No hace mucho la industria automovilística alemana seguía riéndose de Elon Musk y su compañía de coches eléctricos Tesla Motors.
Los orgullosos fabricantes de las marcas de coches de lujo más vendidas en el mundo, como Mercedes, BMW, Audi y Porsche no podían comprender cómo un recién llegado de California poco conocido jamás podría competir con los gigantes de la industria que tenían un siglo y medio de experiencia y conocimientos especializados. En noviembre, Edzard Reuter, ex presidente de Daimler, incluso llegó a considerar a Tesla "una broma que no puede tomarse en serio en comparación con las grandes empresas automovilísticas de Alemania" y a Musk un "impostor".
Sin embargo, la risa condescendiente se detuvo después de que más de 325.000 compradores de todo el mundo hicieran cola para hacer un depósito de 1.000 dólares para pedir el Tesla Model 3 en la primera semana - a pesar de que el coche eléctrico de la compañía para las masas, con un precio de 35.000 dólares, no se entregará hasta dentro de 18 meses.
Actualmente algunos en Alemania están viendo, con bastante retraso, a Tesla como una amenaza a largo plazo para el orgullo y la alegría de la economía del país: la industria del automóvil que emplea a 750.000 trabajadores e indirectamente es responsable de 1 de cada 8 puestos de trabajo.
Ferdinand Dudenhoeffer, un analista de la industria automovilística alemana en el Centro de Investigación Automotriz de la Universidad de Duisburg-Essen, afirmó:
"Ahora los fabricantes de coches alemanes se están tomando más en serio a Tesla cada día. Los alemanes se sienten muy orgullosos de sus conocimientos de ingeniería y creen que conocen todo lo que se necesita saber sobre los automóviles. Solían pensar que nadie podía fabricar coches tan bien como ellos. Hasta que llega este joven de California, que creían que no tenía ni idea de coches y lo tratan como una broma. Pero ahora están viendo que está liderando una revolución".
Aunque muchos fabricantes de automóviles alemanes fabrican modelos totalmente eléctricos- Volkswagen tiene uno y lo mismo ocurre con BMW, mientras que otros están en camino - sus esfuerzos se han centrado en gran medida en los híbridos enchufables con dos motores: eléctrico y de combustión. La lógica era que no pensaban que muchas personas comprarían vehículos totalmente eléctricos con un alcance limitado de menos de 1.609 km por carga.
El éxito en Alemania y en otros sitios del Tesla Model S, un vehículo puramente eléctrico que tiene un alcance de 402 km, demostró el problema de la teoría híbrida.
Y los modelos alemanes totalmente eléctricos con alcances inferiores han tenido ventas decepcionantes, que son insignificantes en comparación con las de Tesla mucho más caros.
El BMW i3 totalmente eléctrico tiene un alcance de solo 130 km, el Mercedes Clase B eléctrico tiene un alcance de 140 km, el VW Golf totalmente eléctrico puede ir a 133 km por carga y el Smart EV de tercera generación tiene una alcance de 109 km.
Este mes Dieter Zetsche, el presidente de Daimler AG, admitió que "Tesla ha prometido mucho pero también ha conseguido mucho", y dijo que ahora había mucho entusiasmo en la industria por la "apariencia general y el enfoque que Tesla está tomando".
Zetsche explicó que su empresa ahora estaba buscando ofrecer un coche completamente eléctrico con un alcance de hasta 499 km. En una reunión con periodistas en Francia, afirmó:
"No hay duda de que alcanzar un impulso a partir de un nuevo jugador es bueno".
Tesla vendió más vehículos eléctricos en Alemania el año pasado que cualquier otra marca y demostró ser un competidor formidable incluso antes del lanzamiento del Model 3, vendiendo 1.582 coches Model S en Alemania en 2015. Eso se compara con las ventas de 1.051 BMW i3s, 1.161 Mercedes totalmente eléctricos, 676 Smart eléctricos y 796 VW Golf eléctricos.
Eso llevó a los fabricantes de automóviles como Porsche y Audi a acelerar los planes para llevar al mercado sus propios coches totalmente eléctricos a finales de esta década, después de mucho tiempo expresando dudas acerca de si sería un mercado importante para los coches.
La popularidad improbable de Tesla ha tocado mucho la fibra en Alemania, que ya sufre el escándalo por las emisiones de diésel de Volkswagen del año pasado.
