La producción de petróleo en Nigeria, uno de los miembros de la OPEP, ha disminuido en los últimos años.
Durante casi dos años, los analistas han estado esperando una disminución de la producción de petróleo. Sin embargo, aunque la OPEP todavía no ha participado en un esfuerzo coordinado, el cartel de los países productores de petróleo técnicamente ha reducido su producción. O, para ser más exactos, se ha disminuido la producción en Nigeria, uno de sus 13 miembros. El martes, Helima Croft, la jefa de estrategia de materias primas de RBC Capital Markets, afirmó en una entrevista con Business Insider:
"En realidad, se llevó a cabo una reducción del suministro de la OPEP, pero no de forma voluntaria. Nigeria ha sufrido muchas interrupciones del suministro a lo largo de su historia y parece que puede continuar siendo así".
Este año, la producción de petróleo de Nigeria ha caído un 31%, lo que representa aproximadamente 1,4 millones de barriles por día, en comparación con los 2,03 millones de barriles por día del mes de enero. Eso constituye una enorme caída y hace que Angola sea ahora el productor número 1 en África, ya que su producción se mantuvo estable en abril, con 1,8 millones de barriles por día.
La principal causa de las interrupciones en la producción han sido los ataques contra la infraestructura energética por parte de un nuevo grupo de militantes, conocido como "Niger Delta Avengers". En particular, a principios de este mes el grupo atacó una instalación en alta mar de la compañía Chevron (NYSE: Chevron Corporation [CVX]) y, a finales de marzo, el oleoducto submarino para la exportación de Forcados propiedad de Shell (NYSE: RDS-A).
Desde entonces, Croft ha sostenido que aunque Canadá se recupere de sus devastadores incendios forestales, Nigeria ha causado prácticamente un reequilibrio en el mercado del petróleo por sí mismo.
Los orígenes del grupo "Niger Delta Avengers" se remontan a la década de 2000, cuando los militantes armados del Delta del Níger, entre los que se incluían miembros del Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND), habitualmente dejaban cientos de miles de barriles de petróleo fuera del mercado.
Según RBC Capital Markets, en su momento álgido, el MEND redujo la producción de petróleo de Nigeria a la mitad y costó al gobierno 19 millones de dólares en gastos de defensa diarios.
En un esfuerzo por frenar el caos y las enormes pérdidas financieras, el gobierno de Nigeria en 2009 firmó un acuerdo de amnistía y se comprometió a proporcionar pagos mensuales en efectivo y programas de formación profesional a los cerca de 30.000 ex militantes a cambio de cooperación. Algunos de los miembros más influyentes, como el ex líder Government Ekpemupolo (conocido como Tompolo) también recibieron contratos de seguridad lucrativos por un valor de casi 100 millones de dólares al año.
El acuerdo puso fin a la confrontación. Sin embargo, no abordó las causas fundamentales de la inestabilidad en la región, como la pobreza, la corrupción y la proliferación de armas.
Volviendo a la actualidad: La administración del presidente Buhari ha tomado medidas contra la corrupción en la región. Para ello, ha suprimido los contratos de seguridad costosos y ha intensificado la lucha contra el robo, el fraude y el blanqueo de capitales.
Sin embargo, aunque el gobierno quisiera pagarle a los militantes, no tendría suficiente dinero para ello, ya que los precios del petróleo se sitúan todavía muy por debajo de sus máximos y los recursos del Estado están destinados a las operaciones de insurgencia contra Boko Haram. Croft declaró a Business Insider:
"Cuando la gente dice que el gobierno puede pagarles- ¿con qué dinero lo hace? ¿Qué presidente está dirigiendo Nigeria en este momento? Ahora, si el presidente Buhari se doblega a los militantes, la única razón de estar en el poder desaparecería entonces. Buhari se comprometió a sacar a Nigeria de la crisis y a poner fin al ciclo de pagos".
Dado que las interrupciones nigerianas son, al menos en parte, resultado de los problemas estructurales a largo plazo, se puede afirmar que podrían durar algún tiempo. (A diferencia de, por ejemplo, los incendios forestales de Canadá, que, aunque tienen consecuencias devastadoras, solo son un viento en contra temporalmente.) Croft dijo:
"Creo que tenemos que mirar lo sucedido en el pasado y decir, bueno, ¿podrían disminuir la producción? ... Ninguna empresa va a mantener sus operaciones bajo la mira de los insurgentes. A fin de no correr un riesgo para su personal u operaciones, es mejor esperar al final de la crisis. Estos son problemas estructurales de los países productores de petróleo. Esto no es solo el ruido del mercado y no es algo que se pueda resolver con una varita mágica. Así que, prepárense porque creo que la crisis va a continuar".