Una nueva realidad económica en los países del Golfo
AP Photo/Hasan Jamali, File
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La reducción de gastos, los impuestos, la escasez de puestos de trabajo y el descontento entre los jóvenes comienzan a ser comunes en los países del Golfo acostumbrados a la abundancia.

Un puesto cómodo como funcionario público, combustible barato, una casa sin hipoteca así como la oportunidad de viajar, alojarse en hoteles de cinco estrellas y comprar en tiendas de lujo nunca se consideraron aspectos excesivos en el Golfo Pérsico.

Sin embargo, lo que antes se daba por sentado en la región rica en petróleo ahora se está sustituyendo por algo más habitual en el mundo occidental: la reducción de gastos, los impuestos, la escasez de puestos de trabajo e incluso las huelgas. El descontento aumenta entre los jóvenes, que rara vez habían visto antes como los países hacían frente a agujeros en los presupuestos debido al colapso de los precios de la energía.

En Kuwait, la semana pasada se produjo la primera huelga de los trabajadores del petróleo en veinte años, cuando 13.000 empleados protestaron por la reducción de los salarios y beneficios. Saudíes descontentos presentaron el lunes un plan real de vida más allá del petróleo, quejándose por el coste del agua. Incluso en Qatar, el país más rico del mundo, el martes se suprimieron los subsidios de gasolina para los residentes.

Ghanem Nuseibeh, fundador de la consultoría Cornerstone Global Associates con sede en Londres dijo: "Hay un período de austeridad necesario para la estabilidad económica a largo plazo. El reto es equilibrar el ritmo de cambio, mientras se convence a la población de que cualquier sufrimiento va a ser parte de un futuro mejor".

Comienza la realidad

La población menor de 30 años representa más de la mitad de los 44 millones de habitantes que viven en las seis monarquías del Golfo. A pesar de que la riqueza apenas ha hecho mella en Qatar o en los Emiratos Árabes Unidos, la mayoría de la población está teniendo que acostumbrarse a un futuro con menos abundancia que el de sus antepasados.

En Omán, Tumadher Allawati una licenciada en marketing de 22 años, ha realizado dos periodos de prácticas no remuneradas, solicitó dos docenas de puestos de trabajo e incluso fue a entrevistas en guarderías y escuelas. Después de solicitar trabajo en varios ministerios del gobierno, se le pidió que no se molestase porque hay una congelación de contrataciones este año. Allawati explicó:

"No soy optimista en absoluto. He solicitado puestos en tantos sitios que he perdido la cuenta y el hecho de que a nadie de la clase en la que me gradué le hayan asegurado un trabajo permanente me asusta aún más".

Allawati, cuyo esposo gana 800 riales omaníes (2.078 $) al mes, dijo que después de pagar el alquiler y las facturas, a los recién casados ​​les quedaban aproximadamente unos 210 $ de los ingresos de los que disponen.

"Todo es cada vez más caro y nadie está dispuesto a darte una oportunidad", dijo.

Un contrato social más frágil

En el Golfo, existe un acuerdo tácito en el que los habitantes acordaron delegar la administración del Estado a las familias gobernantes, siempre y cuando no impongan impuestos y distribuyan equitativamente los ingresos, escribió Sultan Al Qassemi, un analista de los Emiratos Árabes Unidos, en febrero.

"Eso está ahora en peligro. El tradicional contrato social del Golfo nunca ha sido más frágil", dijo.

Al mismo tiempo, la disminución de los precios del petróleo ha dado lugar a la reducción de las subvenciones a los combustibles, mientras el príncipe heredero adjunto de Arabia Saudí Mohammed bin Salman declaró en una entrevista reciente con Bloomberg que había llegado el momento de realizar una reforma completa del modelo económico, incluyendo la creación del mayor fondo estatal del mundo.

"La caída del petróleo podría ser ‘una bendición disfrazada’ para impulsar el cambio social", dijo Lubna Saif Abbas una empresaria de Kuwait de 52 años. "Esto alentará más a los kuwaitíes a ser productivos, ambiciosos y trabajadores mientras experimentan ‘trabajos reales’. Además añade:

"Muchos de los funcionarios públicos solo registran sus entradas y salidas y en realidad no realizan las tareas necesarias para la economía. Es solo una manera para que el gobierno les pague".

Unos presupuestos más ajustados

Incluso hablar de austeridad habría parecido increíble hace tan solo unos años cuando jeques del Golfo utilizaron su inmensa riqueza petrolera para reconstruir su región. Estos han construido islas artificiales, centros financieros, aeropuertos y puertos que convirtieron el desierto de Arabia en un centro bancario y de viajes y en la sede de la Copa Mundial en el año 2022.

También se invirtieron fondos para evitar el malestar social que se extendió a través de Oriente Medio durante los levantamientos de la Primavera Árabe, algunos de los cuales fueron financiados por el Golfo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un déficit presupuestario del 12,3% de la producción económica este año para los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, que está dirigido por Arabia Saudí. Desde la década de 1990 y hasta el año pasado, cuando los precios del petróleo cayeron un 35%, solo se observó un superávit presupuestario.

El crecimiento económico también se está desacelerando y, según las últimas previsiones del FMI, los gobiernos y las empresas privadas de los países exportadores de petróleo de Oriente Medio serían capaces de crear 7 millones de puestos de trabajo, aproximadamente 3 millones menos del número de participantes en el mercado laboral que se esperaba.

Jóvenes inquietos

Los países responden a la situación de diferente manera, pero todas las monarquías son conscientes de los peligros que suponen los jóvenes descontentos. Una encuesta de ASDA'A Burson-Marsteller realizada a 3.500 jóvenes de 16 países árabes, que fue publicada el 12 de abril, reveló que la mayoría de los encuestados quieren seguir con los subsidios, mientras que casi la mitad de ellos pensaba que el incremento de los precios debería aplicarse únicamente a los extranjeros.

Los saudíes, que registraron un déficit presupuestario de casi 100 millones de dólares el año pasado, están planeando una "reestructuración de los subsidios" así como el desarrollo de un mecanismo para proporcionar dinero en efectivo a los saudíes con ingresos bajos y medios que dependen de ellos, explicó el príncipe heredero adjunto a Bloomberg. El rey Salman despidió al ministro responsable del agua, después de un error en la reducción de los subsidios que dio lugar a facturas astronómicas.

Una nueva realidad económica en los países del Golfo
Un petrolero muestra una insignia con la frase "La huelga no pondrá en peligro"

"No queremos cambiar la vida de las clases medias de Arabia. Queremos ejercer presión sobre los ricos, los que utilizan más los recursos", dijo el príncipe.

En Kuwait, el Parlamento votó a favor del aumento de los costes de los servicios públicos para los extranjeros y las empresas, por primera vez en medio siglo. Las casas de los kuwaitíes estarían exentas mientras más personas sienten la presión, al menos en comparación con lo que estaban acostumbrados.

Mohamad Al Kharsan ha trabajado para el Estado de Kuwait durante cerca de siete años. A sus 32 años, todavía vive con sus padres porque mudarse a su propia casa reduciría los ingresos mensuales de los que dispone a poco más de 200 dinares (663 $).

Para muchos de su generación, es difícil "llegar a fin de mes con el salario de un funcionario público. Los años dorados cuando solíamos pasar los veranos en Europa y la mayoría de las personas poseían dos casas en lugar de una ya se han quedado atrás", dijo.

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