Para muchos europeos Putin ya no es un enemigo
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Los recientes acontecimientos a los que la UE está haciendo frente, como la llegada masiva de inmigrantes de Siria, ha dado lugar al surgimiento de partidos de extrema derecha y a que algunos países se muestren escépticos ante las sanciones contra Rusia.

El más urgente de los problemas vitales de Putin son las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, impuestas como consecuencia de la intervención de Moscú en Ucrania en 2014. Resulta difícil decir si la UE podrá mantener la unidad sobre el tema durante mucho más tiempo, dijo Petras Vaitekūnas, el excanciller de Lituania, que asesora al Consejo de Seguridad de Ucrania.

«En ese sentido espero grandes problemas así como en nuestra capacidad de repeler el ataque de Putin», dijo.

La extrema derecha gana terreno

Hace diez días, otro partido de extrema derecha que apoya a Rusia ganó terreno en un país de la UE, esta vez en Eslovaquia. People’s Party, Our Slovakia ganó el 8% de los votos en las elecciones nacionales, sumándose así a un club floreciente incluyendo el partido Jobbik en Hungría, Amanecer Dorado en Grecia y el Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia.

Los partidos de extrema derecha, que a menudo derivan de grupos neonazis, son la capa más visible del apoyo pro-ruso en Europa. Con una Europa sumida en una crisis migratoria provocada por la guerra en Siria, su retórica anti-inmigrante y anti-UE está extendiéndose como la pólvora por todo el continente, especialmente por el este. Los líderes de estos partidos suelen visitar Moscú, y muchos de ellos están estrechamente vinculados a las propias redes reaccionarias rusas. Juntos, están llevando la corriente política hacia el nacionalismo radical, que en estos días suele ir de la mano con el sentimiento pro-ruso.

El líder del partido Our Slovakia, Marian Kotleba, siente predilección por los uniformes de tipo nazi y los ataques verbales contra los romaníes o gitanos. Apoyó a Rusia en la crisis de Ucrania, enviando una carta de apoyo al líder pro-Moscú, Viktor Yanukovich, un mes antes de ser derrocado en la revolución que tuvo lugar en el país en el año 2014.

Estos grupos ayudan a Rusia a crear lo que Anton Shekhovtsov, experto en extrema derecha de Europa con sede en Viena, llama «una caja de resonancia de frases», amplificada por los medios de comunicación y las redes sociales. Cita frases del tipo «Las sanciones son inútiles», «Rusia es un importante socio comercial», y «Europa sucumbe servilmente a EE. UU.».

Para muchos europeos Putin ya no es un enemigo
Edgard Garrido/Reuters
La UE se mantiene firme con las sanciones contra Rusia

Pronto el equilibrio se romperá

De momento, son solo los países más pequeños, como Eslovaquia, Grecia, Hungría, y Chipre los que se oponen a las sanciones. Aunque expresan su opinión, no se atreven a ponerse en contra de la mayoría. «Pero la situación cambiará cuando un país grande de la UE rompa el equilibrio», dijo Shekhovtsov.

De hecho, un país grande ya ha dado un paso al frente. En diciembre, Italia bloqueó la renovación automática de las sanciones, lo que aumenta la posibilidad de que estas se relajen en una de las próximas rondas de renovación. Los grandes apoyos pro-rusos de Francia y Alemania se están sumando al coro de escepticismo.

Otro hito en las relaciones entre Rusia y la UE es un referéndum holandés sobre el acuerdo de asociación entre la UE y Ucrania que se celebrará el 6 de abril. Empezó como una broma de un grupo anti-sistema. Ahora, los sondeos muestran que es posible que el acuerdo sea rechazado. Los resultados de la votación no serán vinculantes, pero gozan de un importante simbolismo – fue este acuerdo el que desencadenó la crisis de Ucrania en 2013.

Un año después, un misil derribó un avión de Malaysia Airlines que sobrevolaba Ucrania. 193 de los 298 pasajeros a bordo eran ciudadanos holandeses. El gobierno de los Países Bajos culpó a Rusia de fomentar la guerra en Ucrania, pero muchos en el país comparten la opinión del líder del mayor partido de extrema derecha del país, Geert Wilders, que calificó la crisis de Ucrania como un «desastre» provocado por la UE.

Las relaciones rusas en sí no son un tema electoral. No lo fueron en las votaciones de Eslovaquia, según señaló el estudioso Balasz Jarabik de Carnegie Endowment. En lugar de ello, la campaña se centró en gran medida en la crisis migratoria. En dicha campaña el primer ministro de centro-izquierda titular, Robert Fico, utilizó el mismo tipo de retórica anti-migrante que sus rivales de derecha. Aún así, el resultado es un parlamento más favorable a Rusia en un país que asumirá el control de la presidencia de la UE en julio.

Incluso antes de las elecciones, Eslovaquia fue uno de los países que expresaron su escepticismo sobre las sanciones a Rusia, que se renuevan cada seis meses. La próxima renovación tendrá lugar en junio. Fico ha calificado estas sanciones de ineficaces y contraproducentes.

La mayoría de los europeos ven el conflicto de Ucrania como algo local, dijo Vaitekūnas, el asesor del Consejo de Seguridad de Ucrania, «pero creo que puede expandirse y alcanzar a los miembros de la UE y de la OTAN». La UE está demasiado débil y desunida para hacer frente a los desafíos mundiales tales como los planteados por Rusia, dijo.

Los medios rusos que se dirigen a las audiencias occidentales, tales como RT y Sputnik, están promoviendo todo, desde el sentimiento anti-inmigrante hasta el «Brexit». Ahora el objetivo de lo Vaitekūnas llama «información utilizada como arma» se está desplazando a Alemania, dijo.

Allí, las próximas elecciones podrían precipitar la caída de la canciller Angela Merkel, que ha aceptado a una gran cantidad de inmigrantes y quien ha jugado un papel decisivo en la respuesta de la UE a las acciones de Rusia en Ucrania. El domingo, los demócratas cristianos de Merkel sufrieron unas importantes pérdidas en las elecciones regionales, mientras que el nuevo partido de extrema derecha anti-inmigrante AfD obtuvo unos buenos resultados.

Fuente: Bloomberg

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