La decisión de las autoridades de Castilla y León podría poner fin a la matanza de toros en el festival anual del Toro de la Vega.
Castilla y León ha prohibido la matanza de toros en las fiestas de la ciudad, en una medida que podría evitar que los toros sean alanceados hasta la muerte en uno de los eventos de verano más sangrientos del país.
A pesar de que la decisión no afectará a las corridas de toros, es probable que acabe con la matanza de toros en el festival anual del Toro de la Vega en Tordesillas, donde los jinetes persiguen a un toro y lo acorralan con lanzas ante los espectadores.
La modificación no impide que se celebre todo el rito en la localidad vallisoletana de Tordesillas pero sí el desenlace final por el que los participantes mataban al toro tras hostigarlo. Según el reglamento por el que se rige este torneo, si el toro alcanzaba en su huida la vega, salvaba la vida. El año pasado, a pesar de haber ganado la lucha, Rompesuelas recibió lanzazos mortales tras haber llegado a la zona de salvación. Y también los recibió por la espalda, otro aspecto fuera de las normas por las que se ha venido celebrando el Toro de la Vega. El torneo fue declarado nulo a posteriori.
El evento, que tiene siglos de antigüedad y se celebra a alrededor de 200 km al noroeste de Madrid, ha despertado un gran número de protestas en los últimos años en las que los defensores de los animales lo han denunciado como cruel y han pedido su prohibición.
El partido político defensor de los derechos de los animales, Pacma, ha apludido la decisión, tuiteando que "¡las lanzas mortales del Toro de la Vega se han roto!". Los partidarios de la fiesta han dicho que van a tomar medidas para evitar su prohibición.
Los legisladores regionales todavía deben votar para aprobar el decreto, pero el gobierno cuenta con una mayoría en la legislatura para asegurarse virtualmente su aprobación.
La medida del Gobierno regional se ha producido en medio de la creciente tensión entre los grupos anti-taurinos de España y los defensores de la celebración.
Pablo Iglesias, líder del partido Podemos, que acabó en tercer lugar en las elecciones nacionales de diciembre pasado, alabó la decisión, tuiteando que la fiesta "del Toro de la Vega humilla la dignidad de nuestro país". Quiere poner fin a la financiación gubernamental para espectáculos taurinos, pero dice que no va a prohibir las corridas de toros.
El vicepresidente del comité organizador del Toro de la Vega, Ramón Muelas, dijo que Tordesillas va a "luchar por sus tradiciones más queridas" y advirtió que la medida del Gobierno "podría acabar en conflicto". Cualquier votación oficial a favor de la ley no sería bienvenida en Tordesillas, le dijo a la agencia de noticias española Europa Press.
Primeras consecuencias
A mediodía de este jueves se enteraban de que la Junta de Castilla y León (PP) ha decidido que no haya muerte del toro en el festejo Toro de la Vega. Ha sido la chispa que ha prendido una hoguera que muchos esperaban. Las últimas celebraciones del Toro de la Vega han estado acompañadas de agresiones y hostigamiento a animalistas que han ido a protestar a Tordesillas.
Un joven, que no llega a los 30 años, arremete contra los medios de comunicación "porque manipuláis" y "contáis lo que queréis", aunque sin grabadoras ni micrófonos se suelta en defensa del Toro de la Vega y anuncia que la próxima semana "en la plaza de toros de Las Ventas se sabrá nuestra opinión". "Es una verdadera tragedia. No es ni normal ni lógico".