5 cosas que no sabía sobre Bernie Sanders
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Es socialista, pero no al estilo europeo. Quiere que EE. UU. sea más como Escandinavia. Y podría ser el próximo presidente de EE. UU.

Hace un año, Bernie Sanders era un senador cascarrabias de Vermont que llevaba ocupando su puesto durante dos períodos, y al que se conocía principalmente por sus puntos de vista anti-Wall Street y su estilo único de pseudo-socialismo.

Ahora, sin embargo, Sanders está siendo un gran desafío para su oponente y la candidata demócrata favorita, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.

De 74 años de edad, nacido en Brooklyn, aunque se trasladó a Vermont, ha ido ganando popularidad durante su campaña, y las últimas encuestas muestran a Sanders muy cerca o incluso por encima de Clinton.

Pero, ¿representa Sanders realmente una amenaza para Clinton? Le indicamos cinco cosas que los europeos deberían saber acerca de Bernie, desde sus inicios en el socialismo, su punto de vista sobre Europa, hasta sus verdaderas posibilidades de llegar a la Casa Blanca:

1. Sanders es lo más parecido que EE. UU. tiene a un socialista

5 cosas que no sabía sobre Bernie Sanders
Mark Kauzlarich/Reuters

Se considera a sí mismo un «socialista democrático» y ha hecho de la desigualdad de ingresos el tema central de su campaña, lo que ha gustado a los de extrema izquierda de América.

A lo largo de su vida política como representante de la Cámara y el Senado, y antes de eso como alcalde de la ciudad más poblada de Vermont, Burlington, y mucho antes de que la desigualdad de ingresos se convirtiera en una cuestión de primer nivel, se centró en la creciente brecha entre ricos y pobres.

Aún así, muy consciente de que el término «socialista» conlleva un cierto estigma en la política estadounidense, Sanders no siempre lo ha utilizado explícitamente. En 1981 dijo:

«Me he mantenido lejos de considerarme a mí mismo un socialista porque no quería pasar la mitad de mi vida explicando que no creía en la Unión Soviética o en campos de concentración».

En cambio, envuelve esas creencias en un marco mucho más americano. Sanders dijo al Wall Street Journal el año pasado:

«Para mí, el socialismo democrático consiste en el mantenimiento de un fuerte espíritu empresarial».

Quiere una seguridad social universal y de un solo pagador (si es europeo, es probable que le asombre que esto sea una cuestión de debate en EE. UU.) y universidad gratuita para todos.

Pero seamos honestos: un socialista al estilo americano es una criatura muy diferente a la europea, incluso para uno cuyo hermano, Larry, se presentó como candidato al Parlamento en el Reino Unido con el partido de los verdes. En el panorama político europeo Sanders sería de centro-derecha o de centro-izquierda.

2. Ha llevado a Hillary a la izquierda

Alarmado por su fuerte presencia en los estados de votación anticipada, el equipo de Clinton ha llevado a criticar s Sanders desde la derecha, alegando que es un fanfarrón de izquierdas con inclinaciones comunistas, ya que se fue de luna de miel a la Unión Soviética. Cuando fue alcalde de Burlington, creó un programa de ciudades hermanas con la ciudad de Yaroslavl, 260 km al noreste de Moscú. «Créeme, fue una luna de miel muy extraña», dijo Sanders en su libro.

Sin embargo, una mejor medida de su influencia es cómo Sanders ha obligado a Clinton a tomar posiciones más en línea con la base activista liberal del partido. Sanders ha cambiado el concurso demócrata y ha llevado a Clinton más a la izquierda en temas como los impuestos, los acuerdos comerciales y la polémica propuesta de construir el oleoducto Keystone XL desde Canadá.

Sobre la Asociación Trans-Pacífico, por ejemplo, la secretaria de Estado Clinton apoyó las negociaciones, pero la candidata Clinton salió en contra del acuerdo. Clinton estaba estrechamente ligada a Wall Street como senadora de Nueva York, pero con la rabia por los grandes rescates bancarios aún presente seis años después de la crisis financiera, ha movido sus planes fiscales de manera constante hacia la izquierda, castigando los tipos impositivos bajos y altos salarios de los que disfrutan a menudo los grandes financieros.

