Los médicos sirios le ruegan a la comunidad internacional que los protejan de los bombardeos y hagan todo lo posible para que los pacientes puedan recibir atención médica. Insisten en que es hora de realizar acciones concretas.
Los cooperantes sirios le han rogado a la comunidad internacional que hagan más para protegerlos de los ataques mortales, y que se aseguren de que la ayuda llega a los más necesitados, alegando que las declaraciones de apoyo tienen que traducirse en acciones concretas.
Cuando habló el segundo día de la Cumbre Humanitaria Mundial en Estambul, el jefe de una organización médica en Siria dijo que estaban moviendo los hospitales a lugares subterráneos y a cuevas, ya que los intentos internacionales para poner fin a los ataques sobre ellos han fracasado.
Zedoun Al Zoubi, jefe de la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM), que trabaja en Siria, declaró:
"Ser médico dentro del país significa esperar a la muerte"
En una entrevista con la Fundación Thomson Reuters, dijo:
"En lugar de salvar vidas, estás preocupado todo el tiempo por la tuya propia, ya que un médico es el principal objetivo de los ataques aéreos".
Unos 10.000 médicos han huido del país, y apenas quedan 1.000 en las áreas de la oposición, añadió Al Zoubi.
“Todo el mundo sabe que los hospitales son el lugar más seguro del mundo en tiempos de guerra, pero en Siria son el lugar donde existe un mayor riesgo".
Cuando un hospital trató de construir una instalación subterránea cerca de un cuartel del Ejército Libre Sirio, el grupo armado de la oposición les pidió que se fueran, alegando que la presencia de un hospital haría que la zona fuera bombardeada.
"Los ataques aéreos principalmente fijan como objetivos a los hospitales no a las milicias", dijo Al Zoubi, que se vio obligado a huir de Siria en 2013.
A principios de este mes, la organización de ayuda médica y humanitaria, Médicos Sin Fronteras (MSF), criticó duramente a cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por vínculos con los ataques a hospitales en Siria, Yemen y Afganistán.
MSF se retiró de la cumbre humanitaria, diciendo que la reunión patrocinada por la ONU no le exigiría responsabilidades a los estados por su papel en los conflictos ni los presionaría para respetar las leyes de la guerra.
Crímenes de guerra
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, dijo en un debate con los cooperantes sirios en Estambul que los ataques a hospitales equivalían a crímenes de guerra, y los autores deberían ser llevados ante la Corte Penal Internacional.
"Proteger a los trabajadores humanitarios es un principio básico del derecho internacional humanitario. Tanto mis altos funcionarios como yo planteamos estas cuestiones con los Estados Miembros y la Comunidad Internacional en cada oportunidad. La movilización de los líderes para volver a comprometerse con la defensa de los principios de la ley es una de las responsabilidades fundamentales del Programa para la Humanidad que se ha aprobado".
En declaraciones a las organizaciones no gubernamentales sirias, Ban Ki-Moon sostuvo: "Si bien no podemos cumplir todos los requisitos, estamos haciendo todo lo posible. Les pido que sean valiente y tengan esperanza".
Zonas seguras
"Lo mínimo que (la comunidad internacional) puede hacer es proporcionar un ambiente seguro para los trabajadores humanitarios", dijo en una entrevista Rouba Mhaissen, fundadora y directora de Sawa para el Desarrollo y la Ayuda, que ayuda a los refugiados sirios en el Líbano.
Esto incluiría la creación de zonas de exclusión aérea, el uso de lanzamientos aéreos para entregar ayuda a las zonas aisladas de todos los organismos, y la garantía de que los hospitales y las escuelas no se conviertan en objetivos.
Asimismo, instó a los donantes a canalizar más fondos directamente a las ONG sirias, argumentando que tienen un mayor acceso a muchos de los necesitados, y menos gastos generales que los organismos internacionales de ayuda.
Los cooperantes sirios entregaron el 75% de la ayuda humanitaria en 2014, pero recibieron menos del 10% de la financiación en efectivo disponible para la respuesta de Siria, según una investigación reciente de la iniciativa Local To Global Protection (L2GP).
"A pesar de su papel crucial, las ONG sirias lucharon para cubrir la mayoría de sus costes básicos”, dijo L2GP, que promueve el trabajo de organizaciones benéficas locales en grandes crisis humanitarias.
Mhaissen dijo que una de las cosas más difíciles que enfrentan sus colegas y ella es tener que seguir repitiendo los mismos mensajes a la comunidad internacional "y no ver ni un solo cambio".
"Cuando vamos al campo, experimentamos el verdadero sufrimiento humano de primera mano. Cada vez que pensamos ‘esto es lo peor que puede suceder’, ocurre algo peor".
Asimismo, Mhaissen declaró que saca esperanza de los refugiados sirios en los campamentos, y de hablar con la gente en Siria, y sostuvo:
"Ellos siguen luchando con métodos pacíficos por su libertad, por su dignidad".