Jürgen Resch, el director de la asociación de protección del medio ambiente y de los consumidores sin fines lucrativos Deutsche Umwelthilfe, explicó:
"Los fabricantes de automóviles alemanes subestimaron completamente el potencial del vehículo totalmente eléctrico y pensaron que era solo una moda pasajera. Y al mismo tiempo han estado impulsando los motores diésel con dispositivos de manipulación”.
La conducción es un asunto serio en Alemania, un país sin límites de velocidad en muchas de las autopistas. Muy seguros de que nadie fabrica mejores coches que ellos, los alemanes presumen de ser la sede del automóvil, inventado en la década de 1870 por Karl Benz y Nikolaus Otto.
Alemania se encuentra entre las cuatro principales naciones fabricantes de automóviles del mundo, un mercado global en el que se produjeron unos 78 millones de coches el año pasado. Volkswagen, Daimler, BMW, Audi y Porsche todavía pueden consolarse con las cifras globales: Produjeron 5,7 millones de coches en 2015 y otros 9,4 millones de vehículos en sus fábricas en el extranjero. Tesla, en comparación, produjo solo 50.580 en 2015. Se espera que fabrique 500.000 coches al año en 2020.
Sin embargo, Tesla se ha convertido en el coche de lujo más vendido en Europa Occidental, según un informe de Automotive Industry Data. Estos datos mostraron que en 2015 las ventas del Tesla Model S en los países de Europa Occidental alcanzaron las 15.787 y por primera vez superaron al Mercedes Clase S, que vendió 14.990 coches.
Arndt Ellinghorst, jefe de investigación automotriz global en Evercore ISI, declaró:
"Los fabricantes de automóviles alemanes han seguido negando que los vehículos eléctricos pueden crear un atractivo emocional para los clientes. Muchos todavía creen que Tesla es un espectáculo que responde a un producto muy especializado para algunas personas. Estoy seguro de que las salas de juntas alemanas están teniendo algunas interesantes discusiones ahora”.
Este mes, los ejecutivos de Daimler consiguieron una reprimenda por parte de los accionistas en la asamblea general anual de la compañía en Berlín. Algunos de los 5.500 presentes se pusieron de pie para preguntarles a los administradores por qué habían estado dormidos mientras Tesla se introducía con fuerza en el mercado de los vehículos eléctricos. Otros se preguntaron en voz alta si este era el principio del fin de la industria automovilística alemana.
"No tenemos nada que realmente pueda competir con él", se quejó Hans - Martin Buhlmann, quien representa a Vereinigung Institutioneller Privateanleger, la asociación de los pequeños accionistas en la Asamblea General Anual en Berlín.
Zetsche, el presidente de Daimler, insistió en que su empresa y sus rivales alemanes no habían perdido el barco. Señaló que Tesla no ha ganado ningún dinero y que su negocio no rentable no era algo que los accionistas de Daimler aceptarían.
El analista del sector automovilístico de Deutsche Bank Research, Eric Heymann, descartó cualquier perspectiva catastrófica para los fabricantes de coches de lujo alemanes, pero estuvo de acuerdo en que Tesla estaba empujándolos hacia adelante en lo que a coches totalmente eléctricos se refiere. En su opinión, podrían ponerse al día rápidamente.
“No creo que el primero en este mercado será necesariamente el que lo domine. Los fabricantes de automóviles alemanes no siempre eran los más rápidos con las nuevas tecnologías, pero a menudo terminaban haciéndolo mejor”.
Sin embargo, Clauda Kemfert, directora de energía, transporte y medio ambiente en el German Institute for Economic Research de Berlín, declaró que los fabricantes de automóviles alemanes han sido arrogantemente negligentes ante el desafío de Tesla. De manera similar, las empresas alemanas no se habían preocupado a la hora de descartar inventos alemanes como el fax y el reproductor de MP3, los cuales ayudaron a enriquecer a otros fuera de Alemania, pues entendían mejor a los consumidores. Asimismo, añade:
“Los fabricantes de automóviles alemanes han calculado completamente mal las gigantescas oportunidades económicas de la movilidad sostenible. La industria alemana del automóvil está desperdiciando las posibilidades de futuro al igual que las grandes empresas de servicios públicos perdieron su oportunidad con la energía renovable. Tesla es, al mismo tiempo, tanto un peligro para los fabricantes alemanes como una llamada de atención”.