3. Llena el hueco de la pasión

5 cosas que no sabía sobre Bernie Sanders
AP Photo/Lenny Ignelzi

Mientras que el republicano Donald Trump atrae a los votantes que están furiosos por la forma en la que la economía cambiante les ha dejado atrás, Sanders atrae a multitudes de todas las edades - especialmente jóvenes - que están furiosos por la forma en la que la economía cambiante ha dejado al uno por ciento de la parte superior con una cantidad enorme de la riqueza.

También se dirige a los demócratas que en última instancia respaldarían a Clinton en las elecciones generales pero se ven afectados por la fatiga familiar de Clinton, las indiscreciones del pasado de su marido o percepciones de que no apoya de forma definitiva ningún tema en particular.

Hace un año, el aura de inevitabilidad de Clinton impidió a muchos entrar en la carrera. Los posibles candidatos vieron el poder de su red de recaudación de fondos, su currículum y su narrativa convincente como una oportunidad de romper con una barrera política con la que solo pudo competir la elección del primer presidente afroamericano en 2008.

Pero Sanders consiguió recaudar en los últimos meses del año 2015 la nada despreciable cantidad de 33 millones dólares, solamente 5 millones de dólares menos que Clinton, por supuesto evitando el cortejo de grandes donantes.

4. Bernie en Europa

Apoya a Grecia. Le encanta el gobierno escandinavo. Se opone a la expansión de la OTAN.

En comparación con la exsecretaria de Estado, Sanders carece de influencia política exterior. Pero cuando se trata de Europa, sus posiciones nacionales enmarcan sus puntos de vista. Dice que «hay mucho que aprender de los países escandinavos», donde, en su opinión, la pobreza es un problema menor, la sanidad es universal y la educación universitaria es gratuita para todos.

El verano pasado, ante el debate sobre si Grecia debía adoptar duros recortes para cumplir con los términos del rescate de la troika, Sanders apoyó firmemente a los ciudadanos griegos. Este dijo:

«Aplaudo al pueblo de Grecia por decir “no” a una mayor austeridad para los pobres, los niños, los enfermos y los ancianos. En un mundo de enorme riqueza y desigualdad de ingresos, Europa debe apoyar los esfuerzos de Grecia para construir una economía que cree más puestos de trabajo e ingresos, no más paro y sufrimiento».

En general Sanders se muestra en contra de la acción militar, y votó en contra de la primera guerra del Golfo, apoyó la decisión del presidente George W. Bush de invadir Afganistán el 11 de septiembre y votó en contra de la guerra de Irak.

Sobre la seguridad europea, el sitio web de Sanders dice que votó a favor de la intervención de EE. UU. en Kosovo, pero no va mucho más allá de los asuntos europeos. Sanders sostiene que no apoya la expansión de la OTAN, ya que empeora las relaciones con Rusia y debido a los costes que conlleva, sobre todo ahora que el gobierno de EE. UU. tiene que hacer frente a un importante gasto social en el país.

En el otoño, después de los ataques de París, Sanders pidió una nueva organización inspirada por la OTAN, que incluyera a Rusia para luchar contra ISIS.

5. ¿Sanders presidente?

No tan rápido. Desafortunadamente para los republicanos, que han estado pregonando su candidatura ya que pensaban que sería más fácil de superarlo en el otoño, Sanders se enfrenta a un camino muy difícil para conseguir la nominación demócrata, y mucho más si hablamos de la Casa Blanca.

Una carrera larga puede no ser ideal para Clinton, pero su profunda reserva de fondos y diversa base de votantes significa que probablemente durará más que la de un creciente Sanders. Por lo tanto, hay que relativizar las afirmaciones de que ya ha terminado todo para Hillary. No obstante, ¿verdad que sería un presidente emocionante?

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