 millones de vehículos al año y 1,7 millones de trabajadores diarios que cruzan las fronteras de Europa, la Unión Europea podría enfrentarse a hasta 18 mil millones de euros anuales de pérdidas, unos mayores costes en los viajes al trabajo, interrupciones en las cadenas de suministro y pagos por parte del gobierno para llevar a cabo la vigilancia fronteriza, según un informe reciente de la Comisión Europea, el brazo administrativo del bloque.

En el caso de que la Unión Europea deje permanentemente los controles fronterizos para frenar a los inmigrantes sirios, iraquíes y afganos que viajan a través de Grecia y los Balcanes occidentales hacia el norte de Europa, el coste a largo plazo podría superar los 100 mil millones de euros, según ha calculado el gobierno francés en un estudio independiente.

Las fronteras abiertas impulsan el crecimiento, la eficiencia económica y el empleo, dijo Vincent Aussilloux, director de la agencia de planificación económica del gobierno francés. «Eso es lo que pondríamos en peligro», dijo Aussilloux, «si abandonamos Schengen indefinidamente».

Para Doruk Tumer, un conductor de camión que trabaja para una empresa de reparto de Turquía, viajar a Alemania se ha convertido en una odisea de controles de carretera.

Anteriormente, su ruta desde Turquía y Grecia a través de los Balcanes occidentales – un trayecto similar al utilizado por casi un millón de inmigrantes el año pasado – era de alrededor de cinco días. Ahora, según Turner, se pueden tardar hasta 12 días en hacer esta misma ruta, mientras que la primera parte del trayecto por Austria antes era de 2 horas, ahora es de hasta más de dos días.

«El tiempo es dinero», dijo, señalando que los costes han aumentado un 30 por ciento debido a los tiempos de entrega más largos, las cargas de refrigeración más altas para los productos perecederos y el uso ocasional de un segundo piloto para acortar los retrasos.

No está claro que la Unión Europea esté dispuesta a dejar de lado Schengen de momento. Las autoridades están buscando formas de proteger las fronteras exteriores de Europa para que los países de dentro del bloque no tengan que sellar las suyas.

En particular, las autoridades europeas están presionando a Grecia, que constituye la frontera sur de Europa, para reforzar considerablemente sus controles de refugiados a mediados de mayo. En caso de que Grecia no lo haga, los controles fronterizos como el de Freilassing podrían imponerse hasta el año 2018 o más.

No está afectando a todos por igual

Para las grandes empresas que operan por Europa, el impacto no ha sido tan grave hasta el momento.

Ikea, el grupo de muebles con sede en Suecia, dijo que hasta el momento los controles fronterizos no han interrumpido su comercio europeo, ya que ha trabajado en estrecha colaboración con las empresas de transporte para garantizar los servicios.

Amazon, que cuenta con 29 centros de distribución en la Unión Europea, está listo para garantizar que sus operaciones continúen «sin tener en cuenta los factores externos», dijo Roy Perticucci, vicepresidente de la rama europea de la empresa.

No obstante, en muchas partes de Europa los controles fronterizos ya están teniendo un impacto costoso. En el puente de Oresund, un tramo de 8 kilómetros por el que pasan camiones, coches y trenes entre Suecia y Dinamarca, más de 15.000 pasajeros tienen que pasar por dos controles de identidad a diario debido a que ambos países están llevando a cabo inspecciones fronterizas.

Los retrasos le están costando a la Danish Rail Company (compañía danesa de trenes), u OSD, 1,2 millones de € al mes en pérdidas ya que los trenes son cancelados y los pasajeros prefieren ir en coche, dijo Tony Bispeskov, portavoz de OSD.

Este mes, las oficinas de Copenhague de Ferring Pharmaceuticals empezaron a proporcionar autobuses para llevar a los empleados a Suecia para que no tengan que soportar los retrasos de los trenes. Los compradores de fin de semana que van desde Copenhague hasta Malmö, Suecia, «ya no vienen», añadió Bispeskov.

Los Países Bajos, sede de algunos de los mayores exportadores e importadores de Europa, también se están viendo afectados. Mientras que los holandeses no han iniciado los controles fronterizos, las empresas advierten que los costes aumentarían si Alemania bloqueara su frontera común o si se establecieran controles en otro lugar.

La compañía holandesa FleuraMetz, que suministra rosas, tulipanes y orquídeas a tiendas en otras partes de Europa y América del Norte, ya se ha enfrentado a los controles de seguridad de al menos 12 horas en Calais, Francia, cerca de la entrada de la carretera a Eurotúnel que une el continente con Gran Bretaña.

La compañía, con sede en Aalsmeer, envía camiones por el túnel para llegar al aeropuerto de Heathrow, cerca de Londres, para los envíos a Estados Unidos. En un momento dado, los cuellos de botella eran tan importantes que FleuraMetz decidió enviar las flores por avión a Heathrow y allí coger los vuelos de conexión, elevando los costes de las entregas a Nueva York en torno un 25 por ciento.

En Alemania, en la frontera cerca de Freilassing, la policía dijo que están trabajando para limitar el daño.

«Nuestra intención no es provocar grandes retrasos», dijo Rainer Scharf, portavoz de la policía. En el puesto de control, la policía deja pasar los camiones que llevan pegatinas de inspección de Austria, pero detienen a los vehículos en los que viajan personas «que parecen árabes», dijo Scharf.

A día de hoy, la instalación de las fronteras temporales parece permanente, con oficinas y terminales de ordenador y una tienda de campaña blanca con decenas de agentes de policía. Han enviado a tantos policías a la zona que todos los hoteles locales están completos.

A otros comerciantes locales no les va tan bien. «La mayoría de los negocios de la ciudad se ha reducido significativamente», dijo Pichler, un florista preocupado de que pronto podría tener que despedir a empleados.

Aun así, Pichler dijo que dada la afluencia de inmigrantes a Alemania, los controles fronterizos son necesarios. Este dijo:

«Es lo que hay que hacer, incluso si nos afecta. Tenemos que controlar esta situación migratoria».

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