Los beneficios de la retirada de los billetes de 500 euros son menos evidentes de lo que se piensa.
El Banco Central Europeo está estudiando cómo podría llevar a cabo la retirada gradual de los billetes de 500 euros, el segundo mayor depósito de valor en papel del mundo, después del billete de 1.000 francos suizo.
El Bundesbank en Alemania también está abierto a la idea. Sin embargo, es difícil ver a quién beneficiaría la eliminación del billete de color púrpura, a pesar de su dudosa reputación. El billete de 500 euros (570 dólares) es una especie de símbolo libertario. En un mundo pre-Bitcoin de monedas estatales, representaba una de las mejores oportunidades para que un particular volara bajo los radares del gobierno. Su peso es de 1,12 gramos, por lo que un millón de euros se acerca a solo dos kilos - un paquete compacto y ligero para garantizar la independencia. Un millón de dólares americanos en billetes de 100 es una bolsa de 10 kilos.
Lo que la gente ha hecho con esta personificación de la libertad financiera es otra cuestión. Según Doris Schneeberger, jefa de la división de gestión de divisas del BCE, "no existe una correlación entre el uso de dinero en efectivo y la economía sumergida" – pero eso no parece cierto. Utilizando datos del BCE sobre la proporción de las transacciones en efectivo en los países europeos y un artículo reciente sobre el tamaño de las economías sumergidas de Europa, escrito por Friedrich Schneider, la autoridad preeminente del continente sobre este tema, el resultado obtenido es un asombroso 0,72 – una correlación tan fuerte como puede observarse en cualquier fenómeno del mundo real.
En Bulgaria, por ejemplo, el 95% de los pagos son en efectivo, y la economía sumergida alcanza el 30,6% del producto interno bruto, el nivel más alto de la Unión Europea. Los billetes de euro de alta denominación también se utilizan para pagos ilícitos o fraude fiscal en países no pertenecientes a la zona euro. Sin embargo, esto no es simplemente un fenómeno "nuevo" en Europa. En los 19 países que usan el euro, la correlación entre las transacciones en efectivo y el tamaño estimado de la economía sumergida es de 0,74 - ligeramente más fuerte que para la UE en su conjunto.
El economista Kenneth Rogoff señaló en 2014 que la zona euro tenía suficiente dinero en efectivo para cubrir el 10% de su producto interno bruto, con en torno a un tercio del valor contenido en billetes de 500 euros, mientras que EE. UU., que no cuenta con un billete de tan alta denominación, solo tenía un 7%.
"La moneda debería estar quedándose tecnológicamente obsoleta. Sin embargo, esto no ocurre debido, en gran parte, a su asociación con la economía sumergida".
No existen datos sobre cómo se utilizan diversos billetes de denominación en las transacciones ilícitas; simplemente parece lógico que los billetes de 500 sean más convenientes para los traficantes de drogas y de armas. Eso hace que el billete púrpura no sea popular entre los reguladores (Giovanni Kessler, director de la oficina antifraude de la UE, pidió su supresión en enero), y los políticos (el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, dijo en febrero que se utiliza "más para ocultar que para comprar").
El BCE también afirma que la popularidad de los billetes entre los consumidores se ha estancado en los últimos años, a diferencia de lo que ocurre con el omnipresente billete de 50 euros.
No obstante, eso no significa que el billete de 500 euros sea impopular. Los más de 600 millones de billetes en circulación hasta febrero de 2016 comprendían un 28% de la cantidad total de euros en efectivo ahí fuera; solo los billetes de 50 euros – 8,2 mil millones de ellos – representaban una proporción mayor, un 39%.
La eliminación progresiva de un billete al que se dota de tanto valor no es una tarea insignificante. Suponiendo que los titulares de los billetes deseen mantener sus ahorros en efectivo, imprimir billetes de denominación más baja para cambiarlos por los de 500 va a costar unos 500 millones de euros, según ha calculado el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.
En la medida en que los ahorradores cambien el dinero en efectivo, puesto que se convierte en un inconveniente, el BCE va a terminar perdiendo el señoreaje – el beneficio de la diferencia entre el valor nominal de los billetes y los costes de producción, que era excepcionalmente alto para los billetes de 500 euros. La gente que utilizaba antes estos billetes podría cambiarlos por productos como el oro.
Los beneficios de desechar el billete de más alta denominación son menos evidentes. Sería muy poco probable que la economía sumergida se redujera – simplemente, las grandes transacciones implicarían paquetes mayores de billetes más pequeños. Solo la eliminación total de dinero en efectivo obligaría a los criminales a reconsiderar sus sistemas de pago y modelos logísticos. Sin embargo, nadie tiene eso en mente por el momento.
El momento pensado para la retirada prevista de los billetes de 500 también es preocupante. Estos son los días de las tasas de interés negativas. Una de las pocas razones por las que los bancos son reacios a aplicárselas a los depositantes es que podrían recurrir al dinero en efectivo. Hacer esto más difícil y arriesgado – ¿quién quiere guardar bolsas de dinero en efectivo en casa, en lugar de un pequeño montón de billetes? – no es del todo justo para los ciudadanos que respetan la ley con la intención de evitar el pago de intereses sobre sus propios ahorros.
El Banco Nacional de Suiza ha anunciado que no va a tocar los billetes de 1.000 francos (1.048 dólares), lo que representa más del 60% del valor total en efectivo de Suiza. El banco sabe que se utilizan como depósito de valor, y ha observado un aumento de la demanda de los mismos desde que las tasas pasaron a ser negativas. Ese es el único enfoque justo en un mundo donde los bancos centrales y los gobiernos están interfiriendo con el valor temporal del dinero hasta el punto en que lo están haciendo ahora.
Anteriormente he abogado por la supresión total del dinero en efectivo a favor de la libre circulación, oficialmente reconocida y sancionada, de monedas cifradas como Bitcoin. Estas monedas, a pesar de que ser relativamente difíciles de rastrear, todavía dejan un rastro electrónico y son más difíciles de blanquear de forma clandestina. Al mismo tiempo, proporcionan a las personas una manera de mantener sus ahorros fuera del control del gobierno, una oportunidad importante para los ciudadanos libres. Hasta que la existencia paralela de dinero electrónico emitido por el estado y monedas descentralizadas - también en formato electrónico - se convierte en la norma, tener billetes de cualquier denominación fuera de circulación es un ejercicio tan inútil como caro.