Cómo Bruselas planea cambiar las reglas del comercio transfronterizo online
REUTERS/Mike Blake
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Empresas desde Google y Netflix hasta Royal Mail del Reino Unido tendrán sus ojos puestos en Bruselas el miércoles, cuando la Comisión Europea desvelará las nuevas reglas para el comercio transfronterizo digital, que abarca todo, desde las compras en línea hasta los servicios de streaming, incluso la entrega de paquetes.

¿Qué propone?

Bruselas ha estado trabajando en el llamado "mercado único digital" durante cerca de 18 meses. La idea es simple: existe un mercado único de bienes que se compran y se venden, por lo que también debería haber un mercado único en línea.

La realidad es más compleja. La comisión está intentando abrirse paso entre la maraña de reglas relativas al comercio transfronterizo en línea. El miércoles, propondrá cuatro nuevas medidas destinadas a conseguirlo.

¿Qué recibirá la mayor atención?

La comisión revelará los resultados de una esperada investigación sobre el papel que desempeñan las plataformas en línea - como Google (NASDAQ: Alphabet Class C [GOOG]) y Facebook (NAS­DAQ: FB), que dominan la vida en línea. Muchos expertos de la industria de la alta tecnología temían que acabaría convirtiéndose en una inquisición, proporcionando a las autoridades europeas carta blanca para inmiscuirse en el funcionamiento de los grandes grupos de Estados Unidos.

¿Lo hizo?

No. La realidad es más prosaica pero puede tener un alcance aún mayor. Bruselas quiere que Google y las demás empresas sean responsables del contenido que emiten. En estos momentos, las empresas como Google se benefician de ser meros conductos, lo que significa que no son responsables de cuestiones como la infracción de copyright, y eso si retiran el contenido ofensivo cuando se les pide.

En lugar de ello, la Comisión quiere que sean más proactivos en lo referente a la búsqueda de infracciones tales como las expresiones de odio ilegal y el abuso de los derechos de autor. Se trata de un pequeño paso, pero muy significativo: la aparición de empresas como Facebook que incluyen tanto contenido de otras personas como contenido propio presenta un dilema regulatorio que las autoridades todavía están intentando resolver.

¿Qué más se está barajando?

La revisión de las normas de reparto de paquetes en la UE es menos atractiva, pero igual de importante. Bruselas quiere mayor transparencia sobre los precios con la esperanza de que esto abarate los costes tanto para los consumidores como los minoristas. Por el momento, existen grandes discrepancias sobre cuál es el precio de enviar paquetes al extranjero, lo que hace que los compradores eviten las páginas web extranjeras.

¿Cuál es la diferencia de precio?

En general, enviar algo al extranjero cuesta alrededor de cinco veces más para que enviarlo dentro del país. El mensaje de la comisión es simple: bajad los precios o lo haremos nosotros. Este anuncio ha molestado a toda la industria. "La comisión está introduciendo una regulación de precios por la puerta de atrás", se quejó un grupo de presión.

¿Qué otras cosas han molestado a la industria?

Nuevas reglas que prohíben a los sitios web discriminar a los usuarios de otros países. Los críticos afirman que es muy molesto para el relativamente pequeño número de trabajadores expatriados - de los cuales la Comisión tiene más de unos pocos. Pero Bruselas insiste en que es un problema común, especialmente en los países más pequeños que a veces son ignorados por las multinacionales. Ya se han hecho algunos avances al respecto: recientemente se convenció a Disneyland París para que los clientes de todos los países tengan acceso a sus mejores ofertas.

¿Está Bruselas trabajando en un "Euroflix"?

Como parte de una revisión de las normas sobre contenidos audiovisuales, los servicios de streaming como Amazon (NAS­DAQ: AMZN y Netflix (NAS­DAQ: NFLX) tendrán que asegurarse de que "al menos" un 20 por ciento de su catálogo es producido en Europa y recibe la atención que se merece. Los servicios a la carta también se enfrentarán a unos requisitos más estrictos para asegurarse de que los niños no tienen acceso a contenido inapropiado. Por su parte, los emisores tradicionales se beneficiarán de unas normas más flexibles en lo relativo al reparto de los espacio publicitarios.

Entonces, ¿quién apoya estas propuestas?

En lo referente a temas digitales, los estados miembros están divididos. Hay dos bloques. Por un lado un sector apoya ampliamente el trabajo de la comisión hasta la fecha, incluyendo a países como el Reino Unido, Irlanda, Polonia y los países nórdicos y del Benelux. A principios de esta semana, 23 ministros de 14 países firmaron una carta de apoyo a los esfuerzos de Bruselas.

Sin embargo, se enfrentan a dos oponentes importantes: Francia y Alemania. Berlín ha sido uno de los defensores más activos de una regulación más estricta para las grandes empresas tecnológicas como Google, y no se fía de una mayor liberalización del comercio en línea. París, por su parte, se muestra profundamente escéptico sobre cualquier cambio que pueda poner en peligro la protección de las obras francesas.

Fuente: FT

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